Si hace unos días hablábamos con Bárbara Lennie sobre su participación en 'Magical Girl', ahora es el turno de su director, Carlos Vermut, quien en 2011 ya encandiló a la crítica y parte del público con 'Diamond Flash' (la película se estrenó en Internet de forma independiente, sin el apoyo de ninguna gran distribuidora). La obtención de dos de los premios más golosos en San Sebastián (a mejor película y director), y un más que notable estreno en salas (en cuanto al promedio por copia), hablan de un futuro para 'Magical Girl' y su director bastante prometedor.
Por ello no hay mejores temas con los que iniciar nuestra conversación. "[Los premios en Donosti] son un reconocimiento muy importante, que tiene que servir como motivación para seguir trabajando y hacerlo lo mejor posible. Ha sido un reconocimiento muy grande a nuestro trabajo. Y me lo tomo como tal".
A simple vista, la exposición en los medios derivada de la consecución de los galardones en San Sebastián puede no haber influido excesivamente en el comportamiento en taquilla de la película, "ha funcionado muy bien en Madrid, lo que pasa es que hay ciudades más pequeñas en las que no funciona". Vermut entiende también que "los premios de Donosti tampoco son garantía de nada", y se muestra más que confiado con el futuro del film en salas por unos hechos que le avalan y una estrategia de exhibición bastante definida.
"El lunes [20 de octubre] fue la película más vista en la mayoría de los cines en los que estuvo, y no solamente no se ha quitado, sino que están cambiándola a salas más grandes" -en referencia a, por ejemplo, los cines Ideal situados en el centro de Madrid, donde la han pasado a la sala 9, la más grande del cine-, "y seguramente aumenten las copias". 'Magical Girl' es pues, un título, de esos que tienen un mejor rendimiento entre semana y cuyo objetivo no es, ni de lejos, competir con los todopoderosos blockbusters americanos.
"Nunca confiamos en que fuera un blockbuster, sería una locura pensarlo. La estrategia nunca fue esa, sino intentar que se mantenga, que funcione el boca-oreja y que se mantenga en las salas que se mantenga, pero mucho tiempo. La idea es que la película vaya creciendo. Y si ha ido bien o mal lo sabremos dentro de unos meses, que es cuando se verán los resultados de nuestro plan de exhibición".
Roles y géneros
Atendiendo a sus dos películas, da la impresión de que Carlos Vermut es un tipo que construye muy bien los personajes femeninos, les da mucha importancia, haciendo hincapié en la profundidad de estos, cuando por norma -lamentablemente- resulta difícil encontrar papeles protagónicos femeninos de carácter, que sean realmente interesantes al público. Lo comentábamos con Bárbara Lennie, y obviamente teníamos que hablarlo con Vermut.
Antes de entrar de lleno en materia, confiesa que siente predilección por Bárbara, el personaje: "Yo intento que todos los personajes sean profundos. En este caso el personaje de Bárbara me interesaba mucho porque representa bastante parte de mí, es con el que más me siento identificado".
"No entro en el género cuando escribo. Ha coincidido que en mis dos películas haya personajes femeninos con un rol muy protagonista, pero puede no ser así, puede que la siguiente sean personajes masculinos los que de alguna manera sean el nexo de todas las historias o que tengan más protagonismo. No sé si es casual o no, en las dos películas los personajes femeninos se llevan mucho protagonismo, pero no sé si es una constante o si lo haré así siempre. En general los personajes me interesan mucho más que por su sexo, por su condición. Si tienen una historia pasada, secretos...".
No son pocas las entrevistas en las que el director cita a Quentin Tarantino como una de sus referencias, y a nadie se le escapa que también es un cineasta que se caracteriza por dar mucha relevancia a sus personajes femeninos. "A partir de 'Jackie Brown' hizo estos personajes femeninos con mucha carga. Me interesa mucho, pero no por ser mujeres, sino por ser personajes que tienen una dimensión más allá de lo obvio".
