Antonio de la Torre y Roberto Álamo están inconmensurables en 'Que Dios nos perdone', la nueva película dirigida por Rodrigo Sorogoyen ('Stockholm') que sigue los pasos de dos imperfectos inspectores de homicidios que investigan una serie de asesinatos y violaciones de ancianas en el Madrid de 2011. Durante el caluroso verano que vivió la visita del Papa Benedicto XVI, mientras las fuerzas del orden reprimían a base de palos un sentimiento indignado, Velarde (De la Torre) y Alfaro (Álamo) tendrán que centrarse en la caza de un asesino sin piedad.
Hemos podido hablar con los ganadores del Goya a Mejor Actor de Reparto (De la Torre se lo llevó por 'AzulOscuroCasiNegro', Álamo por 'La gran familia española') de cara al estreno de este thriller, que ya os decimos que es de lo mejor del año. Una de sus bazas es la localización tan concreta: "Lo local siempre termina siendo universal", argumenta el actor malagueño. "Hemos visto muchas veces a dos policías persiguiendo a uno, pero esta historia en concreto no la hemos visto".
Ser premiado o no, esa es la cuestión
Cuando les preguntamos por la posibilidad de que ambos estén nominados al Goya a Mejor Actor, les avisamos que ya sabemos que van a decir que les dan igual los premios. Pero Álamo es sincero: "No nos dan igual los premios, el reconocimiento es fantástico en cualquier trabajo". Aun así, el actor madrileño es consciente de que interpretar con el objetivo del galardón en mente no es una práctica sana: "No trabajas para que te den un premio, trabajas para otra cosa".
Por su parte, el caso de Antonio de la Torre es algo sangrante. Su primera nominación, por el debut de Daniel Sánchez Arévalo, le supuso su único cabezón hasta ahora. Después ha sido nominado hasta siete veces, tanto a Mejor Actor Principal como a Mejor Actor de Reparto ('Gordos', 'Balada triste de trompeta', 'Invasor', 'Grupo 7', 'La gran familia española', 'Caníbal' y 'La isla mínima'). Ha competido contra Álamo e incluso contra sí mismo, y ahora asegura que se ha dado cuenta "de lo difícil que es ganar un Goya (...) Hostia, es que igual no vuelvo a ganar un Goya en mi vida". Este año es uno de los preferidos, por esta cinta y también por su interpretación en 'Tarde para la ira'. Aun así, se conforma: "La inmensa mayoría de los actores nunca ganan un premio".
