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ENTREVISTA ECARTELERA

'Abuelos', un "peliculón" sobre lo que la sociedad hace con las personas de más de cincuenta años

Carlos Iglesias, Roberto Álvarez y Ramón Barea montan su propia guardería en 'Abuelos', la primera película de Santiago Requejo.

Por Marina Vázquez Fernández 12 de Octubre 2019 | 16:23

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Ya ha llegado a los cines 'Abuelos', la comedia en la que Carlos Iglesias, Roberto Álvarez y Ramón Barea dan vida a Isidro, Arturo y Desi, tres hombres mayores de cincuenta años que, pese a ser expulsados del mercado laboral tras la crisis económica, quieren seguir sintiéndose útiles para la sociedad y no se resignan a ser desterrados a un banco del parque. Para ello decidirán poner en marcha su propio proyecto: una guardería en la que invertirán sus ganas, su esfuerzo y su dinero, y que les llevará por el duro camino del emprendimiento.

"'Abuelos' es un peliculón que habla de una forma muy original sobre algo que yo todavía no había visto reflejado en el cine hispano: el tema de la gente que está en plena vitalidad y la sociedad les barre de ella", comenta Carlos Iglesias, el principal personaje de la película.

Un proyecto del que los tres actores reconocen sentirse muy orgullosos: "El resultado es una película que ha superado mis expectativas, y creo que las de todos, porque llega emocionalmente al espectador (...) es como la vida misma", apunta Roberto Álvarez. Tanto es así que los protagonistas también se han visto reflejados en sus personajes: "Los tres abuelos tienen resonancias con nosotros (...) pretenden ser una metáfora en la que el espectador se va a ver identificado", señala Ramón Barea.

 abuelos la pelicula

El primer largometraje de Santiago Requejo

'Abuelos' es la primera película de Santiago Requejo, un joven director que empezó realizando vídeos virales en internet y que consiguió premios con sus cortometrajes. Requejo vio en la crisis de los mayores la historia perfecta para estrenarse en el largometraje: "Tenía gente muy cercana que siendo muy jóvenes de repente se vieron en una situación ridícula (...) me parecía muy injusto que se hablara tanto de los jóvenes pero no de ese millón de personas de más de cincuenta años", comenta el director. Una realidad dramática que intenta reflejar mediante el humor: "No quería hacer una comedia histriónica que hiciera perder realidad a la película, y tampoco que fuera un drama, sino que partiendo de una situación dura y dramática construir un mensaje positivo, ilusionante y que te sacara una sonrisa", explica Requejo.

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