'Nowhere' lleva a Anna Castillo hasta el limite. La nueva película española de Netflix presenta una historia de supervivencia extrema en la que la actriz debe desenvolverse sola ante la cámara. Su personaje, Mía, es una joven embarazada de 9 meses que vive en un futuro postapocalíptico en el que tener hijos está prohibido por la escasez de recursos. Por ello, junto a su pareja, trata de emigrar ilegalmente hasta Irlanda, donde se puede vivir en paz. Pero, tras una serie de catastróficas desdichas, acaba sola y encerrada en un contenedor en mitad del mar.
"Cuando me llegó el guion, me pareció un tipo de película que no se suele hacer aquí, lo primero. Es un tipo de película que no se suele hacer en España", asegura Castillo en una entrevista concedida a eCartelera. "También había algo en que fuese un personaje femenino, porque normalmente estos personajes suelen ser masculinos. Me pareció una oportunidad", añade.
"Al leer el guión y ver por todo lo que pasaba el personaje, sentí que de alguna manera era un reto para mí como actriz, a nivel de ponerme a prueba", explica a continuación, "era un reto personal, básicamente". Al estilo de 'Buried (Enterrado)', 'Nowhere' enclaustra a su protagonista en un espacio muy pequeño con el aliciente, además, de que se trata de una mujer a punto de dar a luz a su bebé. Un ingrediente que para la intérprete era fundamental de cara a poder humanizar al personaje.
"El hecho de que el personaje esté embarazada le da otra dimensión por completo. Porque, seguramente, si ella no hubiera estado embarazada, se hubiera rendido en algún momento, tal y como que está al principio. Viene de estar muy frágil, de sentir mucha culpa, de estar muy triste. Tiene varios momentos donde siente que si fuese por ella, abandonaría, se rendiría. Pero cuando sientes que hay alguien que está a tu cargo y que hay un ser que depende de ti, que es tu hija, hay como una fuerza animal de intentar sobrevivir por ella, de intentar luchar y no abandonar. Era un ingrediente muy importante", reflexiona Castillo al respecto.
El director de la película, Albert Pintó, también reivindica que se debe naturalizar que las mujeres pueden protagonizar este tipo de historias. "En ningún momento pensamos en cambiar eso, porque de hecho nos daba mucha fuerza en la película. Para mí un referente claro en la película era 'Náufrago'. ¿Cuántas veces hemos visto esta peli con personajes masculinos? Y oye, no, una tía puede darle fino mandarino a esto. Sin más, simplemente no le dimos más vueltas. Quien lo quiera ver como una bandera de algo, está bien, pero no fue por ahí la cosa", explica el cineasta.
El otro gran comentario social, mucho más marcado, apunta a la problemática de la inmigración a Europa desde países subdesarrollados a través del mar en condiciones infrahumanas. "El guionista original, Indiana Lista, se había reunido con un inmigrante al que le había pasado eso, se había quedado cerrado un contenedor. Nos reunimos con con un par de personas que habían vivido este drama de quedarse... evidentemente no en medio del mar, no se habían quedado a la deriva, pero sí que habían sufrido este viaje dentro de contenedores durante días y semanas", expone Pintó.
"Fue como wow, esto pasa, hay gente que vive estos dramas, que realmente está en este momento de su vida y que tiene estas situaciones durísimas. Vamos a intentar llevarlo a nuestro mundo ordinario. Vamos a intentar dejar de decir: 'Son ellos, esa gente no va conmigo', y vamos a decir 'esto te puede pasar a ti si las cosas se tuercen un poco, ¿por qué no?'", cuenta el director sobre el proceso para abordar la temática en 'Nowhere'. "Hubo algo que sí que nos gustó, el poner a la gente en esta situación tan dura. Y una cara como la de Anna Castillo te lo hace aún más próximo. Así que creo que eso sí que juega un papel importante", revela.
Anna Castillo antes que Zendaya
Uno de los secretos que desvela Pintó sobre 'Nowhere' es que, en un primer momento, la película iba a contar con una escala mucho más internacional. "Vimos a muchas, muchas chicas. Incluso se buscó fuera porque se iba a hacer en inglés. Se tanteó a Zendaya y a Ana de Armas", confirma el director. "El tema iba para allá. Pero Netflix entró muy fuerte y nos cuidó, nos dio lo que necesitábamos para hacer la película. Y, al final dijimos: 'hostia, pues vamos a hacerla aquí'", cuenta.
Una vez tomada esa decisión, Pintó asegura que no tuvo dudas sobre qué actriz escoger como su protagonista. "Sí que hubo algunas otras chicas que estuvieron muy cerca. Pero Anna tiene una cosa que no tiene, creo, casi ninguna chica más aquí en España. Tiene una especie de carisma y transmite una especie de humanidad. Como que la amas. Es nuestro Tom Hanks femenino, es nuestra Meryl Streep", elogia el cineasta a su intérprete.
"Era muy importante que empatizaras con esa chica y que la quisiera salvar, que estuviera bien, que te cayera bien. Anna tiene eso innato. Además de ser una actriz superorgánica y que todo te lo digiere de una forma superfácil y te lo traduce de una forma totalmente bella, además de eso, su personalidad irradia la pantalla. Al final la amas y eso hace que el viaje con ella sea más bonito. No me imaginaría la peli sin Anna, ni de coña", sentencia al respecto Pintó, muy contento con la decisión que tomaron.
