Para meter la cabecilla en la industria audiovisual, nada como hacer un cortometraje que llame la atención. De eso bien sabe Borja Cobeaga, que empezó haciendo cortos hasta estar nominado al Oscar por 'Éramos pocos' en 2007. De ahí a hacer historia del cine español en la taquilla con 'Ocho apellidos vascos', el donostiarra es uno de los autores con más éxito de nuestra industria, lo que le ha llevado a presidir DAMA, la entidad de gestión de derechos de autor.
Dicha asociación ha creado la primera edición de su concurso DAMA Cortos, que tiene como premio la producción de un cortometraje con 25.000 euros de presupuesto y de la mano de Malvalanda, la productora detrás de, entre otros, 'Madre' de Rodrigo Sorogoyen. Hablamos con Cobeaga sobre este certamen, el papel de DAMA en la industria y el estado del audiovisual en España.
¿Por qué un concurso de cortometrajes?
En DAMA éramos conscientes de que el cortometraje no tenía su iniciativa específica dentro de lo que hacíamos. Valoramos hacer un festival, pero pensamos que un concurso era la mejor opción. Porque en DAMA tenemos muchos socios que son cortometrajistas, pues a pesar de tener ya 20 años, somos una entidad joven. Y también queremos animar a quien empieza a hacer cortos y hacerse socio de DAMA.
¿Solo pueden participar socios?
Sí, de manera un poco tentativa porque es el primer año que lo hacemos. Si lo hacíamos completamente universal a lo mejor recibíamos 20.000 proyectos, sería muy difícil gestionar eso. Pero no tiene coste hacerse socio, simplemente es un clic. Si tienes un corto de dos minutos en Youtube ya eres autor, y nunca está de más que tus derechos de autor estén protegidos.
La gran mayoría de cortometrajes cuestan menos de 25.000 euros.
Pero es que queremos hacerlo de una forma muy profesional, que todo el mundo cobre, que se pague la seguridad social, que todo esté muy asegurado. La gran mayoría de cortos de España se hacen por menos porque normalmente pides favores, la gente trabaja gratis. Yo cuando he hecho cortos he tenido que pedir una cantidad bestial de favores. 25.000 euros te los gastas en dos pestañeos.
¿Estarás tú en el jurado?
A mí me tocará porque, si algo he hecho en la vida más que escribir guiones o pelis, ha sido cortos. He hecho un montón. Ni siquiera me considero experto en comedia, pero en cortos... creo que, por lo que he visto y lo que he hecho, soy un poco experto.
Entonces, como experto, ¿qué tiene que tener un buen cortometraje?
Tiene que tener una idea muy potente, ya sea argumental o visual. El buen corto es aquel que te lo cuentan en una frase y ya tienes unas ganas loquísimas de verlo. Los largometrajes se parecen más entre sí que los cortometrajes. Eso es gracias a la potencia de la idea, o de un personaje protagonista...
El público fuera de la industria no conoce DAMA, no como a la SGAE.
La SGAE está en los periódicos todo el tiempo, tiene problemas legales y de corrupción muy públicos. Nosotros tenemos otro modelo y otra filosofía completamente diferentes. Por un lado el perfil bajo que hemos tenido, por el tamaño y por nuestra idiosincracia, ha tenido un lado positivo en el sentido de que no aparecíamos en las páginas de sucesos. Por otro lado, ese perfil bajo ha tenido una consecuencia. El otro día alguien me decía «parecéis el Hacendado de los derechos de autor». Incluso muchos autores piensan que DAMA depende de SGAE o que no paga como SGAE.
¿Qué objetivos tiene DAMA?
A largo plazo queremos que el Gobierno ponga en valor los derechos de autor. Hay que concienciar a la sociedad de que, si alguien se beneficia de que una obra se emita en televisión, o se proyecte en cines, que tenga una difusión pública, la remuneración no es un regalo que nos hacen a los autores, sino que nos lo merecemos. Si alguien sale beneficiado, tienen que compartir ese beneficio con los autores.
Plataformas como Netflix y Movistar+ no hacen públicos sus datos de audiencia. ¿Saben los autores cuánta gente está viendo sus obras en ellas?
Los autores no, pero la entidad de gestión de derechos sí. Estas plataformas entienden que debemos recaudar para el autor, y se hace dentro de un contrato de confidencialidad muy cerrado y muy preciso. Con Netflix y Youtube ya hay acuerdos, HBO y Amazon están en proceso. Los técnicos de DAMA y los de Netflix sí se intercambian datos, pero esos datos finales no llegan a los autores. Pero sí que llegan las liquidaciones. Por ejemplo, de Netflix entre el 1 de enero de 2018 y el 30 de junio cobras tal cantidad, entonces sí puedes deducir un poco cuánto se ha visto tu obra. Aunque no de una manera exacta.
Así que no sabes cuánto público vio 'Fe de Etarras' en Netflix.
No podría hacer una división exacta, tendría que ponerme con una pizarra matemática en plan 'Una mente maravillosa' para saber cuántos visionados tuvo. Pero tenía otro contenido en Netflix, 'Ocho apellidos vascos' y 'Ocho apellidos catalanes', que lógicamente se habían visto ya en otros formatos como la tele en abierto. Al ver lo que había recaudado 'Fe de etarras', se notaba que ese efecto "estreno" sí tenía consecuencias.
¿Y sale a cuenta una película en Netflix?
