Durante la tarde del pasado viernes 4 de diciembre, el Gobierno tomó medidas importantes que afectarán directamente a la forma de producir y exhibir cine en este país, y que seguro que estarán encantados de conocerlas todos los cinéfilos, aunque tenga mayor importancia para aquellos que se dedican profesionalmente al sector de la cinematografía.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, anunció la reforma de la Ley del Cine, aprobada en el Consejo de Ministros, que afectará a todas aquellas producciones españolas que opten a ayudas públicas para su financiación. Ahora, las ayudas a las películas se otorgarán a priori, y no después del estreno condicionadas por la recaudación.
Así pues, se ahorrarían los intereses, ya que normalmente los productores pedían un crédito al banco pensando en que, después del estreno, el Estado se haría cargo de la deuda. No obstante, la transferencia máxima que podrá recibir un film se ha reducido de 1,5 a 1,3 millones de euros, sembrando así el disgusto de los productores del país.
Ventanas de exhibición
Además de lo anteriormente comentado, también hay otra modificación muy importante a tener en cuenta. Hasta ahora, el Gobierno obligaba a todas aquellas películas que hubiesen recibido financiación pública a esperar tres meses después de su estreno en salas de cine para poder explotarlas comercialmente en otros formatos, tales como televisión o páginas web de video bajo demanda. Con la reforma, esta medida desaparece.