El "Mr. Right" de Bridget, el eterno caballero andante que se liase a mamporrazos con el caradura de Daniel Cleaver a.k.a. Hugh Grant (la gran pérdida de esta secuela), y aquel que hiciera que nuestra soltera de oro corriese en bragas bajo la nieve, vuelve, más contenido que nunca y tan caballero inglés como siempre en una película que tiene mucho que agradecer a ese gesto adusto que caracteriza al estirado de Mark.
Colin Firth se mete de nuevo en la piel del amor de Bridget, un príncipe que años después del final de cuento no ha dejado de desteñir, hasta dejar a esta londinense caótica sola de nuevo inaugurando su cuarta década. La realidad, lo opuesto de sus personalidades, la vida, se interpuso en el "comieron perdices" de esta pareja que ahora tiene que encontrarse en bodas, bautizos y comuniones y darse a la bebida, porque no resultó, pero el amor sigue ahí.
"Él la ha estado queriendo durante quince años, eso no es algo que puedas sacarte de la manga", afirma un Firth consciente de que su personaje ya no es la promesa de un gran amor, sino alguien que "ha decepcionado a Bridget en numerosas ocasiones", ventaja e inconveniente que lo alejan de la nueva promesa: Jack, un rico norteamericano al que da vida Patrick Dempsey, el tercero en discordia.
"No es fácil hacer que el chico bueno sea interesante, y Patrick lo consigue", dice este interprete para añadir después que cuando le ofrecieron retomar su papel en la saga tuvo muchas dudas. No veía nada claro el asunto porque es una secuela y además una comedia romántica, y según dice el actor "hay muchas secuelas malas malas y muchas comedias románticas terribles", por lo que la aventura no prometía demasiado. Además una pieza fundamental se quedaba fuera del puzzle y llenar ese hueco parecía imposible.
Sin el encanto canalla de Hugh
Firth asegura que temía que el hueco dejado por Grant fuese tan grande que el triángulo amoroso no funcionara con ningún otro intérprete, miedos que desaparecieron dice cuando apareció Dempsey y llenó de texturas un personaje que no convencía nada a Firth cuando se puso delante del guion.
Este interprete además cuenta que la película funciona porque no mendiga risas, que probablemente ciertas escenas son graciosas para el público porque no lo fueron nada para el equipo, y que volver a ver a Renée Zellweger en la piel de Bridget fue suficiente para que sintiera como volvía la magia. 'Bridget Jones' Baby' aterriza en nuestra cartelera el 16 de septiembre de la mano de un Mr. Darcy más humano que nunca y de un embrollo amoroso más complicado imposible. ¿Habrá final feliz para la pareja?