Hoy mismo, vienes 31 de marzo, el consejo de ministros por fin ha aprobado la bajada del IVA cultural del 21% al 10%. Sin embargo, esta bajada afectara únicamente a espectáculos en directo, es decir conciertos, representaciones de teatro y danza y espectáculos taurinos, dejando al cine tal y como estaba. Este descenso aparecía ya en el pacto que el Gobierno y Ciudadanos firmaron en agosto titulado '150 compromisos para mejorar España'. Aunque el Gobierno haya decidido la bajada del IVA, los Presupuestos Generales del Estado aún tienen que ser aprobados definitivamente por el Congreso, por lo que no tendrá efecto inmediato.
En 2012, y antes de la reforma fiscal, el IVA cultural español estaba en el 8%. El incremento de los impuestos hasta el 21% ha colocado a nuestro país a la cabeza de Europa en tasas culturales. Italia aplica un impuesto del 10%, Alemania del 7% y Francia de tan solo un 5,5%. Reino Unido es el único país que se nos acerca, con un 20%, es decir, estamos al nivel de una de las economías más potentes del mundo sin ser nosotros nada de eso. Pero, y teniendo en cuenta el resultado del Brexit, pronto la diferencia de nuestros impuesto sobre el precio de las entradas cine con el del resto de la Unión Europea va a ser abismal.
Algunas de las consecuencias que hemos sufrido en estos últimos cuatro años y medio de IVA al 21% han sido, lógicamente, el descenso en el número de espectáculos representados y el cierre de salas de cine y pantallas. Según recoge El País, entre 2012 y 2015 hay 116 cines y 403 pantallas menos, y nos hemos perdido alrededor de 4.059 obras teatrales.
Es inevitable pensar que esta medida discriminatoria contra el cine está promovida más como una represalia, que por motivos económicos imparciales. Lo cierto es que la industria del cine de este país se ha mostrado siempre crítica con el actual gobierno, especialmente durante aquella gala de los Goya de 2003 y su "no a la guerra", a la que muchos achacan esta venganza política disfrazada de lucha contra el déficit.
Nuestro cine responde
La Unión de Asociaciones de las Industrias Culturales de España ha emitido un comunicado donde, además de celebrar la bajada parcial de los impuestos, se pregunta las razones objetivas para excluir al séptimo arte del acuerdo, y solicitan "que reconsideren, durante la tramitación de los presupuestos en el Congreso, la reducción del IVA Cultural también para las entradas de cine".
Algunos cineastas, como Paco León, también están aprovechando las redes sociales para protestar por esta injusticia ejercida contra el cine.
Un gobierno que no identifica al cine como parte esencial de la cultura de su país, discriminando a su industria y sus espectadores es una ?
? paco leon (@pacoleonbarrios) 31 de marzo de 2017
Durante estos cuatro años y medio, el gobierno ha recaudado con impuestos más de lo que ha otorgado en subvenciones, por lo que se entiende que el cine es una suculenta fuente de ingresos de la que no quiere desprenderse, pero que, pese a todo, sigue sin apoyar. Mientras que los países de nuestro alrededor son conscientes del valor de su cultura (Alemania ha aumentado las ayudas al cine en 150 millones), nuestro gobierno sigue sin cambiar de postura, impidiendo que en España se pueda crear la industria cinematográfica que merecemos.