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CLÁSICO LYNCH

'El hombre elefante' en 20 curiosidades

Un 10 de octubre de 1980 se estrenaba en Estados Unidos el clásico de David Lynch 'El hombre elefante', nominada a 8 Oscars.

Por Alexander Zarate Ormaeche 10 de Octubre 2015 | 17:04

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Joseph Merrick (1862-1890) pasó de ser una atracción de feria a un fenómeno médico por las notorias malformaciones de su cuerpo, el caso más grave conocido del síndrome de Proteus, caracterizado por un crecimiento excesivo de la piel y desarrollo anómalo de los huesos. Los primeros síntomas se advirtieron cuando tenía año y medio. A los cuatro años ya se le apreciaba bultos en la piel y deformaciones en brazos y cráneo. El sobrenombre de el hombre elefante no es porque su madre fuera agredida por un elefante, sino por la voluminosa protuberancia de piel que se fue extendiendo sobre sus labios, de la cual le extirparon medio kilo en una dolorosa operación quirúrgica.

El hombre elefante

Muchos pensaron que con esa deformación física debía padecer algún tipo de retardo mental. Pero Merrick era un hombre de inteligencia por encima de la media, y excepcionalmente dulce y educado, nacido en ambiente de pobreza, que no pudo mantener su trabajo de liador de cigarrillos en una fábrica por la progresiva deformidad de sus manos, ni de vendedor ambulante porque el resto consideraba que no daba buena imagen al gremio. No podía dormir en posición horizontal porque sino, por el peso de su cráneo, moriría por asfixia. Así falleció, con 27 años.

El hombre elefante

Hay planos que residen en la propia memoria emocional como hitos, como si despellejaran la piel del corazón para alumbrarlo, como, en 'El hombre elefante' (1980), de David Lynch, el movimiento de cámara hacia el rostro conmocionado del doctor Treves (Anthony Hopkins), que no puede contener sus lágrimas, cuando contempla por primera vez a Joseph Merrick (John Hurt). Esa mirada de Treves es la que se adueña de la narración. La mirada es, de hecho, un elemento fundamental en la construcción tanto visual como narrativa. ¿Una figura como la de Merrick no pone a prueba cómo es nuestra forma de mirar?. En las primeras secuencias, Merrick es una figura entrevista en sombras, tanto cuando lo ve Treves en la feria como cuando es utilizado por él para la (re)presentación ante los otros médicos, perfilado entre las cortinas; un cuerpo 'degradado', como una mera muestra en la que advertir su anomalías físicas. Es un cuerpo incógnita, dependiente de lo que representa para el que le observa, no importa cómo él mira y siente (dan por sentado que su sensibilidad debe ser nula; es una cosa).

El hombre elefante

Merrick representa también la mirada de lo siniestro, de lo que inquieta, porque lo que no se comprende desestabiliza. Como esa caperuza con una sola abertura que cubre su cabeza. La cámara se sumergirá (como hará en 'Terciopelo azul' en la oreja, o en 'Carretera perdida' en la opaca negrura del estudio del músico) en esa oquedad para dar paso a sus terribles pesadillas, en las que se conjugan los extremos, la evocación de su madre y las torturas a las que le han sometido durante toda su vida, como el que le hagan verse en un espejo para disfrutar de su horror y desesperación. Hay, en cambio, otras secuencias orquestadas por las miradas que resultan más cálidas y empáticas, como la visita que realiza la actriz Madge Kendal a Merrick, que culmina con ambos recitando 'Romeo y Julieta' de Shakespeare, o la visita a la casa de Treves y su esposa, secuencias en las que se perfila la auténtica piedad y la mirada luminosa a través de ambas mujeres. Para celebrar que se cumplen 35 años de su estreno, 20 curiosidades.

1 Un cineasta en el tejado

El hombre elefante

Lynch trabajaba de techador cuando se le ofreció la oportunidad dirigir la película.

2 El cineasta underground, el inconsciente y la persecución de los judíos.

El joven productor Stuart Cornfeld planteó a Lynch que eligiera entre cuatro proyectos que le ofreció, y el cineasta optó por el de 'El hombre elefante'. Cornfeld y Lynch se lo propusieron a varias productoras, pero ninguna se mostró muy receptiva con la visión del cineasta. Cornfeld decidió planteárselo a Mel Brooks, a quien entusiasmó el guión, pero antes de decidirse a apoyar financieramente el proyecto con su productora, Brooksfilms, le preguntó a Cornfeld por qué creía que un cineasta underground era el indicado. Cornfeld contestó que le consideraba alguien que conocía bien el inconsciente de la mente, y eso era fundamental en 'El hombre elefante'. Mel Brooks replicó que debía pensar que estaba loco para apoyar a un principiante. Cornfeld le proyectó, entonces, 'Cabeza borradora' (1975), y Brooks quedó entusiasmado con aquella combinación de Ionesco y Beckett, realizada por un director expresionista, cual joven Max Reinhardt. Brooks, que era judío, incluso veía en el trato a Merrick una metáfora de la persecución que habían sufrido los judíos. Ya decidido a producirlo, fue él quien sería calificado de loco por los ejecutivos de la Paramount por querer embarcarse en tal proyecto.

