Ahora mismo, podemos afirmar que Antonio de la Torre es uno de los actores más importantes del panorama español actual. Más importantes y más prolíficos. En los últimos tres años lo hemos podido ver en once películas, tres de las cuales han sido estrenadas este último año. Y no son tres películas cualquiera, sino que son tres de los filmes que más van a dar que hablar este año, tanto en taquilla como en los Goya. Estamos hablando de 'Los amantes pasajeros' de Almodóvar, 'La gran familia española' de Sánchez Arévalo y 'Caníbal' de Manuel Martín Cuenca.
Este último título, 'Caníbal', fue presentado en el pasado Festival de San Sebastián donde De la Torre se desplazó junto a su director, Martín Cuenca, para presentarlo ante la prensa y público. Quién le hubiera dicho a De la Torre en los 90', condenado a ser un gracioso actor de pequeños papeles como los de 'El día de la bestia' o 'La Comunidad', que iba a interpretar con solvencia y contundencia un papel protagonista de la entidad del de 'Caníbal'. Él mismo confiesa que "'AzulOscuroCasiNegro' fue el papel que cambió mi carrera (ganó el Goya como Mejor actor de reparto), pero hay uno anterior, el de 'Padre Coraje' (la Serie de TV de Benito Zambrano), con el que pasé de ser el simpático Antonio que hace papelitos a ser considerado un buen actor".
Ya fuera con 'Padre coraje' o con 'Azuloscurocasinegro', la verdad es que Antonio de la Torre ha trabajado muy duro para llegar al nivel al que está ahora y nos cuenta que su secreto es confiar en uno mismo. "No voy a imitar a nadie, voy a ser yo mismo. Nunca seré un Javier Bardem o un Al Pacino, pero sí sé que puedo ser un buen Antonio de la Torre. Hay que apostar por uno mismo". Con esta manera de trabajar impregna a todos sus personajes de un poco de él, hecho que, cuando es comedia, le va como anillo al dedo pero, si se trata de un personaje más dramático, la cosa puede dar lugar a anécdotas graciosas como la que ocurrió durante el rodaje de 'Caníbal'. Quien no conozca a Antonio de la Torre en persona, se trata de una persona llena de vida, de entusiasmo, de pasión, muy inquieta y, sobre todo, habla por los codos y cuando se le cuestionó sobre cómo pudo llegar a realizar un papel tan austero y de tanta contención como el de 'Caníbal', el actor malagueño respondió "con mucha paciencia de Manolo (así llama a Manuel Martín Cuenca). A mitad del rodaje tuvimos una conversación que funcionó como una especie de catarsis donde yo le dije (el actor se incorpora y pone un muy marcado acento andaluz): 'Manolo, yo sé que tú me quieres, pero tú también has de entender que la cabra tira al monte y necesito desahogarme'", para proseguir, "no quería dejar de combinar esa pasión que yo tengo con el personaje y, Manolo, también lo tenía claro, queríamos encontrar, desde la contención, esa combinación entre mi vitalidad y energía y la frialdad del personaje que es un asesino".
De la Torre nos comenta cómo preparó ese personaje tan complejo que es un reputado sastre de Granada durante el día, pero se dedica a asesinar a mujeres y, luego, comérselas, por la noche. Para preparar la parte de sastre, estuvo trabajando con Octavio Hernández, un sastre de Madrid que le enseñó el oficio y lo que representaba a nivel social la figura del sastre. En sus propias palabras, "Octavio me enseñó, sobre todo, ese amor por el trabajo manual y la pose que un sastre tiene a la hora de trabajar". Llegaron a tal punto de compenetración, que las escenas de la sastrería que aparecen en el filme, fueron consensuadas entre Martín Cuenca, el propio De la Torre y Octavio Hernández.Esa pose y ese talante del oficio, comenta De la Torre, "me sirvió como máscara desde la cual trabajar la parte oscura de un personaje que, en su vida privada, es un depredador asesino". El actor confesó que el director sólo le dejó pronunciar una sola vez la palabra "psicópata", ya que, "no podría haber interpretado este personaje si hubiera entrado en ese mundo del psicópata, no hubiera podido porque, como persona, sí puedo acercarme a la sastrería, pero no a la mente de un psicópata asesino".
Siguiendo esta manera de enfocar el personaje, Martín Cuenca le sugirió que viera 'Corazón en invierno' de Claude Sautet y 'Ese oscuro objeto de deseo' de Buñuel para preparar el papel. Durante el rodaje, le daba indicaciones sustitutorias ("esto es como si...") del deseo de devorar y comer carne humana y le incidía en el hecho de que su personaje era como un leopardo. "En Madrid vivo cerca de un zoo y, muchas veces iba a observar cómo actuaba el leopardo y me di cuenta de que se trata de un animal con una aparente actitud calmada y relajada pero, de repente, te suelta un zarpazo. Es un depredador nato". No hay mejor manera de definir a su personaje en el filme.
El filete que le valió el papel
Según De la Torre, Manuel Martín Cuenca es uno de los mejores directores de actores que hay en España y, además, un gran amigo. El actor admitió que quería trabajar con él fuera la película que fuera, "como si era Caníbal o Condemor de la pradera" comentó en tono jocoso. Así, recuerda que el primer contacto que tuvo con el personaje fue una llamada de Martín Cuenca invitándole a realizar la prueba para un papel que se trataba de un sastre que devoraba carne humana. Ni corto ni perezoso, acudió a la prueba con un filete y le propuso a Cuenca hacer la escena donde el protagonista se come un filete de carne humana con toda la normalidad del mundo. "Llegué, calenté el filete y me lo comí. Manolo no me lo dijo de primeras, pero yo sabía que me acababa de ganar el papel", y así fue como consiguió el personaje con el que, seguramente, se lleve el Goya como Mejor actor principal el próximo 9 de febrero.