Cuando él aparece en pantalla, bueno, la cosa se pone seria. Puede que el paso del tiempo haya aumentado tanto leyendas negativas como curiosidades y anécdotas despectivas sobre su comportamiento y actitud en los rodajes, pero a nadie se le escapa que Marlon Brando es una de las figuras y talentos más importantes de la historia del séptimo arte. Y sobran los ejemplos y argumentos para afirmarlo con dosis extra de contundencia.
Y es que, a lo largo de su trayectoria, y pese a unos últimos compases de la misma bastante pobres, Brando participó en un buen puñado de obras maestras inoxidables, clásicos que han llevado a millones de personas de varias generaciones a amar profundamente el cine. A día de hoy, por si alguien tiene alguna duda al respecto, lo siguen haciendo. Y lo que les queda.
En ese sentido, sus trabajos de la década de los setenta, pese a no ser muchos en lo que respecta a la cantidad, cumplen a rajatabla con su condición de películas eternas si tenemos en cuenta su valía artística y capacidad para sobrevivir al paso del tiempo. Y a eso hemos venido hasta aquí, a celebrar la vigencia de estas obras y, sobre todo, a subrayar la grandeza de un actor único e incomparable.
Marlon Brando en los 70, de peor a mejor
'Los últimos juegos prohibidos'
Marlon Brando se despidió de los sesenta con una película extraordinaria ('Queimada') y se estrenó en la década de los setenta con una de las cintas más extrañas y arriesgadas de su trayectoria: 'Los últimos juegos prohibidos'. Dirigida por Michael Winner a partir de un guion de Michael Hastings que se basaba libremente en el esencial 'Otra vuelta de tuerca' de Henry James, estamos ante una cinta llena de violencia, sexo e intriga que vive permanentemente atada al exceso formal, convirtiéndose en una experiencia sensorial que, si bien no siempre resulta estimulante, tiene la suficiente garra como para mantenerte pegado a la pantalla, especialmente en un tramo final bastante potente.
Una película tan imperfecta como interesante donde Brando ofrece una interpretación volcánica y excesiva que, pese a rozar en no pocas ocasiones la comedia involuntaria, termina funcionando por una cuestión de puro carisma.
'Superman'
Superman, uno de los personajes estrella de la editorial DC también fue uno de los puntos de inflexión más brutales que vivió el género hace cuatro décadas, cuando Richard Donner estrenó una 'Superman' que sigue siendo a día de hoy una de las mejores y más emblemáticas películas de superhéroes de la historia.
Por supuesto, los tiempos han cambiado y aquel inocente y colorido universo que nos presentaron a finales de los años 70 se ha dejado influir (¿demasiado?) por el espíritu de su compañero Batman y ha terminado convertido en oscuridad y solemne dramatismo. Un error de cálculo que algunos han celebrado como valiente y necesario cambio de fondo y forma pero que ha supuesto algo similar a una traición para los numerosos fans del héroe llegado de Krypton. En cualquier caso, siempre nos quedará regresar a esta joya del entretenimiento protagonizada por un inolvidable Christopher Reeve, el mejor Superman de la historia del cine, y donde también podíamos disfrutar de la presencia siempre agradecida de un Marlon Brando convincente hasta en piloto automático.
'Missouri'
Tras participar en una de las más serias candidatas a película definitiva de la historia del cine, 'El Padrino', Marlon Brando regresó al western de la mano del gran Arthur Penn y acompañado por, nada más y nada menos, que Jack Nicholson, la otra gran estrella de un reparto fabuloso. Así, partiendo de ese conjunto de intérpretes que justifican con creces el visionado de cualquier cinta, esta 'Missouri' brilla con luz propia dentro del género, equilibrando el clasicismo implícito del mismo con una puesta en escena vibrante, actuaciones eléctricas y momentos de una gran emoción. Sin lugar a dudas, la joya escondida dentro del Marlon Brando de los setenta.
'El último tango en París'
Aunque cueste horrores verla en la actualidad sabiendo lo vomitivo de su rodaje, 'El último tango en París', en términos estrictamente cinematográficos, sigue siendo una película fantástica. En su pasión, profunda tristeza, desolación, corazones rotos, habitaciones vacías, pisos sudorosos y duchas que queman habita el talento inconmensurable de Bernardo Bertolucci y una pareja protagonista que son, por diversos motivos, historia del cine. Tanto Maria Schneider como Marlon Brando ofrecen unas interpretaciones pletóricas que hipnotizan, seducen, cautivan y, finalmente, duelen. Un clásico, a pesar de los pesares.
'Apocalypse Now'
La guerra como experiencia sudorosa, aterradora, escalofriante en cada paso, delirante e hipnótica, sangrienta y mentirosa, caótica y silenciosa al mismo tiempo. La guerra vista desde una cámara como si se tratara del poema más perturbador posible, una batalla interminable que no entiende de pasado ni de presente pero que, a base de grito y furia, termina estancada para siempre en el arrepentimiento del futuro.
Y, por último, la guerra convertida en cine inmenso, memorable, apoteósico, clásico y contemporáneo, adelantado a su tiempo, inalcanzable, indescifrable, inabarcable. Todo adjetivo y elogio se queda pequeño frente a un monumento de la talla de 'Apocalypse Now'. Una de las cimas más irrebatibles de la carrera de Francis Ford Coppola que nos regaló, entre muchas otras cosas, una de las mejores interpretaciones de toda la trayectoria de Marlon Brando. Cada uno de sus segundos en pantalla son, sencillamente, historia del séptimo arte.
'El Padrino'
'El Padrino' presentaba a una familia de mafiosos en la que cada personaje importaba y tenía un sentido y un objetivo narrativo marcado, el cual, pese a representar a la perfección todos los estereotipos que solemos relacionar con el género, venía acompañado de una profundidad psicológica y dramática tan inesperada como fascinante. Un valor extra que Francis Ford Coppola supo tratar y contar con una contundencia ejemplar, firmando alguna de las escenas más maravillosas de la historia del cine, con mención especial para un clímax final absolutamente magistral, y con la inestimable ayuda de un reparto por encima del sobresaliente, especialmente en lo que respecta a un Marlon Brando legendario. Sabes que debes verla. Y, en el caso de que ya la hayas visto, ya sabes que la amas. Imposible no hacerlo. Historia del cine plano por plano que parecía claramente insuperable...hasta que llegó su secuela.
