La compra de la marca 'El Señor de los Anillos' por Amazon vino cargada de inquietud y sorpresa por parte de los fans por saber qué harían con ella. La trilogía de 'El Hobbit' no supo satisfacer a prácticamente nadie, así que el interés estaba por las nubes. Sin embargo, los detalles sobre la producción han brillado por su ausencia.
Oficialmente, lo único que se puede afirmar es que los guionistas de 'Star Trek: En la oscuridad' fueron contratados para desarrollar de nuevo la Tierra Media. Bien es cierto que en las últimas semanas ha habido cierto ruido ya que la cuenta oficial de Twitter de la serie tuiteó un mapa y una frase de la que se podían deducir ciertas cosas sobre el futuro de la producción, pero es solo eso, suposición.
Encerrados en el Abismo de Helm
Ahora bien, ¿cuál es el motivo de tanto secretismo? Al parecer, desde Amazon no quieren dar ninguna pista sobre por dónde irán los tiros, llegando al extremo de nada menos que prácticamente encerrar a los guionistas en una estancia segura con guardias de seguridad de por medio. Por loco que pueda parecer, esto no es ninguna hipérbole, ya que la misma Jennifer Salke (jefa de Amazon Studios) lo explicó personalmente en una reciente entrevista a The Hollywood Reporter
"La habitación tiene todas sus ventanas completamente cerradas. Hay guardias haciendo vigilancia en el exterior, y para entrar hay que poner la huella dactilar, porque dentro hay información sobre toda la temporada". Leyendo esto, cualquiera diría que es más fácil entrar en el Pentágono que en las oficinas de Amazon.
Por supuesto, esta serie no es la primera en sorprendernos por lo lejos que son capaces de llegar para mantener en secreto su argumento. 'Juego de Tronos' ya nos sirivó a todos como terapia de choque, ya que desde HBO llegaron al punto de crear guiones ficticios, rodar secuencias falsas o usar drones para evitar miradas indeseadas. 'Dunkerque', de Christopher Nolan, demostró que la vigilancia extrema no es solo cosa de la ficción televisiva: en el cine se lleva haciendo años.
En definitiva, solo queda ponernos en manos de Amazon y rezar porque no se retrasen demasiado los primeros vistazos a la Tierra Media, aunque a quién queremos engañar, seguramente hasta que pase la fiebre de los Tronos ni nos acordaremos de que existe.
Curiosidades de Ian McKellen
Salió del armario en 1998
McKellen ocultó su orientación sexual tanto a su familia como a sus colegas de profesión durante muchos años, ya que según él no veía razones para hacerla pública. Todo cambió en 1998, el año en el que Margaret Thatcher propuso la legislación de la Sección 28 en el Reino Unido, según la cual la "promoción pública de la homosexualidad" sería considerada un crimen. De esta manera, Thatcher proporcionó al actor la razón que buscaba para salir del armario, y así lo hizo durante una entrevista de radio para la BBC. Desde entonces, el actor ha seguido luchando muy visiblemente por los derechos de la comunidad LGBT, convirtiéndose en uno de sus abanderados más prominentes. Paradójicamente, una de las últimas acciones de Thatcher como Primera Ministra antes de morir fue recomendar al actor para el título de Caballero.
No le gusta demasiado el término 'Sir'
Ian McKellen fue nombrado Comandante de la Orden del Imperio Británico en 1979, y en 1991 recibió su título de Caballero por su contribución al desarrollo de las artes escénicas en el Reino Unido. Sin embargo, según reconoció en una sesión de preguntas con los internautas de la página reddit, prefiere que el término no se use en el contexto de su trabajo como actor.
Actuación como terapia
Ian McKellen se interesó por la interpretación desde bien pequeño. Aunque originalmente consideró perseguir una carrera como periodista, finalmente decidió convertirse en actor de manera profesional tras la muerte de su madre. McKellen eligió el camino de la actuación para hacer más llevadera su pérdida, y también como válvula de escape de la escuela, donde sufría el acoso constante de sus compañeros.