"Pero claro, como no estamos acostumbrados a ver personajes femeninos tan complejos, cuando aparece uno parece que es muy sorprendente y que el director tiene una especie de predilección por las mujeres. Yo no es que tenga predilección por las mujeres, la tengo por todo tipo de personajes. Pero cuando es una mujer puede que sorprenda más".
Siguiendo el hilo que marca la conversación, nos preguntamos si precisamente no sería lo suyo aprovechar ese efecto de 'sorpresa' para explotar este tipo de personajes y dar la vuelta a los roles. Por ejemplo, poner a un homosexual como protagonista de un film noir. Solo cambiando la sexualidad o el género del protagonista, por mucho que la película siga los esquemas convencionales, se genera un matiz que nos hace cambiar la perspectiva de lo que vemos.
"Lo ideal sería que pudieras hacer una película en la que un superhéroe es homosexual sin que eso fuese el centro de la trama, sino que es un personaje que es homosexual. De hecho en 'Diamond Flash' hay dos malas que son homosexuales. Y la película no va sobre que son homosexuales, va sobre que son dos mujeres que son secuestradas y aparte son homosexuales. Y va sobre su historia de amor. Su orientación sexual no invade la película ni su temática. Yo trato a los personajes independientemente de su sexo, de su orientación, sino como personajes que tienen otra dimensión completamente ajena a eso. Puede ser un asesino, no asesino, pueden ser blancos, negros, mujeres, hombres... y luego ser buenos, malos... Una cosa no debería condicionar la otra. Supongo que es difícil intentar librarte de los prejuicios, por un lado y por el otro, intentar hacer personajes complejos más allá de que sean simplemente caricaturas o estereotipos y cumplan esa función de estereotipo en la película".
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De momento, a Carlos Vermut le acompaña la coletilla del indie, pero no es algo que le preocupe especialmente. "No me preocupa, porque al final la carrera de uno se ve con el tiempo. Si de repente todas mis películas cuestan lo mismo, evidentemente seré un director independiente o de bajo presupuesto. En mi caso intento buscar el presupuesto ideal para la película que quiero contar. Y si es una película de medio millón, pues que sea eso. Y si es de dos millones, tres, cinco... que sea lo que tenga que ser".
Como bien apunta Vermut "es muy relativo", depende de la perspectiva o del contexto con la que se mire. "El Niño la planteamos en España como una superproducción y sin embargo si Daniel Monzón va a EEUU se consideraría también un director independiente. De hecho a mí, mientras que para Daniel Monzón soy una persona que hace películas de bajo presupuesto, mis amigos del cine de bajo presupuesto piensan que me he pasado a la industria. Depende mucho del punto de vista de la persona".
La sala de montaje
Siempre es interesante saber hasta qué punto una película ha cambiado desde la fase de guion hasta el estreno comercial, y le preguntamos sobre ello. "La esencia es la misma, lo que pasa es que al final cambias cosas para ajustar un poco a la producción de la película, para hacerla más accesible. Al final es para hacerla mejor". Las valoraciones sobre el guion de los productores "siempre fueron para hacerla más accesible manteniendo siempre lo que yo quería contar".
"Me gusta mucho escuchar a la gente con la que trabajo, pero porque tengo muy claro el tipo de película que quiero. Cuando veo que eso se altera, pues ya digo 'oye esto no se puede cambiar porque sería otra película distinta'. Pero eso no ha sucedido, hemos cambiado cosas pero la película siempre ha seguido siendo la misma".
En el futuro DVD de la película, la idea es que además de contar con las opciones y contenidos habituales, la idea es que "tenga algo especial, me gustaría que tuviese una edición en cómic, algo estamos pensando". Sin olvidar las escenas eliminadas aunque no sabe "si son muy relevantes, son más detalles. En una de ellas yo estoy de policía, no sé hasta que punto eso es interesante". Ríe y remata con la intención de que "merezca la pena que compren el DVD" con las cosas que están preparando para la edición doméstica.
