He pasado ya unas cuantas noches en vela por culpa de los Oscar, ya fuera como espectador o como humilde narrador para esta web. He visto cómo unas galas mantieneN el tipo y cómo otras se convierten en algo casi imposible de aguantar. Pero nunca había visto ni cubierto los Emmy. Puede que sea por la novedad, pero esta 68 edición me ha mostrado lo que nunca pensaba que vería en una velada con una lista tan larga de premios: me ha enseñado lo que es hacer una ceremonia de entrega de premios perfectamente engrasada.
A pesar de la duración, el ritmo frenético ha permitido que uno sea incapaz de aburrirse con ella. Los premios iban cayendo como disparados con metralleta, casi no daba tiempo a digerirlos, a criticarlos o celebrarlos. Pero se disfrutaban, al igual que el resto de la gala. Jimmy Kimmel ha hecho un buen trabajo al frente de la ceremonia al estar el tiempo justo sobre el escenario, y no distraer con muchos artificios. Grandioso su momento con Matt Damon o con los niños de 'Stranger Things', aunque Ellen DeGeneres ya usara el truco de la comida antes. Kimmel intentó colar algún que otro chiste político por el camino, pero esos no le quedaron tan bien, o al menos no fueron tan bien recibidos como los sandwiches de su madre.
Sin números musicales. Sin presentaciones extrañas o espectáculos de variedades (y eso que de esto último hay hasta premios). Sin perder el tiempo. Se sale, se entrega premio, se agradece, sube la música y se continúa. Así han sido estos Emmy. Quizás dirán que hay poco que destacar de esta noche, pero a continuación demostraremos que no ha sido así. Que no haya habido un petardazo no implica el fracaso. Otras intentan entretener con diferentes sketches o actuaciones, y lo único que hacen es lastrar. Aquí los importantes son los premios, que es por lo que estamos despiertos.
Sangre fresca, sangre nerd
Hablando de premios, a ese respecto pocas sorpresas hemos visto, pero las que hay son importantes. Como suponíamos, 'Juego de Tronos' se ha coronado como la reina de las series un año más llevándose Mejor Serie de Drama y un par de premios más para 'La Batalla de los Bastardos', el episodio más premiado de la historia. El show en general ya es el más premiado por los Emmy de la historia, desbancando a 'Frasier'. Ahí es nada. 'Veep' y Julia Louis-Dreyfus repitieron como Comedia y Mejor Actriz de Comedia, al igual que Jeffrey Tambor. Dos de los mejores discursos de la noche. Quizás las mayores sorpresas vinieron a cargo de Louie Anderson por 'Baskets', Ben Mendelsohn por 'Bloodline' y Tatiana Maslany, que por fin consigue que su trabajo interpretando (magistralmente) a tantos personajes de la misma serie den sus frutos. La Academia de la Televisión sorprendió, precisamente, dando los premios a jóvenes talentos como Maslani y Rami Malek en las categorías de Mejores Interpretaciones de Drama. 'Juego de Tronos', en lo que es actores, se fue de vacío. Quizás por las críticas que recibieron en los últimos años de que eran unos premios demasiado predecibles les han animado a apostar por sangre fresca y por ganadores nuevos en varias categorías. Los geeks estarán encantados con los premios de esta noche.
Pero el rey de esta noche ha sido Ryan Murphy y su 'American Crime Story', que se ha llevado cinco estatuillas, incluida Mejor Miniserie. Y ha sido una demostración de diversidad, cuenta que el cine tiene todavía pendiente. Eso sí, como Jimmy Kimmel señalaba al principio de la noche, que no parezca que hacen esto solo para poder darse palmadas en la espalda y celebrar lo inclusivos que son. Queda todavía mucho por hacer.
En definitiva, aunque sin muchos sobresaltos, los Emmy de 2016 aprueban con nota, sobre todo por la efectividad de la ceremonia. Con este ritmo, hasta los Goya parecerían divertidos. Repasemos ahora los mejores momentos de la gala:
Los mejores momentos de los Emmy 2016
El discurso de Julia Louis-Dreyfus
Aunque ya es la quinta vez consecutiva que se lleva el premio a la Mejor Actriz de Comedia, Julia Louis-Dreyfus demostró ser toda una experta en llevarse al público en el bolsillo. Lo hizo con un discurso en el que consiguió colar humor ("Pido perdón por forzar el clima tan inestable que hay ahora mismo en la política. 'Veep' empezó como una serie desenfadada y ahora parece un sobrio documental") y terminó haciéndonos sacar a todos los pañuelos dedicando el galardón a su padre, que había fallecido muy recientemente.