3 El cómico de los pedos en la sombra

Mel Brooks

Mel Brooks sí remarcó que consideraba conveniente que no apareciera su nombre entre los títulos de crédito. Un cómico célebre por sus chistes de pedos no era el más adecuado reclamo. Muchos podrían pensar que era otra comedia en blanco y negro, que parodiaba los tópicos del género de terror, como 'El jovencito Frankenstein' (1974).

4 El cineasta gnomo con cuatro ojos

Mel Brooks pensaba que Lynch se asemejaría a un rollizo alemán en cuyas mejillas correrrían chorretones de grasa mientras comía embutidos, o que sería alguien con dos ojos a cada lado de la cara, como un cuadro de Picasso, pero se encontró con un atildado prototipo del joven americano blanco quien, por su chaqueta de cuero, le recordaba al aviador Charles Lindbergh. El productor de la Paramount Michael Eisner escribió en su libro 'Work in progress' que esperaba que Lynch fuera un gnomo, desaliñado, sucio e incontrolable. Y le sorprendió encontrar a alguien tan cortés que parecía una reencarnación del James Stewart de treinta cinco años atrás. O como le definió Mel Brooks, 'James Stewart de Marte'.

5 La negativa de otro joven genio

Se le ofreció el proyecto a El jovencito Frankenstein, que había sido admirado por 'Malas tierras' (1973) y 'Días del cielo' (1978), pero lo rechazó. Tardaría dos décadas en realizar otro proyecto, la sublime 'La delgada línea roja' (1998).

6 La cabeza borradora que no pudo ser hombre elefante

Eraser Head

Lynch había pensado en el actor Jack Nance, protagonista de 'Cabeza borradora' (1975), para interpretar a John Merrick, pero no fue considerado ni remotamente como opción.

7 El retorno de un director de fotografía

Las dos opciones que Lynch consideró para ser su director de fotografía fueron los británicos Christopher Challis ('La vida privada de Sherlock Holmes') y Freddie Francis (Oscar por 'Hijos y amantes', 1961). Lynch reconoció sus dudas con respecto al segundo, pese a ser su preferencia, porque no había trabajado en tal tarea desde 1964, centrado en la dirección, sobre todo en el género de terror. Stuart Cornfeld le dijo que nadie es grande si no se arriesga. Lynch se lo propuso a Francis, quien elaboró una de los más admirables trabajos de dirección fotográfica en blanco y negro de la historia del cine, en la línea de la labor que realizó en la magistral 'Suspense' (1961), de Jack Clayton.

8 El director orquesta que no pudo con un instrumento

David Lynch

David Lynch, además de encargarse de la dirección musical y diseño sonoro, como sería usual en su filmografía, se planteó él mismo diseñar el maquillaje. Se había encargado de los efectos especiales en su opera prima, 'Cabeza borradora', pero en este caso se sintió incapaz (y Brooks también consideraba que no debía descentrarse abordando demasiadas tareas). Quien se encargaría del diseño del maquillaje de Merrick fue Christopher Tucker, que había colaborado, sin acreditar, en el maquillaje de los diversos personajes de la secuencia de la cantina de 'La guerra de las galaxias' (1977) y, ya acreditado, había sido el responsable del departamento de maquillaje de 'Los niños del Brasil' (1978), de Franklin J. Schaffner.

9 La pesadilla de un rodaje

El primer día de rodaje, John Hurt empezó a tomar clara consciencia de los inconvenientes de portar tal maquillaje durante todo el rodaje. Se necesitaban ocho horas para aplicárselo, y dos para quitárselo. Llegaba a las cinco de la mañana, y rodaba desde el mediodía hasta las 10 de la noche. Era tan agotador, que trabajaba días alternos. Cuando llegó al set de rodaje la primera vez temía que la caracterización suscitara risas, lo que le hubiera hundido. Pero se creó un gran silencio, hasta que Anthony Hopkins dijo: "Probemos". Ese primer día Hurt llamó esposa, y le dijo: "Creo que han conseguido finalmente que odie la actuación'. Al menos, sí pudo conseguir fumar pese a la espesa capa de material prostético.

