Corría el año 1998 cuando 'The Ring: El círculo' volvía poner el cine de terror oriental de moda. Habían pasado ya varias décadas desde que los éxitos de Kaneto Shindô ('Onibaba', 'Kuroneko') y Masaki Kobayashi ('El más allá') habían dejado claro lo que era el kaidan, ese tipo de historias de fantasmas japonesas que se remontaban al Japón feudal donde los espectros de largas cabelleras acabaron por convertirse en simbología del terror.
Con la llegada del título de Hideo Nakata y el casi inminente éxito a nivel mundial, una nueva hornada de películas sobrenaturales empezarían a gestarse, convirtiendo al lejano oriente (primero Japón, pero pronto se sumaron Corea del Sur, Hong Kong, Tailandia, Taiwán, China y algunos más) en una fuente inagotable de historias que contar. Autores de la talla de Kiyoshi Kurosawa o Takashi Miike empezaban a aportar sus granitos de arena al género, ya sea con thrillers policíacos que jugaban al terror como en el caso de 'Cure', o con dramas convertidos en torture porn como bien lo fue 'Audition'.
El boom del J-Horror
Sin embargo, no sería hasta el comienzo del siglo XXI cuando empezarían a llegar toda una serie de títulos que venían dispuestos a convertirse en un nuevo fenómeno de masas tan grande como Sadako (muy pocos lo consiguieron), y en las pantallas de casi todo el planeta empezaron a hacerse familiares las historias de venganzas sobrenaturales con mujeres fantasmales como principal antagonista. Primero fue el J-Horror (como bien indica su nombre, "terror japonés"), pero pronto empezaron a forjarse las entidades del K-Horror, del Thai-Horror y del cine de género del resto de países orientales.
En el presente especial, y a modo de guía para tener en cuenta lo mejorcito que nos ha llegado desde la otra punta del mundo durante estos últimos años, seleccionamos las doce mejores películas de terror oriental que llegaron a partir del año 2000, títulos que hablaron de la revolución tecnológica, de la soledad en la sociedad japonesa, de las costumbres tan arraigadas en según que lugares. No están todos los que son, pero sí son todos los que están, y todos y cada uno de ellos merecen la pena, mucho más que sus remakes.
El mejor terror oriental de los últimos años
'Pulse (Kairo)'
En el 2001, Kiyoshi Kurosawa estrenaba 'Pulse (Kairo)', uno de los primeros títulos de la oleada del J-Horror.
Su historia se nos presentaba con Michi (Kumiko Asô), un joven que acudía a casa de un amigo de quien hace un tiempo que no tiene noticias. Tras su encuentro, se lo encontrará ahorcado. De forma paralela, Ryosuke (Haruhiko Kato) se conecta a Internet por primera vez, dando con una web donde se pregunta si quiere ver un fantasma.
Del mismo modo en el que 'The Ring: El círculo' había utilizado la tecnología (la cinta de vídeo) como instrumento de transmisión de maldiciones, esta vez el mal se propagaba a través de algo casi primitivo por aquel entonces: el ciberespacio.
Tuvo un aberrante remake en 2006, 'Pulse (Conexión)', escrito por un Wes Craven en horas bajas.
'La maldición'
Takashi Shimizu nos contó en 'La maldición' lo que ya había hecho en el 2000 con 'Ju-on' (a su vez basada en un cortometraje suyo).
Según el folclore japonés, cuando una persona fallece dentro de una casa a causa de una gran pena o rabia, el sentimiento quedará latente entre las paredes de la casa, contagiando a todo aquél que se acerque, haciendo que el mal se manifieste y se expanda como una tela de araña.
Megumi Okina interpreta a Rika, una joven que está al cuidado de una anciana en una casa donde suceden lo que parecen sucesos paranormales que tienen que ver con un niño de seis años que encontrará en el piso de arriba. La maldición comenzará a extenderse alcanzando unas cotas insospechadas de pesadilla.
Tuvo tres secuelas, 'La maldición 2', 'Ju On: Beginning of the End', 'Ju On 4: The Final Curse'; dos spin offs, 'Ju On: Girl in Black' y 'Ju On: Old Lady in White'; un crossover, 'Sadako vs. Kayako'; y un remake, 'El grito', y sus secuelas, 'El grito 2' y 'El grito 3'.
'The Eye'
Los hermanos hongkoneses Danny Pang y Oxide Pang Chun no se quedaron atrás en la explosión del J-Horror de principios de siglo, y rodaron uno de los títulos más recordados de aquel boom de fantasmas de tez pálida y largas cabelleras.
'The Eye', co-producción entre Hong Kong y Singapur, cuenta como Mun (Angelica Lee) una mujer que ha sido ciega desde los dos años, se somete a una operación de trasplante de córneas. Con la visión recién recuperada, pronto se dará cuenta de que puede ver cosas que el resto de personas no, y que le comunican directamente con el mundo de los muertos.
Tuvo tres secuelas, 'The Eye 2 (El ojo)', 'The Eye... Infinity' y 'The Child's Eye', todas ellas dirigidas por los hermanos Pang; además de dos remakes, uno indio, 'Naina', y otro yanqui protagonizado por Jessica Alba, 'The Eye (Visiones)', y del que es mejor alejarse.
'Suicide Club'
Sion Sono escribió y dirigió 'Suicide Club', en el que una oleada de suicidios a lo largo y ancho de Japón parecen tener como conexión a un nuevo grupo musical llamado Deserts.
Siendo una crítica hacia el sistema japonés e intentando hacer una radiografía un tanto macabra del mismo, cuenta con algunas escenas memorables, como por ejemplo la que abre la película, en la que 54 estudiantes se lanzan a las vías del tren.
