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ENTREVISTA ECARTELERA

Carlos Cuevas se vuelve a enamorar de un Bruno en 'Smiley': "Solo los románticos harán la conexión"

Hablamos con Carlos Cuevas y Miki Esparbé, la pareja protagonista de 'Smiley', nueva comedia LGBTQ+ de Netflix basada en la obra homónima de Guillem Clua. Estreno el 7 de diciembre.

Por Pedro J. García Más 7 de Diciembre 2022 | 10:00
Redactor y crítico pop. Me apasiona la animación y veo series por encima de mis posibilidades.

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Carlos Cuevas se vuelve a enamorar de un Bruno en 'Smiley': "Solo los románticos harán la conexión"

Álex y Bruno llevan con Guillem Clua desde hace más de diez años. Son los protagonistas de 'Smiley', obra de teatro sobre dos chicos que se enamoran, estrenada con éxito en 2012 y representada durante años con diferentes actores encarnando a sus protagonistas sobre las tablas. El 7 de diciembre, la historia de Álex y Bruno de el gran salto al streaming con su adaptación en forma de serie, en la que Clua ha ejercido como showrunner y guionista, convirtiendo su historia protagonizada por solo dos personajes en un universo extendido de realidades LGBTQ+.

Las reencarnaciones de Álex y Bruno para la pantalla son Carlos Cuevas ('Merlí') y Miki Esparbé ('Donde caben dos)', elegidos tras un complicado proceso de casting en el que Clua buscaba a los candidatos que pudieran adaptarse mejor a unos personajes que tanto él como los miles de espectadores que han disfrutado de la obra conocen perfectamente. "En este sentido, Miki y Carlos han sido un regalo", cuenta el showrunner en una entrevista con eCartelera. "No solo tienen ya esa química excepcional que existe entre ellos y que se ha podido trasladar a la pantalla, sino que son actores estupendos, que brillan muchísimo en comedia y en drama".

Concretamente, para Cuevas, conocido sobre todo por interpretar a Pol Rubio en la exitosa serie catalana 'Merlí' y su spin-off universitario, 'Merlí: Sapere Aude', 'Smiley' ha supuesto una oportunidad para desatarse y explorar su vis cómica más a fondo, de nuevo con un personaje LGBTQ+: "Lo que más me preocupaba era que no había hecho tanta comedia", reconoce Cuevas. "Y la verdad es que estoy muy contento con el curro que he hecho y con el salto que he dado. Ahora me siento muy cómodo". El popular actor señala a su compañero como la ayuda indispensable para soltarse cómicamente: "Se lo debo todo a esta persona", dice señalando a Esparbé, que niega con la cabeza. "Somos amigos y me ha ayudado a preparar castings de comedia. Me fío mucho de su criterio y he aprendido mucho de Miki. Domina muchísimo el instrumento".

Carlos Cuevas y Miki Esparbé

Conocerse tan bien detrás de las cámaras hace que la química se dispare cuando ambos comparten escena (ya sea de cuerpo presente o por teléfono, en momentos de cariño o, sobre todo, en las discusiones), convirtiendo la relación entre Álex y Bruno, que chocan constantemente pero se enamoran de forma inevitable como en las rom-coms de toda la vida, en el eje central de una historia sobre distintas formas de amar y vivir. A Cuevas, por supuesto, no se le escapa la simpática coincidencia de que el hombre del que se enamora su personaje se llame Bruno, que casualmente también es el nombre de su gran amor en 'Merlí'. Eso sí, aclara para quien no lo sepa que 'Smiley' existe desde mucho antes que 'Merlí': "Es una casualidad. 'Smiley' es una obra de teatro que tiene diez años de recorrido. Quien quiera hacer el guiñito, lo puede relacionar, pero creo que también hay tantas series, tantas cosas, que solo los más románticos van a hacer el link. Fue una casualidad, era imposible de invertir o de cambiar porque la obra estaba escrita mucho antes que 'Merlí'".