10 El hijo orco del hombre elefante

El señor de los anillos

Inspiraría el maquillaje del orco Gothmog en la trilogía de 'El Señor de los Anillos', de Peter Jackson, quien se refería a él durante el rodaje como 'El orco Joseph Merrick'.

11 Un maquillaje pionero

El logro creativo del maquillaje fue tan admirado que propició que se presionara a la Academia de artes y ciencias cinematográficas para que se añadiera un apartado en los Oscars en el que se premiara tal faceta artística. Y la presión fue efectiva. Al año siguiente, el primer Oscar sería para Rick Baker por 'Un lobo americano en Londres', de John Landis.

12 El abrigo del director

El hombre elefante

Mel Brooks se percató el primer día de rodaje de que Lynch no había sido muy previsor con las temperaturas británicas. No había traído un abrigo para protegerse del frío. Por eso, Brooks decidió comprarle un abrigo azul que el cineasta utilizaría cada día de rodaje.

13 Un director obsesionado con las hamburguesas

Lynch es un tanto obsesivo compulsivo con ciertas cosas. El tenía la fijación con las hamburguesas del local Bob's Big Boy Burgers de Los Ángeles, en donde precisamente había tenido su primer encuentro con Mel Brooks. Al ser en Londres el rodaje, su rutina se veía trastornada. Afortunadamente, pronto encontró un local que le satisfizo y ahí comió hamburguesas todos los días que duró el rodaje.

14 Las actrices que no se parecían en nada

El hombre elefante

Anne Bancroft interpreta a la actriz Madge Kendal, célebre actriz teatral de finales del siglo XIX e inicios del XX. John Gielgud, que encarna al director de hospital, trabajó en su juventud con Kendal. Por eso, consideraba que Bancroft no era la actriz adecuada, sobre todo porque no se ajustaba a la realidad con su interpretación. Gielgud declaró que Kendal debía estar revolviéndose en su tumba, porque que la mujer que él conoció, ya anciana, era el prototipo de mujer severa y circunspecta. Nada que ver con la exuberancia sonriente que transmite Anne Bancroft.

15 La lágrima memorable

El hombre elefante

Cuando Hopkins llora en la secuencia que ve por primera vez a Merrick, no estaba Hurt al otro lado de la cámara. Hopkins miraba fijamente a una fuerte luz, mientras se emocionaba pensando en su padre enfermo.

16 La inspiración para otro médico menos compasivo

Fue esta interpretación de Hopkins la que determinó que Jonathan Demme le eligiera para encarnar, en 'El silencio de los corderos' (1991), a un personaje como Hannibal Lecter tan opuesto a Frederick Treves. Hopkins le preguntó por qué, ya que Treves era un buen hombre. Demme replicó que Lecter también era un buen hombre, pero atrapado en una mente trastornada.

17 Los sueños que no fueron frustrados

Los ejecutivos de la Paramount sugirieron, tras asistir a un pase de la película, que se eliminaran las secuencias oníricas iniciales y finales. Pero Brooks fue firme y no transigió.

18 Los premios negados y conseguidos

'El hombre elefante' en 20 curiosidades

Consiguió ocho nominaciones en los Oscar, en los apartados de película, director, actor protagonista (John Hurt), guión adaptado, montaje, dirección artística, vestuario y música, pero no fue premiado en ningún caso. Si consiguió tres Baftas, los premios de la Academia Británica, mejor película, actor y dirección artística.

19 La inspiración para una joven estrella

Bradley Cooper

Fue la película que inspiró en Bradley Cooper el deseo de ser actor, tras verla de niño junto a su padre. Interpretó a Merrick en los escenarios en el 2013. En la versión teatral, de Bernard Pomerance, no se utiliza maquillaje. Quien interpreta a Merrick lo hace a través de la gestualidad física. La película de Lynch no adaptó la obra teatral, cuya primera escenificación fue en Londres en 1977, con David Schofield interpretando a Merrick. En Broadway, en 1979, sería Philip Anglim. En posteriores versiones. Bruce Davison, David Bowie, Mark Hamill o Billy Crudup.

20 ¿Dónde está Wallynch?

Lynch realiza un cameo casi imperceptible. Se encuentra entre la multitud que persigue a Merrick en la estación de tren, hasta que lo cerca en los baños públicos. Intentar identificarle es como jugar al '¿Dónde está Wally?' ¿Está de espaldas? ¿Porta un bombín?. ¿Dónde está Wallynch?