Peter Robert Jackson, nacido un 31 de octubre de 1961 en Porirua, en la zona metropolitana de Wellington, Nueva Zelanda. Casado desde 1987 con Fran Walsh, con quien fundó en 1993 Weta Digital, compañía dedicada a los efectos digitales en el cine y que ha realizado los efectos visuales de las trilogías de 'El Señor de los Anillos' y 'El Hobbit', 'Avatar', 'El origen del planeta de los simios' y 'El amanecer del planeta de los simios' o, sin ir más lejos, 'Batman v Superman: El amanecer de la Justicia' y 'El Libro de la Selva'.
Ganador de tres Oscar y padre de la Tierra Media cinematográfica, por gran parte del público de a pie el nombre de Peter Jackson es conocido por haber llevado a cabo la titánica tarea de trasladar a la pantalla el universo de Tolkien. Pero hay vida mucho más allá de las hordas de orcos y odiseas para deshacerse del anillo único, porque el neozelandés tiene un pasado cinematográfico que, lejos de renegar de él, le hace sentirse orgulloso por haber cimentado lo que a día de hoy es su carrera.
Creando lo que bien podría haber sido la Troma neozelandesa (salvando muchísimo las distancias, evidentemente), Jackson fundó su propia productora, WingNut Films, con la que ha llevado a cabo todas sus producciones, destacando el espíritu macarra y al margen de la industria de su primera etapa como realizador, esa en la que decidió rodar lo que quería, como quería y traspasando los límites que él consideraba.
'Mal gusto' y 'El delirante mundo de los Feebles' no fueron otra cosa que su carta de presentación antes de revolucionar el mundo del gore (y del cine, porqué no) con 'Braindead (Tu madre se ha comido a mi perro)', una de las películas más sangrientas (sino la más) de la historia del séptimo arte, adalid del cine más salvaje y cachondo convertida ipso facto en título de culto. Tres títulos que demuestran que el fanático de Tolkien se inició de una forma mucho más oscura que a lo que nos tiene acostumbrados actualmente.
A través de este especial vamos demostrar que el director más famoso de Nueva Zelanda siempre ha tenido un lado tenebroso y un tanto creepy en todas sus producciones. Y es que ya se sabe, que pese a que los litros de sangre no sean ya algo recurrente en su cine, la cabra siempre tira al monte...
El lado oscuro de Peter Jackson
'Mal gusto'
En 1987, Peter Jackson se armaba con una cámara de 16 mm de 25 años de antigüedad y con menos de 30.000 dólares rodaba 'Mal gusto', su debut cinematográfico convertido en título de culto por su carácter de gore festivo que en ningún momento se toma en serio a sí mismo.
¿De qué va?
Unos extraterrestres llegan a la Tierra, en concreto a un pueblo costero de Nueva Zelanda, donde empiezan a capturar a sus habitantes con la finalidad de poder utilizar su carne para una cadena de restaurantes de comida rápida intergalácticos.
Un equipo del AIDS (Astro Investigation & Defense Service) es enviado a la zona para acabar con los alienígenas, convirtiendo el lugar en un despiporre de sangre y vísceras.
¿Lo más creepy?
Estamos de acuerdo con que el título no está destinado a hace que el espectador se estremezca, sino para que se ría de lo lindo con las burradas típicas del splatter (Jackson se inspiró en el trabajo de Tom Savini, ya un genio de los efectos especiales por aquel entonces), pero hay que reconocer que la escena del "parto" de Derek (interpretado por el propio realizador) después de que haya atravesado con una motosierra a uno de los aliens y pronuncie la frase de "I'm born again!" mirando a cámara, solo podía surgir de una mente perversa.
'El delirante mundo de los Feebles'
Dos años después de 'Mal gusto', Jackson realizaba una sátira no exenta de mala baba en la que imitaba el universo de marionetas de Jim Henson llamada 'El delirante mundo de los Feebles'. Como si 'Los Teleñecos' hubieran sucumbido al lado oscuro y hubiesen sido vomitados a un mundo de vicio y perversión.