'Llamada perdida'
El prolífico Takashi Miike se apuntaba al carro del J-Horror en el 2003 con 'Llamada perdida', título en el que una maldición se propagará a través del teléfono móvil. Nuevamente, Japón volviendo a utilizar la tecnología como método de transmisión del mal, después de la cinta de vídeo e Internet.
En esta ocasión, un extraño tono de llamada es el que hace sonar el móvil, dejando un mensaje en el buzón donde se puede oír cómo morirá la propia persona que lo está escuchando, como si de un avance se tratase.
Contó con dos secuelas, 'El pozo', que ahondaba en la historia del fantasma vengativo, y 'Llamada perdida final', donde un grupo de potenciales víctimas adolescentes se encargaba de reenviarse las llamadas al más puro estilo 'Battle Royale'. También tuvo un remake, 'Llamada perdida', del que es mejor no decir nada.
'Dos hermanas'
A Kim Jee-woon le debemos uno de los títulos más sugerentes del género de terror oriental, en concreto de Corea del Sur, que es la nacionalidad de 'Dos hermanas', basada en una leyenda popular.
Pese a no ser un título nipón, la película de Jee-woon funciona a la perfección como ejemplo kaidan, en el que dos hermanas deberán hacer frente a una terrible madrastra y a las apariciones de un ente dispuesto a hacerles pagar por algo que deberán desentrañar.
Excesiva, elegante y con un desenlace tan rocambolesco como sorprendente, fue inevitable que pasase por la máquina remakeadora, la cual dio pie a 'Presencias extrañas' en el 2009.
'Three... Extremes'
Como no podía ser de otra forma, si hablamos de cine de terror oriental no podía faltar la antología de terror de turno. En este caso, Hong Kong, Japón y Corea del Sur se convierten en los tres vértices de un triángulo que dará a luz 'Three... Extremes', la cual contiene las historias 'Dumplings', 'Box' y 'Cut', dirigidas por Fruit Chan, Takashi Miike y Park Chan-Wook, respectivamente.
En la primera, la señora Lee combatirá la depresión a la que le ha llevado su envejecimiento con los dumplings de Mai, cuya receta contiene un secreto. En la segunda, Kyoko deberá hacer frente a un sentimiento de culpabilidad que se hace insoportable y que tiene que ver con haber matado a su propia hermana. En la última, un director de cine es secuestrado por un maníaco que se dispone a torturar a su esposa.
'Shutter: El fotógrafo'
Desde Tailandia, llegaba en 2004 'Shutter: El fotógrafo', título dirigido por Banjong Pisanthanakun y Parkpoom Wongpoom que se unía a la moda del J-Horror y se alzaba como gran ejemplo del Thai-Horror.
En ella, una pareja atropella accidentalmente a alguien en mitad de la noche en una zona rural. Sin prestar auxilio y dándose a la fuga, pronto empezarán a ser testigos de una serie de extraños fenómenos que están poniendo sus vidas al borde de un abismo. Todo acabará derivando en un espeluznante final con sorpresa incluida.
Cómo no, contó con un remake en 2008, 'Retratos del Más Allá (Shutter)', protagonizado por Joshua Jackson.
'The Host'
En 2006 Bong Joon-ho dirigía una de las mejores monster movies del cine reciente, en la que una criatura mutante empieza a sembrar, a plena luz del día, el terror por las calles de Seúl. Cuando el monstruo se lleve a la hija de un humilde quiosquero, éste emprenderá su búsqueda.
El cine de terror sobrenatural parecía haber tocado techo, es por ello que quizá 'The host' supuso toda una bocanada de aire fresco para el fantástico originario del lejano oriente, y el cual demostraba que no solamente los japoneses eran los que podían tratar en el cine a los monstruos gigantes que siembran el pánico en las ciudades.
'I am a Hero'
Basada en el manga homónimo, Shinsuke Sato presentó en 2015 'I am a hero', una de las mejores películas de zombis del cine actual, en la que se conjugan a la perfección gore, comedia y acción.
En ella, Hideo Suzuki (Yo Oizumi) es un dibujante harto de la vida que lleva, quien verá como el mundo se está volviendo loco desde que tenga que enfrentarse a su novia, convertida en un muerto viviente. A partir de entonces, emprenderá una huida que le acabará uniendo a un grupo de supervivientes que lucha contra la infección.
'El extraño'
A ratos thriller y a ratos drama costumbrista con toques de humor negro, si hay una forma en la que 'El extraño' funciona a la perfección es como momumental pieza de horror, donde tienen cabida los elementos del folclore rural coreano, exorcismos, posesiones, fantasmas, rituales y demonios.
Hong-jin Na firma una de las películas de terror más ambiciosas y complejas de los últimos años, no solo por todas las capas que de ella se pueden desprender, sino por la inconmensurable sensación de desasosiego y malestar que provoca con todos sus vaivenes y formas de jugar con el espectador, a quien lleva a través de un laberinto del horror pocas veces visto en pantalla.
'Train to Busan'
Si 'I am a hero' funciona como gran apuesta de zombis venida desde Japón, 'Train to Busan' bien podría ser su homóloga coreana.
Dirigida por Yeon Sang-ho, esta adrenalítica historia nos presenta a un grupo de pasajeros de un KTX, un tren de alta velocidad que cubre el trayecto Seúl-Busan, quienes deberán hacer frente a la infección zombi que ha comenzado a asolar Corea del Sur y que, desgraciadamente, ha llegado a colarse en uno de los vagones.
El mismo realizador dirigió una precuela animada, 'Estación de Seúl', la cual funciona como complemento ideal.
