El CGI más absurdo e innecesario de Hollywood

En ocasiones, las imágenes generadas por ordenador se emplean en cine para recrear una sensación de desnudez, como es el caso de Jessica Alba en 'Machete'. En esta película sin embargo, los efectos especiales se usaron justo para lo contrario, tapar los genitales de los protagonistas.

Durante una mesa redonda de The New York Times acerca de rodar escenas de sexo en Hollywood, el productor Seamus McGarvey aprovechó para desvelar como se filmaron algunas de las escenas más íntimas de la película: "No diría que fue uno de los mejores momentos de mi carrera, pero ciertamente fue uno de los escenarios más surrealistas". Al parecer, tanto Jamie Dornan como Dakota Johnson utilizaron ropa interior especial para cubrir sus genitales, un pieza protectora que fue reemplazada con vello púbico durante la postproducción.

Cuando un actor o actriz ficha por una película de superhéroes, la tendencia más normal es que el estudio de turno le obligue a ponerse en forma. Uno de los ejemplos más populares fue el caso de Chris Pratt en 'Guardianes de la Galaxia'. El actor pasó de ser el gracioso y rechoncho Andy Dwyer de 'Parks and Recreation' para convertirse en Star Lord, uno de los superhéroes más populares del Universo Cinematográfico Marvel.

Así cuando a Nicolas Cage le llegó la hora de convertirse en el Motorista Fantasma, el actor se tomó muy en serio el cometido de ponerse en forma. Columbia Pictures, sin embargo, decidió que la transformación física de Cage no era lo suficientemente impresionante y el estudio pensó que el actor necesitaba unos pequeños retoques digitales. El resultado es bastante hilarante, el torso de Cage parece haber sido incrustado de mala manera y sus abdominales son tan anormalmente grandes que el actor tiene más en común con un Action Man que con un ser humano.

Recrear rostros humanos de forma totalmente digital es uno de los mayores retos de la industria de los efectos digitales. Hacer frente al desafío del "valle inquietante" sigue siendo una misión casi imposible, ya que el ojo humano se ha acostumbrado evolutivamente a reconocer rostros ajenos. Por eso nos sigue chocando que los productores de 'Amanecer: Parte 2', la última entrega de la saga 'Crepúsculo', decidieran que era una buena idea crear un bebé totalmente artificial.

No podemos entender por qué alguien decidió que la mejor opción era no usar a un bebé de verdad. Porque lo que obtuvimos a cambio es una imagen completamente inquietante, un bebé que parece sacado de un videojuego y cuyos movimientos y mirada parecen no corresponderse con los de un ser con al menos una mitad humana.

Las precuelas de 'Star Wars' han sido objeto de infinidad de críticas y discusión, por lo que no vamos a ahondar demasiado en este aspecto. De lo que sí queremos hablar es del recargado uso de los efectos digitales por parte de George Lucas, que parecía estar obsesionado con poner a prueba el desarrollo tecnológico de Industrial Light & Magic, su empresa de efectos especiales.

Durante el desarrollo de la segunda trilogía, Lucas se empeñó en recrear mediante CGI los escenarios y personajes que, en un tiempo pasado, habrían sido llevados a cabo utilizando una equilibrada mezcla de efectos reales y digitales, tal y como ya lo había hecho en la trilogía original. El resultado, es una estética falsa y vacía carente de personalidad que no ha envejecido demasiado bien, a pesar de dejar a todos los fans con la boca abierta en su momento.

Además, no podemos hablar de estos aspectos sin pasar por alto el empeño de Lucas por alterar la obra original de 'Star Wars', añadiendo efectos especiales digitales totalmente innecesarios a las versiones restauradas de la trilogía original. Extras que tan solo sirven para emborronar tres películas que ya eran perfectas y cuyos efectos seguían siendo de primer nivel, 30 años después. Ahora bien, ese empeño tan irritante ha servido para pegar un empujón importantísimo al mundo de los efectos especiales y por eso siempre vamos a estar agradecidos.

Puede que 'Skyfall' sea recordada como una de las mejores películas de la saga '007', pero su rodaje estuvo marcado por uno de los incidentes más ridículos de la franquicia. Durante la producción del film, Daniel Craig solía usar sus descansos para ir de compras, como todo buen actor millonario haría. En una de sus sesiones de moda, Craig se hizo con un par de guantes de cuero (muy mal Craig, no hay que usar pieles). Estos dichosos guantes supondrían un auténtico quebradero de cabeza para la productora.