El discurso de Jeffrey Tambor
Jeffrey Tambor volvió a ganar el Emmy por su maravilloso papel en 'Transparent', y debería haberse llevado otro por su discurso. No solo pidió que se dieran más oportunidades a las personas transexuales en la industria de la televisión (y el cine), sino además que cerró con un contundente: "No sería infeliz si fuera el último hombre cisgénero que interpreta a una mujer transgénero en televisión. Tenemos trabajo que hacer".
Ha sido un año con discursos bien potentes. Jill Soloway, directora de 'Transparent', agradeció poder formar parte de "un movimiento" que da voz a los que normalmente no la han tenido, y cerró con un grito de "¡Abajo el patriarcado!".
Ha sido un gran año también para la diversidad, gracias a premios como los que han conseguido Sterling K. Brown, Regina King o Courtney B. Vance, y por papeles por los que el discurso del año pasado de Viola Davis probablemente se sentiría orgulloso. Queda mucho por hacer, como dice Jeffrey Tambor, pero se va notando la intención.
Los sandwiches de 'Stranger Things'
Aunque Ellen DeGeneres ya consiguió el "efecto campechano" con el pizzero que repartió porciones entre los invitados de los Oscar, no vamos a negar que ha sido un momentazo ver a los niños de 'Stranger Things' apareciendo con sus bicicletas por los pasillos. Llevaban sandwiches de crema de cacahuete y mermelada, hechos por la madre de Jimmy Kimmel, a los más hambrientos. Taraji P. Henson casi salta tres filas pidiendo uno, y Sofia Vergara lo degustó para todos nosotros frente a la cámara.
Mención especial para ese baile que se marcaron y que no vimos en la gala.
Jimmy Kimmel... y Matt Damon
Jimmy Kimmel aprueba como maestro de ceremonias con un trabajo directo y efectivo, aunque algunos chistes, sobre todo los políticos, fueran recibidos con bastante indiferencia. Una pena que no se haya explotado más el momento en el que anunció que Bill Cosby (en pleno juicio después de que un buen número de mujeres le denunciaran por acoso) iba a salir a presentar un premio, y que solo fuera para ver las caras de los invitados (algunas reacciones eran para enmarcar). Pero, sin duda, el mejor momento del presentador fue el que compartió con su "enemigo" Matt Damon, que le toreó después de haber perdido el Emmy al Mejor Talk Show frente a John Oliver. Descacharrante Damon con su manzana, preguntándole si había perdido y diciéndole que era una pena, pero lógico, y que si le iba a ver luego en la fiesta de después, a lo que Kimmel respondió: "¿Qué fiesta?".
Leslie Jones vuelve a robar nuestro corazón
Si es que hay que quererla. La actriz de 'Cazafantasmas' salió al escenario acompañando a los notarios, cuya labor es que nadie robe el sobre con los resultados de las votaciones. Ella aprovechó para decir que "eso no lo quiere robar nadie" y les sugirió: "Si queréis proteger algo, proteged mi cuenta de Twitter", que ha sido hackeada junto a su página web en varias ocasiones por grupos de energúmenos. "Yo solo quería sentirme bella". Para nosotros, eres la más bella, Leslie.
Mención especial para su compañera Kate McKinnon, que ha sido la primera actriz en ganar el Emmy por 'Saturday Night Live'. Su discurso hizo que nos derritiéramos un poco más por ella.
El momento de los jóvenes
Mientras que en comedia ganaron dos monstruos de la interpretación como son Jeffrey Tambor y Julia Louis-Dreyfus, los premios a mejor actor y actriz de drama fueron a parar a dos jóvenes promesas. Tatiana Maslany por fin conseguía un premio que se llevaba mereciendo desde la primera temporada de 'Orphan Black' y Rami Malek nos conquistó a todos imitando a su propio personaje de 'Mr. Robot' al subir al escenario, preguntando: "¿Vosotros también lo veis?". Además, pidió que la industria, y todo el mundo, "intentemos ser lo más progresistas posible".
Y el momento de los nerds
Este año los geeks tienen que estar dando palmas. Vale, no podemos negar que que 'Fargo', 'The Americans' o 'House of Cards' se hayan ido de vacío es una injusticia, pero también era hora de que se valoraran series como 'Orphan Black' (gracias a Tatiana Maslany), 'Sherlock' o que 'Juego de Tronos' volviera a brillar gracias a una temporada estupenda, por mucho que la obra George R. R. Martin no estuviera detrás al 100 %. Los fans también tenemos derecho, y este ha sido nuestro año. Lo sentimos por Kit Harington, Lena Headey, Emilia Clarke y compañía, pero ya es todo un honor contar con el episodio más premiado de la historia.