El 12 de enero es la fecha elegida por Movistar+ para el estreno de la primera temporada completa de 'La peste', que cuenta con el privilegio de haber sido la única serie en participar en la Sección Oficial del Festival de San Sebastián, donde los dos primeros episodios se vieron fuera de concurso. Precisamente en el festival donostiarra entrevistamos a sus dos máximos responsables, el director Alberto Rodríguez y el guionista Rafael Cobos, que siguen colaborando juntos desde '7 vírgenes' y han llevado a cabo una de las propuestas más ambiciosas que se recuerdan en la pequeña pantalla de nuestro país.
El origen de la serie parte de un encargo, que los responsables de 'La isla mínima' aprovecharon para cumplir uno de sus más ansiados proyectos: "Teníamos una idea, con la que siempre hemos fantaseado, de podernos dar un paseo por la Sevilla del XVI. La génesis fue esa", nos confiesa Alberto Rodríguez. Pero 'La peste' no es una serie histórica, se adentra en una serie de crímenes que implican a las altas esferas de la sociedad de la época, con la epidemia de la peste y la corrupción política como telón de fondo: "La historia es un thriller, pero por otra parte es una especie de fresco de la vida en el XVI. Incluso en el propio thriller pensamos que los hitos fundamentales de la acción estuvieran relacionados con la época".
Una de las claves es el cuidado de la ambientación, con un diseño de producción que gracias a los efectos digitales y al uso de localizaciones auténticas se esmera por transmitir el máximo realismo: "Se trataba de eso, de que ese paseo lo diera el espectador manchándose los zapatos de barro. Fundamentalmente lo que ha primado es la credibilidad. No queríamos que el espectador se saliera del contexto, de ese viaje por la Sevilla del siglo XVI."
Pablo Molinero, un descubrimiento
En primera temporada, que cuenta con seis episodios, el protagonismo recae sobre Mateo (interpretado por el prácticamente desconocido Pablo Molinero), un proscrito por la Inquisición que se verá envuelto en la investigación de unos crímenes que aterrorizan a la sociedad. "Nos planteamos que había que encontrar un equilibrio entre caras nuevas y otros actores más conocidos, como Paco León, Antonio Dechent, Manolo Solo. Pero queríamos hacer la historia más creíble para el espectador poniendo rostros que no conozca". Y precisamente la interpretación de Pablo Molinero es uno de los grandes aciertos, aunque al principio tenía sus dudas, Rodríguez quedó encantado con su actuación: "En cuanto llevábamos una semana rodando estaba plenamente convencido de que habíamos acertado." ¿Lo estaréis vosotros?
