Se marcha el alma de 'Shameless'. Emmy Rossum, la actriz que da vida a la Fiona Gallagher, ha anunciado que abandonará la serie tras su novena temporada. La propia actriz lo ha hecho público a través de un extenso mensaje en Facebook, que seguro habrá roto el corazón de la familia Gallagher y de todos los seguidores de sus desventuras.
Rossum relata cómo siempre había visto la vida de un actor como un continuo cambio de aires, hasta que se dio cuenta de cuánto necesitaba "la continuidad que esta serie me ha dado". Continúa explicando que "hay conexiones reales, amistades reales que nos traen de vuelta temporada tras temporada" (hasta ahora). Rossum ha seguido con sus palabras de cariño: "A diferencia de Fiona, soy hija única. Ser parte del desastroso amor familiar de la familia Gallagher es algo con lo que siempre soñé. Pero fuera del rodaje, se siente real. Hemos visto crecer a los niños y convertirse en los seres humanos fuertes, talentosos e independientes que son".
También guarda solo palabras de cariño para su personaje: "La oportunidad de interpretar a Fiona ha sido un regalo. Hay pocos personajes, femeninos o no, con tantas capas y tan dinámicos". De cara al futuro, manda un mensaje de esperanza: "Sé que continuaréis con o sin mí, hay muchas más historias de los Gallagher por contar". Para hacer más llevadera su partida, Rossum propone que intentemos "no pensar en que me he ido, solo que me he mudado de barrio".
Un adiós tras una renovación complicada y más de 100 episodios
Lo cierto es que la noticia sorprende algo menos tras lo sucedido en 2016. Rossum se negó a renovar su contrato con la cadena Showtime ya que exigía cobrar más que William H. Macy para compensar todas las temporadas en las que cobró una cifra significativamente inferior a la del actor de 'Fargo'. Finalmente la renovación pudo cerrarse, pero parece que la actriz considera ahora que esta etapa de su vida se acaba. Pero pese a estas rencillas, Gary Levine (presidente de programación de la cadena) ha elogiado la labor de la intérprete a lo largo de estos nueve años: "Aplaudimos a Emmy por dar vida a este personaje en una actuación tan natural, conmovedora y audaz. En nombre de Showtime y de sus millones de fans, ¡gracias, Emmy!".
Desde 2011, Emmy Rossum ha dado vida a Fiona durante más de un centenar de episodios (el capítulo 100 será el cuarto de la novena temporada), convirtiéndose en uno de los personajes más queridos por los seguidores de la ficción, remake de una serie británica homónima. Eterna reivindicada y nunca nominada en sus tocayos premios Emmy, Rossum daba vida al pilar de la desestructurada familia Gallagher. Esperemos que puedan sobrevivir sin ella. Y también los espectadores.
7 razones por las que engancharte a 'Shameless (US)'
Frank Gallagher
Un maravilloso William H. Macy da vida a la figura paterna más desastrosa de la historia de la televisión. Frank Gallagher no puede pasar ni siquiera la mañana sin su pinta y su chupito de JB, su lugar favorito en el mundo es El Alibi, bar de perdedores del barrio, y si le mencionas a sus hijos no se acuerda de todos sus nombres. Borracho y egoísta, no le importa mentir, estafar al gobierno, apostarse un hijo, vender su cuerpo, transportar droga o aprovecharse de moribundos con tal de conseguir dinero o bebida.
Frank aporta los momentos más divertidos de cada capítulo así como los discursos más memorables, y H. Macy es capaz de reflejar de manera tan formidable ese desastroso y alcoholizado existir que a menudo nos olvidamos de que estamos viendo una ficción televisiva y pensamos que estamos sentados junto a un pobre borracho que no para de gritar ¡"otro whiskey doble"!
El continuo fluir de problemas y sorpresas
En Shameless todo es posible, todo. Desde el capítulo uno se van sucediendo momentos tan extravagantes y políticamente incorrectos que, si bien al principio nos dejan con la boca abierta, nos hacen reír y cabecear con el paso de las temporadas según vemos crecer a esta familia.
Los embarazos adolescentes, el fetichismo anal de una agorafóbica, la prostitución con moribundos, los triángulos sexuales con madres e hijas, los trasplantes de órganos ilegales, los bebés asiáticos con síndrome de Down, los tiroteos caseros, el cáncer o fisura ósea como chantaje y los encarcelamientos de menores son solo algunas de las cosas que podemos encontrar en esta dramedia, capaz de mantener el ritmo y el interés del espectador prácticamente en cada segundo.