¿De qué va?
Una serie de historias entrecruzadas alrededor de un espectáculo de marionetas cuyo productor es una morsa y que cuenta en su equipo con conejos adictos al sexo, ratas pornógrafas, ranas drogadictas, zorros sodomitas y un largo etcétera.
¿Lo más creepy?
Marionetas cometiendo todo tipo actos obscenos y amorales, ¿hace falta decir más?
'Braindead. Tu madre se ha comido a mi perro'
Como no podía ser de otra forma, los distribuidores españoles decidieron añadir como subtítulo a 'Braindead' eso de 'Tu madre se ha comido a mi perro', algo que a día de hoy provocaría ampollas a los abanderados del anti-spoiler gratuito.
Con muchísimas referencias a clásicos de la talla de 'La noche de los muertos vivientes', 'Posesión infernal' y 'Re-Animator', Peter Jackson hizo su aportación al cine de zombis con un presupuesto de 3 millones de dólares. Considerada como la película más sangrienta de la historia necesitó más de 300 litros de sangre falsa para la mítica escena de la cortadora de césped.
¿De qué va?
Tras haber descubierto un extraño ejemplar de mono-rata en Skull Island (exacto, la misma en la que habita King Kong), éste es llevado a un zoológico en Nueva Zelanda, donde acudirán de visita romántica Lionel (Timothy Balme) y Paquita (Diana Peñalver), espiados por la posesiva madre de él, quien no aprueba la relación. En un descuido, la mujer será atacada por el mono-rata e iniciará un proceso de zombificación que sucumbirá en un festín de sangre y vísceras pocas veces visto en pantalla.
¿Lo más sangriento?
El bebé zombie saliendo de la cabeza de una mujer, un muerto viviente atravesando con el puño la boca de una chica, la madre comiéndose a un pastor alemán y más de 300 litros de sangre y un cortacésped. Maravilloso.
'Criaturas celestiales'
Tras tres títulos poco convencionales, Jackson adaptó una historia real a la gran pantalla, pero para ello no abandonó su humor negro y el tratar algo tan escabroso como uno de los crímenes que sacudieron a la sociedad neozelandesa en los años 50.
Fue nominada al Oscar y se llevó el León de Plata en Venecia en 1994, algo que pondría a Peter Jackson en el ojo de mira de los grandes estudios de Hollywood y dejaría de ser visto como "el neozelandés que rodaba películas gore".
¿De qué va?
Pauline (Melanie Lynskey) y Juliet (Kate Winslet) son dos amigas que entablan una relación amorosa que acaba provocando angustia y recelo en sus respectivas familias. Las jóvenes crean un mundo imaginario llamado Borovnia a donde huyen para evadirse de la realidad.
La presión de los familiares que se oponen a la relación derivará en un terrible suceso.
¿Lo más creepy?
Winslet (en su debut cinematográfico) y Lynskey encarnando a dos asesinas tan dulces como despiadadas.
'Agárrame esos fantasmas'
Pese a que no fuese un gran éxito en taquilla, es de agradecer que Peter Jackson optase para su quinto largometraje por una historia de espíritu puramente ochentero, protagonizada por un Michael J. Fox antes de retirarse del panorama del espectáculo debido al párkinson.
Con cierto reconocimiento dentro del cine de género (ganó el premio a los Mejores Efectos Especiales en el Festival de Sitges de 1996), es una de las comedias de terror más reivindicables del pasado siglo. Y recuperaba a Dee Wallace y Jeffrey Combs.
¿De qué va?
Frank Bannister (Fox) posee facultades extrasensoriales que no utiliza para el bien, sino para aprovecharse de la gente, y pedirá a unos fantasmas que colaboren con él para poder llevarse así un dinero como "cazafantasmas". Todo dará un giro de 180 grados cuando una serie de muertes inexplicables empiecen a asolar el pueblo.
