Con 'El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos', cerramos el círculo y decimos adiós a la adaptación de Peter Jackson de las historias de J.R.R. Tolkien a la gran pantalla. 'El Señor de los Anillos' y 'El Hobbit' han sido dos trilogías que han levantado mucha expectación en las salas de cine, aunque la primera lo hacía de una manera brutal. Quizá con 'El Hobbit' ya no tengamos la sorpresa que supusieron las aventuras de Frodo Bolsón, incluso muchos rechazaron al principio esta nueva saga, tan parecida y a la vez tan distinta a 'El Señor de los Anillos', pero sin duda han sido un antes y un después en la historia del cine y, por ello, creemos que es menester hacer un breve repaso a lo que han supuesto en todos estos años.
Tolkien para todos los públicos
Uno de los mayores logros de Peter Jackson ha sido compartir con todos los rincones del mundo su pasión por Tolkien. Aunque se trate de un autor de referencia en la literatura, leído por varias generaciones desde la publicación de 'El Hobbit' en 1937 y de 'El Señor de los Anillos' en 1954, las trilogía de Jackson lo ha llevado a un estado de absoluto conocimiento, levantando de nuevo el interés por Tolkien casi 50 años después. Desde entonces, los libros han vuelto a ser un éxito de ventas, el público que sigue a Tolkien gracias a las películas quiere adentrarse más en la Tierra Media, y consume todo el material referente a ese mundo, incluso aprenden a hablar élfico.
Por otro lado, la fantasía, como ocurre también con a ciencia ficción, es un género que no tiende a generar blockbusters, siempre sujeto a un no numeroso público fiel. Pero, y como también ocurrió con 'Star Wars', aparece la excepción, el boom, la película indiscutible que llena las salas de todo tipo de púbico. Y es que lo difícil de que una película de fantasía se llegue a considerar una obra maestra, o por lo menor cercana a ello, es un aspecto visual que convenza. Y con estas sagas así ocurrió, pues con escenarios, criaturas y fenómenos mágicos que impresionan, y que ves que dentro de unos años van a seguir haciéndolo, tienes casi todo ganado. Si lo juntas con historias interesantes, bien contadas, con un buen ritmo y carisma en sus personajes, tienes 'El Señor de los Anillos' y 'El Hobbit'.
La prueba de ello fue cómo 'El Señor de los anillos: El retorno del Rey', arrasó en su edición de los Oscar, que en un ejercicio de retroactividad se llevó su edición lo equivalente a las tres películas: las 11 categorías a las que estaba nominada, llevando a esta a saga a sumar 17 estatuillas, 10 BAFTA y 4 Globos de Oro. Y lo sorprendente fue como le salió bien la jugada a Jackson, recordemos que rodó las tres películas seguidas: si juegas bien esas cartas obtienes como resultado un ahorro de dinero considerable, pero si te sale mal y la primera película es un fracaso, te quedas con horas y horas de metraje guardadas en un cajón.
Marcando generaciones
Pero, más allá de la importancia que hayan tenido para el cine y el mundo de la fantasía las sagas de 'El Señor de los Anillos' y 'El Hobbit', hay un factor indiscutible para muchas personas. Todas las generaciones tienen una o varias sagas de la infancia/juventud que les marca, ocurrió con las diferentes de 'James Bond', con 'Star Wars', 'Indiana Jones', 'Parque Jurásico', etcétera, y en 2001 llegó 'El Señor de los Anillos'. Los años del cine de fantasía podríamos decir, pues contemporánea a ella fue 'Harry Potter'. Esos adolescentes ya se hicieron mayores cuando salió 'El Hobbit', y, reticentes al principio, supieron valorar la magia y el encanto de las aventuras de Bilbo, sentados en las salas al lado de los nuevos jovencillos que dentro de unos años recordarán 'El Hobbit' con nostalgia.
'El Hobbit', un vuelco a la Tierra Media
Y es que 'El Hobbit', como decíamos antes, es parecida y diferente a 'El Señor de los anillos': parecida porque es Peter Jackson, es la Tierra Media, y es una historia que inicia las "andanzas y andaduras" del anillo. Es muy diferente porque se trata de dos grandes historias contadas de diferente manera. 'El Señor de los anillos' consta de tres densos volúmenes con muchos matices, complejas historias, un mundo muy grande con muchas razas, reyes, súbditos, hijos, padres, etc. 'El Hobbit', todos lo hemos visto en papel, por eso chocó al púbico en un principio que se convirtiera en trilogía. 'El Hobbit' es un breve cuento de aventuras, las aventuras de Bilbo Bolsón y sus compañeros, que Peter Jackson ha decidido adornar con muchos otros materiales de Tolkien. Así, ha sabido mantenerse continuista a la vez que nos ofrece una saga nueva, fresca y que fue ganándose al público entrega tras entrega.
Además, 'El Hobbit: Un viaje inesperado' venía especiada con los adelantos de su tiempo. Fue la primera película del cine rodada a 48 fotogramas por segundo o High Frame Rate, generador de mucha expectación, además de que ahora ofrecía un 3D que no habíamos podido disfrutar en la trilogía anterior. También se nos han, gracias al paso del tiempo, ofrecido unos efectos especiales más pulidos, que se materializaron muy bien en el nivel de detalle alcanzado por Gollum.
Andy Serkis y la revolución del CGI
No podemos olvidarnos de la popularidad que alcanzó la interpretación de personajes mediante CGI, gracias a Andy Serkis. Gollum se convirtió en uno de los personajes más inolvidables del cine, y Serkis demostró cómo este tipo de actuación puede mirar cara a cara a las del clásico actor frente a la cámara, sin trajes ni adaptación informática de por medio. Aún esperamos que un actor CGI se lleve un premio Oscar.
Aun así, ambas trilogías nos dejan personajes a los que hemos cogido un cariño enorme, ya asociados a sus respectivos actores: Elijah Wood, Martin Freeman, Ian McKEllen, Viggo Mortensen, Orlando Bloom, Hugo Weaving, Richard Armitage, Christopher Lee, Sean Astin... no podríamos parar.
En conclusión, despedimos a la Tierra Media con muy buen sabor de boca, agradecidos a Peter Jackson y todos aquellos que nos acercaron, en dos ocasiones, el universo de Tolkien a nuestras pantallas de cine. 'El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos' se encuentra actualmente en proyección para que podamos meternos, por última vez, en las carnes de un valiente hobbit. Peter Jackson está, comprensiblemente, un poco cansado de la Tierra Media, pero ¿volverá en un futuro a las andadas con pies descalzos y peludos?