Tras su paso por la 76ª edición del Festival de Cannes, donde obtuvo el Premio FIPRESCI, el chileno Felipe Gálvez estrena este 11 de octubre en salas comerciales españolas 'Los colonos'. Su ópera prima, presentada dentro de la sección Una Cierta Mirada y que optó a la Cámara de Oro, es la representante de Chile para la categoría de mejor película internacional en la 96ª edición de los Premios Oscar. Un wéstern y film de aventuras que aprovecha ambos géneros para realizar un ejercicio de memoria histórica.
Un cuidado largometraje que explora uno de los episodios más sangrientos de la historia de Chile como país independiente, el Genocidio del pueblo Selknam, que ocurrió entre la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del XX en la isla Grande de Tierra de Fuego, cuando Chile y Argentina ya no eran colonias españolas. Una temática y una puesta en escena arriesgada para una ópera prima.
"Tuve la idea hace como unos diez años. En ese momento, no sabía realmente a lo que me iba a enfrentar [en materia de producción]. Fue algo naíf de mi parte cuando comencé a escribir. Pero, claro, el papel lo soporta todo y no era consciente del coste que supone una producción de época. Fue cuando tocó hacer el presupuesto cuando entendí la magnitud de mi proyecto", explica Gálvez en una entrevista concedida a eCartelera.
Una producción visualmente impecable, con una fotografía exquisita y en la que Gálvez aprovecha la atmósfera para crear un ambiente de opresión y matanza y en la que utiliza una serie de recursos para sentir el horror sin tener que verlo directamente, dado que 'Los colonos' destaca por dejar fuera casi toda la violencia, como las grandes matanzas, que se intuyen pero no s ven delante de cámara. "Tiene que ver con mostrar menos, dosificar la violencia. Me pareció interesante plantearlo así", razona.
Mostrar la violencia sin recrearse en ella
"Los personajes aparecen envueltos entre la neblina. Esas escenas no fueron fáciles, porque no quería realizar una batalla tampoco. Los selknam era un pueblo pacífico. Quise ser realista, pero no recrearme en el horror. Logré encontrar una manera en la que viese de forma realista, pero que fuese también puramente cinematográfica", detalla el cineasta, quien también señala que suponía también un reto crear unos protagonistas que no iban a provocar empatía precisamente entre el público.
"Es muy difícil mantenerte cerca de estos personajes, mantener la empatía hacia ellos. Con lo cual, cuando eres consciente de que la audiencia va a ir perdiendo esa empatía hacia ellos, buscas otro tipo de elementos que te permitan que los espectadores no pierdan la atención y el seguimiento hacia los protagonistas. Ahí juega un papel importante la atracción de la imagen. Ahí, sí creo que traté de generar imágenes que atrajesen visualmente", comparte.
'Los colonos' destaca por tener personajes que están basados en personas reales, como el empresario José Menéndez, quien es interpretado por Alfredo Castro, o el mercenario escocés Alexander MacLennan, encarnado por el británico Mark Stanley, quien es llamado por los chilenos como el 'Chancho Colorado'. "En Chile, el Chancho Colorado es una especie de mito. Hay distintas teorías, pero hay apenas información. Son personajes históricos de los que se cuenta con muy poca documentación", explica Gálvez.
"La poca bibliografía que existe procede de fuentes dudosas, relacionadas con Menéndez, así que no podemos saber exactamente qué sucedió. Menéndez tenía a su nombre buena parte de esos territorios. De alguna manera, se había encargado de que la historia quedase escrita de una manera que lo protegía bastante. Me basé principalmente en cómo, a finales del siglo XIX, el Estado de Chile envió a un juez a investigar los crímenes y este se alejó en la casa del empresario", narra el realizador, quien también firma el guion.
