Sin ser uno de los nombres más sonados en la carrera de premios, 'Almas en pena de Inisherin' lleva meses y meses acumulando multitud de nominaciones y premios. Sin ir más lejos, Colin Farrell se llevó el premio a mejor actor en el Festival de Venecia y, recientemente, se ha hecho con el Globo de Oro a mejor actor, mientras que su compañero de reparto también ha recibido multitud de elogios. La nueva película de Martin McDonagh ('Tres anuncios en las afueras') vuelve a contar con Colin Farrell y Brendan Gleeson, como ya hiciese en 'Escondidos en Brujas', para reflexionar acerca de cómo se tambalean las amistades y cómo se tratan actualmente las relaciones interpersonales. De todo ello hemos tenido el placer de hablar con ambos actores en una entrevista para eCartelera.
Pádraic (Farrell) y Colm (Gleeson) son dos amigos de toda la vida hasta que un día dejan de serlo. Colm está harto de malgastar su vida hablando de cosas sin importancia con Pádraic y decide cortar relación para dedicar los años de vida que le queden a su música, lo que provoca una hecatombe en la rutina de su amigo. Entre chascarrillos cómicos y la crudeza existencial de sus personajes, ambos actores tuvieron que medir bien sus interpretaciones. "Martin escribe personajes muy complicados", declara Farrell, "Como mi Pádraic, que parece muy simple. Hay una vida emocional y psicológica muy loca con la que Pád no está en contacto, pero a través del desarrollo de la historia y con lo que ocurre al final, se vuelve más complicado. Martin pone a sus personajes en unas situaciones tan dinámicas y volátiles...además, tiene un gran sentido del humor. Pero no es tan gracioso de ver como de leer". Por su parte, Gleeson también elogia el trabajo de escritura de su director: "Tiene la forma más extraña de escribir las líneas más graciosas en las circunstancias más trágicas. Y cuando vas a hacerlo, lo último que pensarías hacer sería reírte, pero cuando lo ves, la cosa cambia".
A pesar del enfrentamiento, Pádraic y Colm no dejan de ser dos amigos con posturas difernetes, lo que convierte a 'Almas en pena de Inisherin' en una película sin villanos. "Cuando vi la película, me sorprendió mucho cómo empaticé con su personaje", se sinceraba Farrell, "Mira, cuando me ponía en la piel de Pádraic a diario y estaba en su casa, todavía no entendía bien, de manera objetiva e intelectual, por lo que estaba pasando. Yo estaba muy interesado en mi lado del camino. Pero cuando la vi... es lo que hace Martin, no es banal en cómo expresa los pensamientos y sentimientos sobre la condición humana. Anoche alguien me dijo 'No sé a quién apoyar, si a Colm o a Pádraic', y yo le dije 'Se supone que no tienes que estar del lado de nadie'. Ves lo que ves y experimentas lo que experimentas en esos momentos de fiabilidad entre todos los personajes". Gleeson, en cambio, resaltó que, de primeras, choca más el trato hacia su compañero: "Creo que en la reacción más inmediata nos quedamos con las consecuencias del rechazo del personaje de Pádraic. Lo sentí así la primera vez que la vi, que la motivación de Colm era algo para explorar después, pero viendo las consecuencias devastadoras de Pádric, para mí, tiene más inmediatez emocional y nos quedamos con él más tiempo. Por otro lado, como decías, es fantástico que no haya villano. Están en el mismo nivel de desesperación".
La toxicidad del mundo moderno
Otro de los puntos fuertes de 'Almas en pena de Inisherin' es la defensa a ultranza del contacto físico, de las conversaciones a la cara y de convivir con la soledad de uno mismo. "La idea era separar la tecnología de la gente y cómo se negocian las amistades con cartas", explica Gleeson, "Creo que se dicen muchas cosas sin necesidad de hablar. Suceden muchas cosas a nivel visual. Y hay un sentimiento de comunidad, creo que el valor está ahí. Pero también está en cómo la comunidad deja de lado al personaje de Pádraic, me ha recordado a cómo las redes sociales se han vuelto tóxicas. Alguien decide que una persona ya no está en el lado correcto. Se convierten en una manada de lobos, creo que hay una especie de paralelismo. Lo que no se dice y el contacto visual se echa en falta en este momento. La necesidad del silencio es muy interesante en el mundo moderno".
Farrell corrobora esta metáfora de la caza de brujas: "Yo iba a decir que la proliferación de Internet en términos de comunicación entre nosotros se suponía que iba a unir al mundo y creo que de algún modo lo hace, puedes comunicarte en un segundo con alguien a quince mil kilómetros de distancia. Pero también ha habido un coste general y un distanciamiento, una necesidad de lo inmediato. Una cosa es gritar a través de un valle que amas a alguien y otra cosa no hacerlo, pero ya solo ser capaz de agarrar la mano a alguien y darle un apretón a veces dice más".
'Almas en pena de Inisherin' llega a los cines españoles el próximo 3 de febrero.
