Brenton Thwaites tiene 27 años, pero no ha perdido el tiempo. El australiano ya ha trabajado con estrellas de la talla de Angelina Jolie, Meryl Streep o Gerard Butler. Se ha enfrentado a dioses de Egipto, a villanas de Disney y a sagas distópicas. Y al los altos y los bajos de Hollywood. Ahora se convierte en el nuevo protagonista de la mil millonaria franquicia 'Piratas del Caribe', y no con un papel cualquiera: con el del hijo del mismísimo Will Turner.
Se sienta sonriente entre un grupo de periodistas, entre los que nos encontramos, luciendo una boina y anillos de pirata en las manos que no nos pasan desapercibidos. Él ya se ha declarado muchas veces fan de la saga desde que era pequeño (tenía 14 años cuando se estrenó la primera). Y aunque ya no sea tan niño (acaba de tener una hija), sigue diciendo eso de "sigo siendo un adolescente, llevo 27 años intentando no serlo", y no tardó en aprovechar su visita a Disneyland París para irse a montar en las atracciones: "Fuimos a las atracciones. Y pensé que estaría genial, pero en algún lugar de mi diafragma, mi comida no estuvo muy de acuerdo conmigo. ¡Casi la vuelvo a ver fuera!". Descubramos un poco mejor a la nueva generación de la familia Turner.
¿Le cogieron por su parecido con Orlando Bloom?
"No creo que supiera ese punto de la historia. Sí lo adiviné. Por ciertos detalles puedes adivinar por dónde van a ir. Y sabía que era parecido a algunos de los personajes, así que suponía que había muchas probabilidades de que consiguiera el papel. E iban a rodar en Australia por el tema de las deducciones fiscales. Pensé que tenía un poco de ventaja respecto a los demás. Tenía una buena oportunidad. Era el papel que quería hacer, creía que podía ser bueno en esto, y estuvieron de acuerdo conmigo".
"No conozco la profundidad del proceso de casting pero para mí personalmente, fueron unas pocas audiciones, diría que tres o cuatro. Luego vino una reunión con los dos directores, Joachim Rønning y Espen Sandberg. Luego vinieron una serie de pruebas de química con diferentes co-protagonistas. Y llegado el momento me reuní con Jerry Bruckheimer y Chad Oman. Y de alguna forma, por razones que desconozco, me eligieron a mí".
¿Cuál era su relación con la saga?
"He sido fan de la primera a la cuarta. Me encantan, sobre todo las tres primeras, creo que encapsulaban lo que creo que es la franquicia de 'Piratas', con el foco en las relaciones entre padres e hijos, luchar por la familia y el amor. Es lo que hemos intentado hacer en esta de nuevo".
¿Cómo es la relación de Will y Henry?
"Al principio de la película vemos a Henry como un niño, básicamente intentando tener una relación con su padre, y no termina de acostumbrarse a por qué no puede tener esa relación. Parece ingenuo y poco informado sobre la seriedad y profundidad de la maldición. Hasta que menciona que hay un tesoro que puede romper la maldición y salvarlo. Menciona el Tridente de Poseidón y básicamente su padre le dice que tiene que encontrar a Jack Sparrow para encontrar el Tridente. Así, continuamos con la película diez años después y vemos que sigue intentando encontrar a Jack para conseguir su ayuda y encontrar lo único que puede romper la maldición de su padre".
¿Qué opina de los últimos rumores de Johnny Depp?
"No deberíais creer todo lo que leéis. Una vez leí mientras tomaba mi café de la mañana que Johnny estaba volando de vuelta a Los Angeles y pensé: 'hum, qué interesante, tengo un par de escenas con él hoy'. Fui a trabajar y estuve trabajando con él todo el día. Desde ese momento dejé de creer nada que dijeran de Johnny".
"Trabajar con él es genial. Es uno de los mejores actores vivos, en mi opinión. Es uno de los mejores actores de personajes, un gran improvisador, es irreverente, es divertido. Este personaje parece perfecto en cualquier forma, él nunca dice o hace nada más o menos que lo que siente en el momento. Y eso es lo que supone una gran interpretación. Da mucho miedo trabajar con él porque es muy impulsivo y no sabes lo que va a hacer, pero así habría sido en la realidad. Siempre hace más de lo que parece real pero siempre es creíble, así parece que siempre funciona".
¿Se considera ya un experto en superproducciones?
"El trabajo es el mismo. Sigo teniendo que actuar, que hacer un personaje, y hacer el mismo trabajo que haría en cualquier otra película con cualquier presupuesto. La escala se ve en el producto final. Durante el rodaje, los sets son maravillosos, los barcos son enormes y es abrumador lo emocionante que es todo. Pero cuando vi la película por primera vez, vi el dinero, el tiempo y el esfuerzo que se ha invertido y que durante el rodaje no nos damos cuenta. Efectos especiales, maquillaje, y todas las piezas del puzzle que vienen después".
"Tuve que aprender a luchar con espadas. Mi entrenamiento especial fueron las coreografías con espadas, y aprender mis escenas de peleas".
¿Cómo vio a unos directores novatos en las superproducciones?