Unas heridas históricas muy presentes en la actualidad
"La investigación duró tres años, pero sólo hace 25 años, fue cuando apareció en Punta Arena un libro con la información que había recabado el juez. Ahí es donde hay muchos testimonios reales de gente que participó en las matanzas. Pero también quiero recordar, que el cine en sí es ficción. El entorno real e histórico me sirve de base, a mí me interesa crear a partir de ello, pero no busco ser una reproducción completa de la realidad", expone Gálvez.
Gálvez señala que el genocidio que vivió el pueblo selknam no ha sido reconocido como tal hasta agosto de 2023 cuando la etnia de este pueblo indígena no ha recibido protección oficial del Estado. "En Argentina [en la que hubo también matanzas], la gente es más consciente, porque ellos tuvieron la Campaña del Desierto y esto se estudia en cómo hubo una política de Estado que Julio Roca mandó matar a todos los indígenas desde el norte al sur. Se estudia la historia oficial. Eso no sucede en Chile", expone el director.
"No hay nombres en Chile para describir lo que pasó. Lo que no se nombra, no existe. Oficialmente, el Estado chileno no participó en matanzas hacia el pueblo indígena. No estoy hablando sólo del caso de los selknam, sino también de otras etnias y comunidades. Por lo tanto, es una negación terrible, no sólo por las matanzas hacia los indígenas, sino en general", denuncia Gálvez. Para ello, habla también del pueblo mapuche. "En el proceso de asimilación de los mapuche, se le llama pacificación. Es como si hablásemos de lo que está sucediendo en Ucrania como pacificación", exclama.
"En ese sentido, Chile tiende a buscar palabras que tienen a suavizar lo que sucedió realmente. Creo que un país crece con su historia y dice mucho que recién este año se haya reconocido el genocidio del pueblo selknam", explica, señalando que los descendientes de esta etnia, también llamada ona, buscan sólo una dignificación. "Se está llegando a un acuerdo, lo primero es que se les ha reconocido como pueblo vivo, ya estaban declarados extintos totalmente. Son una comunidad pequeñas, de no más de 30 personas. Llevan ya más de 20 años luchando para ser reconocidos y no se les niegue su existencia", explica.
"Un genocidio es transformado en un souvenir"
A pesar de ello, Gálvez destaca lo paradójico que resulta de que el pueblo selknam esté de moda dentro de la cultura popular chilena. "Es una temática muy olvidada, no ha habido agenda para ello. Pero lo curioso es que los selknam son muy populares, es un pueblo que genera mucho interés, especialmente en los últimos 20 años. Mucha gente los está estudiando y hay partes de su cultura que son seguidas por la sociedad, sus vestimentas, la forma en la que se pintaba. Es contradictorio, dado que nadie ha puesto el foco en la historia de esta comunidad", expresa.
"Para mí es bastante violento y, en parte, es lo que me ha impulsado a crear este relato. Me es incómodo ver cómo un pueblo que ha sufrido un genocidio es tratado y transformado en un mero souvenir de turismo por el propio país", agrega, recordando cómo "la imagen exótica" ha sido utilizada como reclamo por las sociedades iberoamericanas. "Siento que es una herencia del colonialismo, un vestigio que se mantiene vigente en ciertas situaciones", expresa.
Gálvez nota que los cambios sobre la pertenencia del pueblo indígena en un país está cambiando. "Hay un dato interesante. El 95% de la población de Chile tiene sangre mestiza. Algo relevante es el conflicto interno que existe con esa herencia. En el último censo, ha habido más gente que se reconoce indígena. No es que la población indígena haya aumentado, sino que hay personas que están reconociendo parte de sus raíces con orgullo y sin vergüenza", explica el cineasta.
"Un cambio cultural importante se está empezando a gestar en Chile respecto a ello. Pero hay que imaginar el nivel de discriminación que existe aún para que mucha gente haya querido ocultar sus orígenes. Eso refleja el racismo que hay en la propia sociedad. En los último cinco años, está saliendo a la luz ese orgullo de tener sangre indígena también, de no avergonzarse por ser mestizo", expone.