Mal consejero
La de Ian McKellen y Patrick Stewart es una de las amistades más longevas y sólidas del mundo del espectáculo. Los dos míticos actores británicos deleitan a menudo a sus fans en las redes sociales con fotos de sus entrañables y divertidos encuentros, en los que ambos se suelen dedicar efusivas muestras de cariño. Pero McKellen ha confesado recientemente ser un mal consejero de su amigo, ya que le recomendó decir que no a 'Star Trek'. Menos mal que este no le hizo caso y se convirtió en el icónico Capitán Picard. Y menos mal que esto no rompió su bonita amistad.
Rechazó ser Dumbledore
Ha sido Magneto en 'X-Men', Gandalf en 'El Señor de los Anillos', y podía haber sido un tercer personaje de culto en otra gran saga fantástica, 'Harry Potter', pero en 2004 Ian McKellen rechazó ocupar el papel de Dumbledore tras la muerte de Richard Harris. Warner Bros. ofreció el puesto a McKellen, pero este dijo que no, dando como razón que no podría aguantar el peso de interpretar a otro personaje tan "legendario" después de Galdalf. Sin embargo, recientemente el actor ha desvelado el verdadero motivo, que no es otro que la poca estima que Harris le tenía en vida: "No hubiera podido asumir el papel de un actor que conocía y que no aprobaba mi trabajo", desveló McKellen en abril de 2017 en el programa de la BBC 'HARDtalk', haciendo referencia a unas declaraciones de Harris en las que este criticaba a McKellen y otros intérpretes por ser "técnicamente brillantes pero sin pasión".
LGBT-Men
Poco después de salir del armario públicamente, Ian McKellen aceptó el papel de Magneto en 'X-Men'. Según ha reconocido en varias ocasiones, una de sus motivaciones para embarcarse en el proyecto fue el hecho de que, como homosexual, se sentía muy identificado con la lucha de los mutantes de Marvel. El tema central de las películas de 'X-Men' es la discriminación hacia los mutantes por una condición que no pueden cambiar, una experiencia que McKellen ha vivido en muchas ocasiones por su condición sexual. Tanto en su larga historia en los cómics como en la trayectoria de la saga en el cine, muchos han entendido el conflicto de los mutantes como una metáfora de la lucha por los derechos de la comunidad LGBT, algo que su director, Bryan Singer (también abiertamente gay) ha corroborado.
El Sherlock más anciano
Sherlock Holmes es uno de los personajes más emblemáticos de la literatura, y como tal, ha sido encarnado por multitud de intérpretes en cientos de iteraciones para el cine, el teatro y la televisión. En 2015, McKellen volvió a las órdenes de Bill Condon (con quien trabajó en 'Dioses y monstruos', valiéndole una nominación al Oscar) para encarnar a la versión anciana del detective creado por Arthur Conan Doyle en 'Mr. Holmes', convirtiéndose a los 74 años en el actor de mayor edad en interpretar a Sherlock Holmes.
Fue Nosferatu
McKellen ha interpretado a un gran número de personajes clásicos, pero lo que no saben muchos es que fue Nosferatu en un videoclip de la banda británica Pet Shop Boys, 'Heart'. En el clip musical, realizado en 1987, el actor aparecía caracterizado como una versión "suavizada" del famoso vampiro en un homenaje en clave romántico del clásico mudo de F.W. Murnau.
Recuerdos de 'El Señor de los Anillos'
Como el resto de sus compañeros de reparto en 'El Señor de los Anillos', McKellen se llevó como recuerdo del rodaje en Nueva Zelanda un tatuaje a juego con los demás miembros de la Compañía del Anillo: el número nueve en élfico en el hombro derecho. Pero este no fue el único souvenir que el actor se llevó del set. Según confesó hace poco, McKellen "robó" un juego de monedas de la Tierra Media que Peter Jackson estuvo buscando hasta hace poco.
Extraña pareja
Como ya hemos visto, Ian McKellen y Patrick Stewart son el paradigma de los buenos amigos, pero McKellen tiene otra amistad algo más sorprendente, Monica Lewisky. El actor la conoció en la ceremonia de los Oscar de 1999, donde este acudía nominado por 'Dioses y monstruos', y más adelante la llevó como acompañante a la premiere británica de la misma película. En 2002, Lewinsky fue la encargada de entregarle el galardón a hombre del año en los premios de la revista GQ.