Habían pasado tres años desde que George Lucas estrenara 'Una nueva esperanza' (a España no llegaría hasta el 29 de septiembre del mismo año), revolucionando el mundo de cine y asentando de manera definitiva los cimientos de lo que hoy día conocemos como blockbuster, y también habían transcurrido tres años en la propia película.
En esta ocasión dirigida por Irvin Kershner y con guión de Lawrence Kasdan y Leigh Brackett, el 22 de mayo de 1980 llegaba a las carteleras norteamericanas la segunda entrega de 'La Guerra de las Galaxias', 'El imperio contraataca', quinta cronológicamente hablando. Como decía, la película se situaba tres años después de la destrucción de la mítica Estrella de la Muerte, y Luke Skywalkwer, Han Solo, la princesa Leia y la alianza rebelde estaban siendo perseguidos por Darth Vader y las fuerzas de élite del Imperio Galáctico.
Pero, más allá de la historia de amor entre Han Solo y Leia, de las traiciones, de la primera aparición de Yoda, sin duda alguna, la mayoría de los seguidores de la saga recordarán por encima de todo una frase, casi al final del film, que puede que probablemente en su momento fue el spoiler más tentador de contar de la historia de cine (aparte del nombre de un trineo): Luke, yo soy tu padre.
La película, por cierto, recaudó casi 540 millones de dólares a nivel mundial, convieritiéndose en el film más taquillero del momento, y si convertimos el valor del dólar a la actualidad, la película todavía se situaría como la doceava película más taquillera de la historia del cine.