Los fans de Bond se enteraron de la historia gracias a Charlie Lyne, que acudió a Twitter para contar la curiosa anécdota que había oído en la fiesta de fin de rodaje de 'Skyfall'. Al parecer, el problema llegó en la fase de post-producción, cuando los editores y el director, Sam Mendes, se dieron cuenta de que el espía no podía llevar guantes durante la escena del casino en Macao, ya que antes se había dejado muy claro que para disparar su arma, uno de los muchos gadgets creados por Q (Ben Whishaw), la pistola necesitaba detectar las huellas de Bond. En lugar de volver a rodar la escena sin los guantes, el estudio decidió pintar digitalmente sobre las manos de Craig. El resultado es casi imperceptible, aunque a partir de ahora estamos seguros de que no veréis la escena con los mismo ojos.

En algunas ocasiones trabajar con los actores y actrices de Hollywood se convierte en un auténtico infierno. Pero lo que no podemos entender es por qué Wesley Snipes se empeñó en hacerle la vida imposible al equipo de 'Blade: Trinity'. Según el actor Patton Oswalt, que habló con The A.V. Club, Snipes apenas aparecía por el rodaje y cuando lo hacía parecía estar colocado. Además, el protagonista de 'Blade' solo se comunicaba mediante post-its con el director David S. Goyer, con el que tuvo un encontronazo que terminó en una pelea física.

Pues bien, si esto os parecía absurdo es porque aún no habéis escuchado el final de la historia. Después de la climática pelea entre Blade y el villano (Dominic Purcell) el héroe debía sucumbir a sus heridas y morir, solo para resucitar más tarde. Sin embargo, Wesley Snipes se empeñó en no abrir los ojos durante la escena, obligando a los productores a insertar digitalmente un par de ojos en al escena. El resultado es absolutamente risible, pero la razón detrás de este incomprensible cambio es aún más hilarante.

La saga 'John Wick' se ha convertido en uno de los mejores títulos de acción de la actualidad. La franquicia protagonizada por Keanu Reeves ha llegado para rejuvenecer el género con su enfoque en la acción y el uso de especialistas, coreografía y una fotografía que se amoldan para hacer que la acción sea lo más realista posible, eso dentro de los cánones de una fantasía como la de 'John Wick'.

Sin embargo, a pesar de huir del modelo de acción lleno de efectos especiales y CGI de otras franquicias como 'Fast & Furious' o el Universo Cinematográfico Marvel, ni si quiera el bueno de Baba Yaga puede huir de recurrir a los efectos digitales. Lo que tal vez no sepas es qué escena fue la que obligó a los directores Chad Stahelski y David Leitch a usar VFX. El momento en cuestión sucede cuando el cachorrito de John Wick tiene que hacer caca en el césped de la casa. Al parecer, el perrete no tenía ganas de ir al baño y el equipo no pensó en hacer una caca orgánica, recurriendo a la post-producción para crear una hez digital (sí, hemos dicho "hez digital").

Después del traspiés de 'X-Men: La decisión final', Fox optó por centrarse en un spin-off de su personaje más popular: Lobezno. El resultado fue una de las peores cintas de la franquicia mutante; y una de las razones por las que 'X-Men Orígenes: Lobezno' es recordada como un desastre son sus efectos especiales, que no solo no están a la altura, sino que además son usados cuando no hace ninguna falta, especialmente a la hora de recrear las garras de Hugh Jackman.

Este es otro ejemplo de Hollywood pensando que el CGI puede sustituirlo todo. Hasta ese momento, Jackman había usado garras reales de plástico para recrear las míticas armas del mutante. No entendemos la razón por la que Fox se empeñó en desechar los efectos prácticos que tan bien habían funcionado, utilizando efectos digitales (que claramente no estaban listos para llegar a las salas).

Uno de los aspectos más espectaculares de 'El Señor de los Anillos' es la manera en la que Peter Jackson consiguió recrear la Tierra Media mediante un perfecto equilibrio de efectos prácticos e imágenes creadas por ordenador, una excelencia técnica que supuso un total de 11 Oscars para 'El retorno del Rey', incluyendo las categorías de Mejor película y Mejores efectos visuales, galardón que también recayó en 'La comunidad del anillo' y 'Las dos torres'.

Con la llegada de la segunda trilogía, que nunca debió haberse alargado tanto, toda esta maestría fílmica fue rápidamente sustituida por CGI y un framerate superior al de la media (una técnica que también ha sido empleada por Ang Lee en 'Géminis''). La acción de 'El Hobbit' no tiene el mismo peso y efecto que la que vimos años antes, los personajes parecían sacados de un videojuego y los ejércitos, que antes habían usado a infinidad de extras, ahora parecían el mismo personaje multiplicado mediante post-producción. El propio Gandalf, Ian McKellen, aseguró en una entrevista a TimeOut que el set de 'El Hobbit' parecía carecer de alma: "Me sentía miserable. Puede que fuera mi impresión, pero no recuerdo que hubieran tantos cromas en 'El Señor de los Anillos'. Si Gandalf estaba en una montaña, yo estaría en la montaña".