La relación entre los hermanos
Fiona (Emmy Rossum), responsable de cinco chicos a la fuerza y amante del caos; Lip (Jeremy Allen White), inteligente y hábil conquistador; Ian (Cameron Monaghan), sensible y víctima de su condición sexual y mental; Debbie (Emma Kenney), adolescente sobre-hormonal demasiado adelantada para su edad; Carl (Ethan Kutkosky), delincuente amante de la violencia, y el pequeño Liam, que seguro que pronto empieza a liarla.
Todos ellos forman un tandem maravilloso, un sexteto que unas veces funciona y otras no, pero que siempre consigue reencontrarse a sí mismo. Crecer solos no es nada fácil, hubo y habrá muchos problemas entre ellos, pero, como ellos siempre dicen, "Un Gallagher es un Gallagher". Por la familia, todo.
Los maravillosos vecinos
'Shameless (US)' no sería lo mismo sin Kevin (Steve Howey) y Verónica (Shanola Hampton), los vecinos divertidos y ocurrentes que siempre están al pie del cañón para echar una mano (o ayudar a cagarla más) con lo que sea. La enamoradísima y cañera pareja interracial ha tenido sus idas y venidas durante toda la serie, pero siempre ha sido un apoyo principal para la familia protagonista.
Es más, son muchas las veces en las que sus subtramas salvan capítulos. Su humor, su desapego, su estilo de vida, el que aparezcan terceras personas, el 'holy shit!' de Kevin que ya es un hito, sus mutuos esfuerzos por no liarla que nunca dan su fruto... La cosa se enreda más cuando entra en escena Svetlana (Isidora Goresther), una prostituta rusa que deja perplejos a todos con su ruda inteligencia superior.
Lo agridulce de sus capítulos
En 'Shameless (US)' se pasa mal. Y nosotros lo pasamos mal. Cuántas veces habremos visto a la bella Fiona llorar, maravillosamente interpretada por Rossum. De impotencia, rabia, desamor, amor, dolor. Sus hermanos no se quedan atrás, para ninguno de ellos la vida es fácil, y ese dolor suyo traspasa la pantalla y llega de forma muy limpia al espectador. Incluso Frank, cuando le toca, sufre.
Sin embargo, la serie también tiene su cara totalmente opuesta. Son muchos los giros divertidos y ocurrentes los que los guionistas introducen para, en el momento justo, arrancarnos una sonrisa o una carcajada, aunque justo un minuto antes estuviéramos lamentándonos. Al final, aunque haya mucha desgracia, los Gallaghers siempre acaban sonriendo. Como la vida misma.
Su cultura y adoctrinamiento
Puede parecer paradójico, pero en medio de ese caos, desorden e incorrección que es 'Shameless (US)', se encuentra toda una enseñanza que, como buen producto cultural que es la serie, el espectador puede integrar e incorporar a su día día. No bromeo. ¿Qué otra cosa más que la amistad, el amor fraternal, la lealtad, la lucha, la superación y el creer en uno mismo nos enseña esta ficción?
Sí, también nos enseña cómo no hay que cagarla. Los efectos de las drogas duras, los embarazos a destiempo, la violencia y todas las locuras que hemos podido presenciar a lo largo de seis temporadas no son nada recomendables, pero nos han servido para observar la realidad de muchas personas en todo el mundo. Una vez hemos conocido todo esto, quizás en algún momento estemos a tiempo antes de tomar una decisión.
Su estilo "Boyhoodiano"
'Shameless (US)' comenzó a rodarse en 2010, y es increíble lo que han crecido sus protagonistas (especialmente los más pequeños) desde entonces. El que una serie sea tan larga y rodada a tiempo real, sumado a que sus protagonistas sean niños que van creciendo, recuerda a 'Boyhood', esa película rodada en 12 años con los mismos actores que cambió las reglas de la cinematografía. Le cojas más o menos cariño a un personaje, es imposible desear que lo interprete otro actor (esperemos que no pase).
Hemos seguido de cerca la vida de cada Gallagher: su primera vez en el instituto o universidad, su primera relación sexual, su primer amor, su primer trabajo, su primer contacto con las drogas, sus primeras dudas y frustraciones, su primera pelea... De alguno, hasta su primer paso o palabra. Además, parece que tenemos Gallaghers para rato, ya que son 11 las temporadas que tuvo su predecesora británica. Si aún nos quedan cuatro años de esta maravilla de serie, ¡disfrutemos de ello!