La 69ª edición de los premios Emmy ha sido una caja de sorpresas. Una de las series de la noche, 'Big Little Lies', ha visto cómo Nicole Kidman se hacía con el premio a mejor actriz de miniserie por su papel como Celeste Wright. Es más: su compañero Alexander Skarsgård también se ha hecho con el premio a mejor actor de reparto y con un beso en los labios de la propia actriz.
Lo que muchos habían echado en falta en el discurso de Skarsgård era el tema de la violencia doméstica, el transfondo de la trama protagonizada por los dos personajes en la miniserie de HBO. Sin embargo, Kidman no ha tardado mucho en ponerle remedio. Se ha tomado su tiempo, pero ha sido muy clara en lo que a este asunto se refiere. En su discurso, muy emocionada, ha afirmado: "Hemos puesto el foco en el maltrato doméstico". "El maltrato es un mal complicado e insidioso que ocurre más de lo que pensamos. Está lleno de vergüenza y discreción, pero al reconocerme con este premio, el foco recae aún más en él".
La ganadora de la categoría más codiciada de la noche ya había sido nominada en estos premios en 2012 por 'Hemingway & Gellhorn'. En su discurso también ha tenido tiempo para su compañera Reese Witherspoon, que también competía con ella por el mismo premio. "Reese, comparto esto contigo. Sin ti, no estaría de pie aquí".
El futuro de 'Big Little Lies'
Al margen del número de nominaciones que tenía para esta 69 edición de los Emmy (nada más y nada menos que 16), en el aire sigue flotando una pregunta: ¿Habrá una segunda temporada de la aclamada serie de HBO? Reese Witherspoon en una entrevista comentó que todo dependía de la escritora de la novela original, Liane Moriaty. "La pelota está en su tejado porque los personajes fueron invención suya y queremos saber si está interesada en seguir creando más historias sobre ellos".