Profundizando un poco más en la serie, sale en tema del culto al físico, concretamente en la comunidad gay, siendo esta una de las aristas que componen al personaje de Álex. Para dar vida ese aspecto de su personaje, un joven muy asiduo del gimnasio y popular entre los hombres por su físico, Cuevas tuvo que realizar una transformación que espera no repetir, y que conduce a una reflexión sobre la importancia que se le da al físico, no solo en el colectivo LGBTQ+ y en Internet, sino también en su profesión: "Yo siempre quiero que se me juzgue por mi trabajo, que es lo que yo sé hacer y lo que yo tengo capacidad de mejorar. El físico es algo con lo que has nacido y es lo que hay, para lo bueno y lo malo. Sí que, en este caso, por ejemplo, yo he hecho una transformación para 'Smiley', hay un curro. Yo no voy a volver a tener nunca estos músculos, ni los quiero, pero nosotros siempre aspiramos a que se nos juzgue por nuestro talento, nuestra actitud currando".

Pero este es solo un pequeño aspecto de una serie que pretende reflejar diferentes realidades y experiencias dentro del colectivo LGBTQ+, y que dan para muchas conversaciones. En nuestra entrevista con los actores, también hablamos de otros temas que Clua aborda con la serie, entre ellos, cómo ha cambiado la búsqueda del amor con las apps de citas (los actores confiesan que ellos tienen ninguna, porque "nos condiciona mucho el trabajo"), y cómo fue el proceso de casting que les llevó a formar pareja en una comedia romántica que promete enamorar a muchos nuevos espectadores en la pantalla, tras hacerlo durante años en los escenarios.

Un big bang que lleva a la creación de un universo entero

Después de su recorrido en teatros, Clua se siente profundamente agradecido por la oportunidad de llevar 'Smiley' a un público más amplio, a través del streaming y a escala global. "Siento agradecimiento, porque jamás habría pensado que algo que hicimos un grupo de amigos en una salita de 40 localidades, se podía convertir en algo tan grande y tan universal, y de la mano de una plataforma tan orgullosa de su diversidad como Netflix", dice el dramaturgo y guionista catalán. "Contar historias ya es un privilegio. Tener la posibilidad de tener una voz y llegar a un público tan amplio y sobre todo contar historias que para mí son tan importantes, como son las historias LGBTI, y que lleguen a un público manistream y que les emocionen y se sientan identificados con ellas, ya es muy positivo, pero es que además, hacerlo a una escala tan brutal como Netflix, da un vértigo terrible y es maravilloso".

La adaptación para Netflix le ha proporcionado una oportunidad que Clua describe como un "big bang", una explosión a partir de la historia de Álex y Bruno, que da lugar a un universo completo de historias relacionadas entre sí, todo un reto que acomete con la idea de acercar a la comunidad LGBTQ+ a un lugar donde, hasta no hace tanto, ha estado excluida: la comedia romántica clásica. Y además, navideña.

"El espectador sabe a qué estamos jugando y nosotros vamos a por todas", dice Clua. "Estamos jugando, sí, pero es que además, le vamos a poner Navidad, le vamos a poner muchísimas cosas más para que estés en un terreno seguro y para que toda esa realidad de gays, lesbianas y bisexuales que a lo mejor no conoces como espectador mainstream, no te sea amenazante de algún modo, sino que te puedas reconocer en ella tranquilísimamente y que no sea un obstáculo para disfrutar de estas historias, sino al revés, que sea un aliciente. Creo que esa retroalimentación de lo LGBTI con lo que es tremendamente conocido, y a lo mejor conservador narrativamente hablando como es una comedia romántica, es lo que hace que esta serie sea tan novedosa".

'Smiley'

Eso sí, esto sigue siendo el principio de un proceso en el que todavía queda mucho por hacer. "Cada vez hay más visibilidad y representación de realidades LGBTI en la ficción", apunta el showrunner en relación a la proliferación reciente de comedias románticas con enfoque queer ('Bros - Más que amigos', 'La estación de la felicidad (Happiest Season)', 'Fire Island'). "Normalmente esas realidades se habían visto circunscritas en géneros muy concretos, sobre todo en dramas. Siempre eran terribles las historias que nos pasaban, de enfermedades, de salidas del armario, de discriminación. Y de repente, hemos ido conquistado otros géneros". Pero claro, si bien 'Smiley' es otro ejemplo de que se está produciendo un cambio importante, todavía hay espacios que se nos resisten: "No ocurre tanto en géneros en los que es inaudito que exista esto, como una serie de ciencia ficción mainstream o de superhéroes, que son terrenos a conquistar", dice Clua, que, aunque sea sin extraterrestres o superhéroes, espera poder seguir contando la historia de Álex y Bruno en una segunda temporada.

'Smiley', formada por 8 episodios, ya está disponible en Netflix.

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