"Estuvieron genial, fueron encontrando su ritmo poco a poco, porque fue un cambio de presupuesto muy grande. Venir de rodar 'Kon-Tiki' a 'Piratas', con un presupuesto que quizás es cien veces el de 'Kon-Tiki'. Creo que necesitaron un tiempo para acostumbrarse a tener una película de este tamaño, y el papel que tienes que adoptar como director. Pero nunca dejaron que las ideas pararan. El estudio y los productores prepararon los sets de forma que les permitiera pensar sobre la marcha e improvisar. Si llovía tenían la opción de ir a rodar una escena con Javier (Bardem), o si el tiempo no acompañaba, podíamos rodar muchas cosas en la plaza del pueblo. Siempre se iban adaptando, y eso es en parte gracias al presupuesto y a tener una película de este tamaño".
¿Hubo muchas inclemencias temporales?
"Rodamos durante seis meses, de febrero a julio. No estuvieron mal. Grabamos casi todo en estudio, para poder controlar, obviamente, lo que grabábamos. Hubo unos pocos días húmedos, cuando rodábamos en la granja, en la ciudad de St. Martin's, que hicieron una secuencia inicial un poco embarrada, algo que se nota en la película. Creo que esa suciedad aporta mucho al tema rústico de 'Piratas'. No recuerdo que nos empapáramos mucho o que tuviéramos que parar por una tormenta o algo así. Recuerdo que en Hamilton Island sí tuvimos una pequeña tormenta, pero fue cuando habíamos terminado, así que tuvimos suerte. Australia fue amable con nosotros".
¿Por qué los australianos están conquistando Hollywood?
"No sé. Creo que es parte del espíritu aventurero de los australianos. Probablemente hay más australianos en París que en Australia. Tenemos una actitud muy enérgica a la hora de viajar y ver sitios. De niño quería viajar mucho. Y quizás debería haber tenido cuidado con lo que deseo. Pero creo que viene con el arte y este mundillo, son un buen dúo porque estamos en la carretera todo el rato. No sé por qué los australianos en particular se convierten en grandes estrellas. Quiero decir, puedo pensar en más británicos que australianos. ¿Quizás por nuestra ética de trabajo? El hecho de que nos sintamos muy afortunados por pertenecer a esta industria porque no hay mucha en Australia... Una vez conseguimos esa pequeña opción, vamos a por todas y trabajamos duro para continuar haciendo cosas chulas".
¿De dónde le viene la vocación?
"Cuando era pequeño siempre me gustó imitar. Cuando veía películas, luego intentaba imitar lo que hacían Robin Williams, Jim Carrey y un montón de actores. Creo que fue eso sumado a unirme al teatro y aprender acentos, y no perder la magia de cuando eres niño. Esa mímica. Ese sabiondillo que se burlaría de la gente. Creo que cuando me fui haciendo mayor me di cuenta de que podía hacer eso también emocionalmente. No solo de forma cómica, sino estudiando y copiando la psique de la gente y sus emociones. Ahora lo prefiero así, mucho más que hacer el tonto. La primera obra de teatro que hice fue 'Romeo y Julieta' y cuando leí la obra antes de hacerla, habría quemado cualquier libro de Shakespeare, no podía leerlo ni estudiarlo, odiaba la asignatura del lengua. Todos los clásicos hacían que quisiera clavarme tenedores en los ojos. Pero cuando me subí al escenario me di cuenta de Shakespeare está hecho para ser interpretado. Y sentido, no leído. Me enamoré de Shakespeare y de la interpretación en el escenario".
¿Qué le gusta hacer cuando no está actuando?
"Toco la guitarra, es una de esas cosas que me relaja. Como a Johnny. No pudimos tocar juntos porque siempre estábamos trabajando. Cuando Johnny viene al set, es para trabajar. Sí que hablamos un poquito. Paul McCartney también estuvo por ahí. Habría sido genial poder tocar con él. Me encanta. Mi música favorita es la guitarra folk, blues jolk, he estado escuchando mucha guitarra clásica y flamenco recientemente. Pero me gustan todos los estilos. Me gusta lo que toca Johnny con su banda. The Hollywood Vampires, que les vi en Los Ángeles. Me gusta el sonido rockero, sucio y grunge. Es muy guay. Pero también me gusta el Jazz. Todo, yo creo que me gusta todo (risas). Estoy aprendiendo a cantar. Tengo una voz terrible pero estoy intentando mantener el tono".
¿Cree que la historia de Henry termina en 'La venganza de Salazar'?
"Creo que podríamos llevar la historia de Henry a muchos lugares. Solo hemos visto unos pocos matices de Henry porque su meta se fija desde el principio de la película. No hemos podido ver cómo era en su adolescencia o la parte más divertida de Henry, solo nos hemos centrado en intentar salvar a su padre y ya está. Definitivamente veo posibilidades de seguir explorando".
"Creo que una sexta película no está por contrato si no que depende de los fans. Creo que la película está muy bien y que la gente querrá ver más de la historia y ver un potencial mundo nuevo, las oportunidades son infinitas".
'Piratas del Caribe: La venganza de Salazar' llega a los cines el 26 de mayo.