Sola ante el peligro
La elección de una buena actriz era vital, dado que en gran parte del metraje está sola frente a la cámara. "Me sorprendió darme cuenta de lo importante que es tener un compañero. Porque el compañero te construye. Tú reaccionas a lo que un compañero te da y eso construye tu personaje. En este caso, al estar sola, me sentía muy coja en ese sentido. Fue un aprendizaje. Mi apoyo máximo fue Albert, el director", reconoce Castillo.
Para poder solventar esta dificultad de una manera más práctica, ambos ingeniaron un mecanismo para facilitar la comunicación durante las tomas. "Yo llevaba un pinganillo y él me iba diciendo cosas para reaccionar. Eso me vino genial", desvela la actriz. "Ella me dijo al inicio del proyecto: 'Es que yo soy una actriz que funciono muy bien con réplica, soy muy orgánica con otra persona en el set. Intuyo, siento, fluyo. Aquí estoy sola, me da un poco de miedo que no fluya mi interpretación'", profundiza Pintó. "Y le dije: 'Qué te parece si te pongo un pinganillo y te voy hablando, te digo cosas para que te sientas acompañada, incluso tengas como una especie de ping-pong'. No lo usamos siempre, pero sí que hubo muchos momentos en que era bastante divertido", señala el director, que también confiesa que le gustó tanto la idea que no descarta utilizarlo en proyectos futuros.
Pero, además de estar sola, Castillo tuvo que enfrentarse a otro gran reto. La historia de Mía en 'Nowhere' es particularmente intensa y visceral, por lo que la actriz tuvo que llevar su estado anímico hasta el límite constantemente. "Trabajé con una coach en algunas escenas concretas como la del parto o escenas que para mí eran difíciles a nivel emocional. También para poder llegar a la emoción desde lo físico, desde el agotamiento. Porque son muchas semanas, estaba sola, me daba miedo estar agotada a nivel mental y no llegar a ciertos estados emocionales. Trabajé a nivel físico también. Intenté estar en forma, ganar peso, luego perderlo..." enumera.
"Fue muy cansado porque, aparte del agotamiento emocional -llorar, estar con miedo y en tensión es agotador-, había algo físico de una prótesis que pesaba mucho, la ropa mojada todo el día, los neoprenos... Había elementos que hacían que las jornadas fueran cansadas e intensas. Fueron tres meses de estar inmersa en ese contenedor, básicamente. Estaba todo el día en el contenedor, descansaba en casa todo lo posible y así tres meses."
"Si haces un personaje que está todo el rato en la tristeza, en la angustia o en la tensión, cuando dicen corten es un alivio. No me cuesta irme a mi vida. Había una necesidad de salir de eso lo antes posible", menciona Castillo, que descarta ser una actriz del método porque no le funciona. "A mí lo que me funciona es destensar para volver a tensar. Si estoy todo el rato en la misma emoción, hay algo en mí que se agota. Entonces no me sirve", clarifica.
La dureza del rodaje
El rodaje de 'Nowhere' no fue nada sencillo. La necesidad de buscar realismo en el encierro de su heroína fue una tarea muy compleja para todo el equipo. "Hubo dos decisiones claves. Una fue que el contenedor se tenía que mover como si estuviera en el agua, por lo que de repente construimos una piscina en un plató. O sea, en un plató agujereamos y reventamos el suelo e hicimos una piscina en la que cumpliera nuestro contenedor para que durante las secuencias interiores se moviera de forma orgánica, como si estuviera en el mar", cuenta Pintó, que buscó la veracidad en la grabación.
"Me da pena que la gente no vaya a ver el pollastre que montamos para cada plano. Tienes que imaginarte ahí, con un metro de agua, con cuatro paredes, viendo cómo metes... Una vez me acuerdo que me dijeron: 'A ver cómo metemos la cámara, la luz y al equipo dentro de 10 metros cuadrados.' Fue como: 'I don't know, vamos a tener que pensar'. Eso fue un retazo", manifiesta el director.
"La otra decisión más importante creo que fue decidir ir al mar a rodar realmente la película. Yo no quería chromas, no quería como hacerlo en un estudio porque soy muy fan del clasicismo de estas películas de los 80, 70, 90 donde se rodaban las cosas, donde las cosas pasaban de verdad. Sentí que la peli tenía que transmitir una verdad que solo te puede dar el llevar el contenedor al mar. Esa fue una decisión presupuestaria muy importante y en la que los productores y Netflix estuvieron muy conmigo", añade a continuación.
Un futuro prometedor
Por último, Castillo hace repaso de su carrera, tanto de sus últimos estrenos como de lo que está por venir en los próximos meses. "Creo que últimamente estoy haciendo muchas cosas comerciales, que es genial. Lo de 'Un cuento perfecto' ha sido bastante guay en el sentido de que mola que tu curro llegue a muchos sitios y que guste. Es muy agradecida porque siempre le pones el mismo esfuerzo, pero no siempre se da de la misma manera", comenta.
"Pero ahora me gustaría volver un poco al cine indie, la verdad. Es lo que más me gusta a mí como espectadora", reconoce a su vez la ganadora del Goya a Mejor Actriz Revelación por 'El olivo'. "Pero no sé, vamos a ir viendo. Tengo por estrenar la nueva película de Rodrigo Cortés. También una peli de Fernando Frías, que el mío es un personaje muy chiquitito, pero también es para Netflix y se titula 'No voy a pedirle a nadie que me crea'. Y tengo curro a partir de enero que no puedo contar porque no ha salido en prensa, pero estoy contenta", concluye.
'Nowhere' ya está disponible en Netflix.
