Pocas veces se ha podido ver tanta dedicación y esmero en la adaptación de una de las grandes obras del siglo XX. Paula Ortiz ha sabido encontrar la simbología de Lorca y llevarla a la gran pantalla con 'La novia', basada en 'Bodas de sangre'. eCartelera ha podido hablar con Asier Etxeandía, que encarna al Novio, un hombre ingenuo, enamorado, que verá que lo único que recibe después de dedicar tanto cariño es desprecio.
"El Novio tiene una grandísima alegría. Es feliz por estar con la persona amada. Por eso cuando descubre la traición, el golpe es incluso más duro", comenta el actor, que vive un buen momento profesional con el estreno de 'La novia' junto con otros estrenos como el 'ma ma', la tercera temporada de 'Velvet' y el éxito que volvió a tener el actor con 'El intérprete' en su reestreno en Madrid el pasado mayo.
Ante el enfoque de la tragedia, el actor vasco explica: "Estudié el personaje a fondo, aunque también dejé espacio para la sorpresa. No quería pensar en la enorme tragedia que se avecinaba. El Novio da dedicación, amor y lealtad y recibe odio, desprecio y abandono".
Lorca ha sido adaptado al gran pantalla pero no las veces suficientes. No es el único, las grandes obras literarias y teatrales españolas apenas están siendo revisadas. "Hay que adaptar más a los clásicos. Apenas se está revisitando a Lorca. Se le tiene miedo a volverlos a escenificarlos y hay que superarlo", explica el actor.
La pasión más allá de la razón
El Novio se ve arrastrado por la tragedia, ¿pero quién es el culpable de todos estos males? Para Etxeandía tiene una explicación sencilla, la misma tragedia es la antagonista. "Todos somos víctimas de un antagonista, que es la pasión. Es algo que está por encima de la razón humana. El personaje de Inma Cuesta sólo es una víctima más, no la causante", declara.
Una de las características del actor es su capacidad para cantar. Etxeandía no descartaría participar en un musical de 'Bodas de sangre' siempre "dependiendo del enfoque". Y ante la pregunta sobre la necesidad de un punto de equilibrio entre el cine comercial y el independiente en la industria española, el actor lo tiene claro: "Hay que buscar un punto intermedio. No sabemos hacer algo equilibrado entre lo comercial y lo autoral. Creo que llegar a trascender ya es comercial (...) En España ninguneamos nuestro cine cuando fuera es más valorado. No puedo entenderlo, es una enfermedad propia del país. No se sabe valorar el esfuerzo del otro y no sólo es en el cine".
Algo que destaca es que las producciones artísticamente más arriesgadas no suelen estar financiadas por cadenas privadas, siendo las televisiones públicas las únicas que invierten en proyectos más autorales. "Se están metiendo poco a poco las cadenas privadas, pero tienen ciertos patrones de no riesgo. Para trascender, hay que arriesgarse", comenta el actor.