¿Lo más creepy?
El espectro creado a imagen y semejanza de lo que popularmente está entendido como La Muerte, algo que el propio Jackson recuperaría en 'El Señor de los anillos: La comunidad del anillo', dando a los Nazgûl el mismo aspecto a modo de autohomenaje.
Orcos de la Tierra Media
En 2001 irrumpía en las pantallas de todo el mundo 'La comunidad del anillo', primera entrega de la trilogía de la Tierra Media basada en la obra de Tolkien, a la que siguieron 'Las dos torres' y 'El retorno del rey' en 2002 y 2003, respectivamente. 281 millones de dólares de presupuesto para las tres y casi 3.000 millones de recaudación la convirtieron en una de las franquicias más rentables de la historia del cine.
En 2012 volvería a la Tierra Media con una nueva trilogía, esta vez basándose en 'El Hobbit', la cual costó 978.500.000 dólares y recaudó 2.935.500.000 en todo el mundo. Formada por 'Un viaje inesperado', 'La desolación de Smaug' y 'La batalla de los cinco ejércitos'. Esta nueva trilogía fue peor recibida debido al abuso de CGI, algo ya presente en la primera trilogía aunque llevado hasta el extremo en esta ocasión.
¿Lo más creepy?
Como buen adaptador del universo de Tolkien, Peter Jackson dotó a sus orcos de una personalidad propia y bastante terrorífica que, pese a no desentonar con el tono de la franquicia, podrían ser perfectamente fuente de pesadillas para cualquiera.
'King Kong'
Fan confeso de la mitología de King Kong (recordemos que Skull Island es el nombre de la isla de 'Braindead'), después de 'El Señor de los Anillos' Jackson consiguió hacer realidad su sueño remakeando el film del gorila más famoso de todos los tiempos.
Pese a una épica un tanto desbordante y que algunos volvieron a acusarle de abusar del CGI, cabe reconocer que el film es mucho mejor de lo que podría haber sido.
¿De qué va?
Ann Darrow (Naomi Watts), una actriz de vodevil desempleada; Carl Denham (Jack Black), un empresario que quiere triunfar en la farándula; y Jack Driscoll (Adrien Brody), autor teatral, emprenden un viaje a una remota isla, donde Denham pretende rodar una película. Allí descubrirán a una tribu que adora a King Kong, un gorila gigantesco, que se convertirá en el blanco de Denham, quien pretende llevarlo a Nueva York y exhibirlo al mundo.
¿Lo más creepy?
Ni el propio gorila, ni los Tiranosaurios, ni la estampida de Braquiosaurios, ni siquiera Jack Black como cineasta frustrado. Lo más espeluznante de 'King Kong' es, sin duda, la tribu de nativos de Skull Island, que bien podría pasar a la historia como uno de los grupos indígenas a los que nunca te gustaría encontrarte en tus vacaciones paradisíacas.
'The Lovely Bones'
A muchos sorprendió el hecho de que Peter Jackson optase por adaptar el best-seller 'The Lovely Bones' tras haber estado embarcado tantos años en sus aventuras en la Tierra Media y recuperando a King Kong. El resultado, si bien no fue desastroso, sí que es uno de los títulos más soporíferos de su filmografía (casi como ciertos pasajes interminables de la trilogía de 'El Hobbit', sí).
¿De qué va?
Susie Salmon (Saoirse Ronan) es una chica de catorce años que ha sido asesinada y que observa desde su cielo el día a día de su familia y cómo un detective intenta resolver su caso.
¿Lo más creepy?
Stanley Tucci en la piel de George Harvey, el asesino en cuestión, sin ningún tipo de duda. Sus gestos y apariencia lo convierten en el vecino con el que jamás te gustaría coincidir a solas en el ascensor.