Convertida en una de las sensaciones españolas del año, tras su paso por la Semana de la Crítica del Festival de Cannes, donde obtuvo muy buenas críticas; 'Libertad', la ópera prima de Clara Roquet, irrumpió con fuerza como el filme inaugural de la 66ª edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, más conocida como la Seminci. Un debut que muestra las intenciones de este año, con el que la organización ha puesto toda la carne en el asador para ser uno de los símbolos de esperanza en el retorno del público a las salas.
'Libertad' ha logrado el lleno en todos los pases del día inaugural, algo que es motivo de alegría. "Es un gran honor para mí haber abierto la Seminci. Tengo una relación muy bonita con este festival, donde siempre me he sentido apoyada. El que propusiesen que mi película fuese la que estrenase esta edición fue, para mí, un gran gesto de confianza", declara Roquet en una entrevista para eCartelera en Valladolid. Por otro lado, ha sido muy simbólico, pues fue en la Seminci donde la cineasta obtuvo la Espiga de Oro al mejor cortometraje con su primer trabajo como realizadora, 'El adiós'.
Precisamente, 'Libertad' es una especie de expansión de lo que fue 'El adiós', en el que una empleada doméstica de origen boliviano intentaba cumplir los últimos deseos de la señora a la que cuidaba. En el caso del largometraje, la nacionalidad pasa a ser colombiana y el escenario es una casa de verano, en la que la familia de la anciana pasa largos días de asueto y el enfoque se amplía al acoger la mirada de las hijas adolescentes tanto de la cuidadora-asistenta como de la hija de la señora a la que esta cuida.
"Encontré mi propia manera de dirigir"
Fue precisamente 'El adiós' lo que despertó en Roquet su vocación para ser también realizadora, además de guionista -entre sus libretos están títulos como '10.000 km', 'Los días que vendrán' o 'Petra'-. "Fue con mi primer corto. Lo curioso es que cuando lo escribí, lo hice pensando en que lo dirigiese otro, aunque es verdad que lo hice con imágenes muy precisas cuando lo tenía en mente. Una amiga mía, Antoneta Alamat Kusijanovic, que acaba de ganar la Cámara de Oro en Cannes, me dijo que quería dirigirla y, en un principio, acepté", expone.
"Pero teníamos visiones distintas del proyecto, aunque considero que Kusijanovic tiene buen gusto. Fue ella la que me aconsejó que lo dirigiese yo. En un principio no me veía, pero unos amigos me animaron a ello y decidí probar. Creo que le encontré el gusto porque hallé mi propia manera de dirigir, no desde la autoridad sino desde la colaboración", continúa.
De hecho, Roquet ha llegado para quedarse. "Creo que soy más guionista que directora, pero ahora cuando escribo una historia, si la siento muy mía, ya pienso en dirigirla yo misma", comparte.
Romper con los "relatos hegemónicos"
A pesar de ser una situación tremendamente cotidiana y real, no ha tenido un protagonismo muy marcado en la industria cinematográfica española. "Estaría muy bien hacer un análisis de esto. Siento que tiene que ver con los relatos hegemónicos. Hay una serie de historias que se imponen frente a otras, lo mismo pasa con los personajes, muchos se quedan fuera de campo y ese es el caso de las criadas, de las cuidadoras. Solo el hecho de ponerlas frente del plano me parece fundamental", explica Roquet.
"Cuando hay más mujeres accediendo al guion o a la dirección, se dan más historias diferentes, más personajes femeninos, más puntos de vista y creo que eso pasa con los cuidados, que se han asociado siempre a lo femenino, lo cual no es justo ni para las mujeres ni tampoco para los hombres, a los cuales se les ha impuesto el rol de la contención, de guardarse todo para dentro", agrega.
"Falta la diversidad en sí. Por ejemplo, yo vivo en la Costa Brava y tengo amigos como los que acaban teniendo Marina y Libertad en la película. Me molesta que no estén retratados lo suficientemente en el cine o que no lo estén desde la verdad", añade María Morera, quien interpreta a Marina en la cinta.
Por otro lado, recalca que aún queda mucho por hacer en materia de representación. "Prueba de ello es que se sigue preguntando [sobre la presencia de relatos femeninos en el cine]. En 'Libertad' hay un buen número de mujeres profesionales, no solo en el guion o en la dirección. Roquet retrata una situación concreta que parte de lo que conoce y es una realidad en la que hay fuerte presencia femenina. No creo que sea algo excepcional, simplemente concreto", explica.
El verano, el otro protagonista
Un escenario esencial para el desarrollo de la historia ha sido el verano, estación ideal para la narración de momentos cruciales de la vida. "Son vacaciones, hay la oportunidad de hacer más cosas", declara Nicolle García, la cual es Libertad, la joven que da nombre también al filme.
"En el cine, el verano es una época estupenda, porque nos permite condensar muchos temas en un acotado espacio temporal, algo que se acentúa en la adolescencia, que están en período de vacaciones escolares por casi tres meses. Es en el estío cuando se forjan muchas amistad y también muchos romances. Son los recuerdos del verano los que se recuerdan de forma más viva, el tiempo parece que se expande, todo se percibe más. Además, en la cinta, toda la familia está casa, también Rosana y su hija Libertad, era el momento ideal", detalla Roquet.
Aunque fue rodada en verano de 2019, "la grabamos entre julio y agosto", revela García; lo cierto es que 'Libertad' fue uno de los muchos títulos que estuvo afectado por el estallido de la pandemia del coronavirus. "Estaba previsto que se estrenase en 2020, han sido dos años esperándola. Aunque no tuvimos que pasar por el proceso de test covid cada semana en un rodaje, sí tuvimos la incertidumbre y el miedo de que no llegase a estrenarse", confiesa Morera.
Coproducida entre España y Bélgica, 'Libertad' está también protagonizada por Nora Navas, Vicky Peña, Carol Hurtado, María Rodríguez Soto, David Selvas, Òscar Muñoz, Sergi Torrecilla y Mathilde Legrand. Con música de Paul Tyan, tras su paso por la Semana de la Crítica de Cannes y la Seminci, 'Libertad' llegará a salas comerciales españolas el 19 de noviembre, de la mano de Avalon.