A nivel de derechos, a mí me han pagado más por una película mía que se ponía en vuelos internacionales de Iberia que por una película de Netflix. Pero ellos pagan el mismo porcentaje, el derecho de autor es un porcentaje de los ingresos que tiene una plataforma, una televisión, un cine. A lo mejor en un vuelo de avión te ofrecen seis películas, pero en Netflix tienes miles y miles de títulos. Lo que el usuario paga a Netflix que llega a los autores se divide muchísimo. No te puedo decir que en Netflix pagan mal, pagan lo que deben pagar. Lo que pasa es que el catálogo es tan enorme, y el precio... Un mes de Netflix es una entrada de cine. Si tú vas a ver una película mía al cine, sé qué cantidad exacta de esa taquilla va a ir a mí como derechos de autor. Está alrededor del 2%, que va a autores en general: el director, el guionista, el músico... De todos modos la mayor fuente de ingresos, más allá de Netflix o demás, para un autor sigue siendo la TDT. Ni siquiera la televisión por cable: el prime time de la TDT. También es donde más cobran por publicidad, es donde más tajada se llevan las televisiones.
¿Deberían los Youtubers empezar a mirar sus derechos de autor?
Veo muchas batallas previas antes. Como el caso de los guionistas de entretenimiento. Un episodio de 'La que se avecina' está tan guionizado como 'El intermedio', pero 'El intermedio' parece un informativo. Esos guionistas deberían cobrar esos derechos. Es uno de los objetivos a corto-medio plazo de DAMA, muchas veces trabajas en 'Aída' y pasas a 'El club de la comedia' y después a 'El intermedio'. En realidad es el mismo trabajo. Me preocupa mucho más que un guionista de 'Zapeando' cobre que lo que cobre un youtuber.
¿Están los trabajadores beneficiándose de esta edad de oro de la ficción española?
No noto que las condiciones de trabajo hayan mejorado demasiado. Hay un boom de la ficción, se produce mucho, hay demanda de profesionales e incluso cuesta encontrarlos, no solo guionistas sino también a nivel de técnicos. Y no se está reflejando en una mejora de las condiciones laborales. Se vende una especie de eclosión de la ficción española, o la ficción hecha por técnicos españoles, y no creo que tenga una traducción en que sus condiciones laborales mejoren. Bajaron con la crisis económica y ahí se han quedado.
El cine español post-'Ocho apellidos'
El cine español está obsesionado con las comedias territorialistas desde 'Ocho apellidos vascos'. ¿Te arrepientes de haberla escrito?
Contaban que Alfred Nobel creó la dinamita para usos industriales, se acabó utilizando para otras cosas y él creó los premios para pedir perdón. Sí que tengo la sensación de haber creado un monstruo, porque se creó una moda de un tipo de humor, que tampoco fue invención nuestra, sino que derivaba mucho de la comedia española de hace 40 años, 50 o 60. Pero fue tal el éxito que la industria se centró en un solo tipo de comedia posible. Hace 20 años existían muchos tipos de comedia, más personales, más de autor o con mezcla de otros géneros; ahora parece que hay solo una vía, y además esa vía no acaba de funcionar del todo. Las últimas películas que han tenido esa comedia regionalista no han sido éxitos en absoluto. Espero que eso amplíe las miras y se prueben otras cosas.
¿Qué géneros debería explorar la industria?
Hay un tipo de comedia, que no es una comedia chorra regionalista, que sí creo que tendría cabida. Pienso en el público que va mucho al cine ahora, el perfil de las mujeres entre 45 y 65 años, y no se hacen comedias para ellas. De la misma manera que en Francia o Gran Bretaña se hacen muchas películas de ese tipo, que aquí no se hagan me llama mucho la atención. Igual que hace años se podía decir "no se hace thriller en España", y ahora es incluso un cliché. ¿Cuántos thrillers se hacen en España ahora? Muchísimos. Son oleadas, y me incluyo, porque de 'Pagafantas' a 'Ocho apellidos' he hecho mucha comedia chorra.
¿Mejor el cine o tu salón?
Si es una comedia o una película de terror, y hay una sala llena de gente que no mira al móvil, que no habla durante la película, prefiero una sala de cine totalmente. Si voy a verlo en unas condiciones un poco terribles de proyección, con la gente hablando... La leyenda de la sala oscura en silencio, a veces es más fácil que sea así en tu casa que en el cine. Aunque es verdad que cuando veo una película muy buena en casa me da pena no haberla visto en cine. Me pasó hace poco con 'The Guilty', una danesa que transcurre en una sola localización. Un tipo que recibe llamadas de emergencia, es un poco 'Buried (Enterrado)'. En cine esa tensión que tiene esa película, que transcurre casi en tiempo real, habría funcionado mejor.
Cuando vi 'Superlópez' había un grupo de chicos haciéndose bocatas de chorizo delante de mí.
Las condiciones en las salas de cine pueden llegar a ser muy lamentables. Yo desde que soy padre voy a la sesión matinal o de mediodía a los Yelmo Ideal, y es una sesión que frecuentan muchos guiris. Y se creen que están en el salón de su casa. ¿Pago 10 euros para ver cómo me deslumbra la pantalla de móvil de un tío que no es capaz de estar ni 10 minutos sin mirar el puto móvil? Pero bueno, también depende de la sala a la que vayas, en los Verdi no me ha pasado eso nunca.