El dilema del mestizaje
El mestizaje en la cinta es representado con Segundo, personaje interpretado por Camilo Arancibia, quien vive un profundo dilema interno a lo largo del filme. "No solamente tiene la contradicción de la sangre. Muy probablemente, sea un hijo de la conquista, vástago de un español y una mapuche. Posiblemente, sea fruto de una violación, no habría amor en cómo se concibió", comparte.
"Está la sociedad chilena, que en ese momento está formándose y que busca que cohabiten diferentes realidades. Para Segundo, el conflicto está también relacionado con la figura del padre, busca ese referente. En ello, conoce a este británico y a este estadounidense, que le hacen enfrentarse a ver cómo es la vida de un hombre blanco y que, quizás, su padre no hubiera sido muy diferente a ello. Su historia a lo largo de la cinta es de mera supervivencia, incluso cuando parece que ha encontrado el amor", expone.
Lejos de ver a su ópera prima como un trabajo meramente histórico, Gálvez considera que la temática sigue muy de actualidad. "Claro que tiene ecos en el presente. Refleja muy bien el desprecio por la histoira del país, el cual ni siquiera tiene una historia oficial sobre la dictadura, a la cual se le está dejando de llamar dictadura inclusive. Se están modificando las palabras, se le está llamando pronunciamiento militar. No se asumen crímenes que se cometieron durante este período. Hay un intento constante de cambiar la historia", señala Gálvez.
"Se está intentando escribir una nueva Constitución y cada vez son menos las personas que participan en ella y estas busca cuidar solamente a ciertos poderes. El conflicto mapuche sigue presente en la Araucanía, hay un problema armado en esa región, donde el país está militarizado. La violencia sigue ejerciéndose sobre el pueblo indígena, por las tierras. La discriminación sigue muy presente. Mi película mira hacia el pasado para hablar al presente. Habla mucho sólo apenas hace poco más de un mes el Estado chileno haya reconocido el dolor del pueblo selknam. 'Los colonos' habla de lo vigente que es esa problemática", expresa.
La historia sangrienta de las Américas
A pesar de ser una historia ambientada en Tierra de Fuego, Gálvez considera que lo que narra 'Los colonos' bien podría estar ambientado en cualquier país de América. "Las matanzas a pueblos indígenas han sucedido en todo el territorio americano a lo largo de diferentes momentos de la historia, desde Norteamérica a Sudamérica y pasando por Centroamérica", expone, señalando que, justamente, optó por convertir su ópera prima en un wéstern para ser una especie de reflejo real de lo que se ha representado con este género cinematográfico.
"El cine ha funcionado como herramienta de propaganda para justificar lo que ha pasado. El wéstern es el mejor exponente, el que mostraba a los blancos como ejemplo de civilización y a los nativos como salvajes. El cine ayudó a construir la idea de que los vaqueros eran los buenos y los indígenas los malos. El otro día, hablando con un escritor de origen indígena, me comentaba que cuando era niño, jugaba a ser el cowboy, porque él era el bueno y el que mataba y no al que le mataban. En esto, el cine ha tenido un papel fundamental", argumenta el cineasta.
De ahí, que Gálvez revierta el significado del wéstern con su película. "En mi propuesta, no se glorifica a nadie ni al vaquero ni al mestizo ni al soldado. El wéstern busca crear héroes y asesinos, es un cine muy masculino. En lo que yo muestro es cómo se va construyendo esa imagen del héroe ir destruyéndolo poco a poco. Me meto de lleno en el género para desarmarlo por dentro", explica Gálvez, señalando también que la cinta aprovecha también elementos propios "del cine de aventuras".
"Es como si 'Los colonos' fuera esa película que realmente los directores que se hicieron famosos con el wéstern hubieran filmado... pero que se hubiera quedado fuera de la sala de montaje. Yo soy montador y sé la cantidad de material que se termina descartando. Me gusta la idea de pensar en aquello que se ha narrado pero que no ha podido salir a la luz", agrega.
'Los colonos' representará a Chile en la sección de mejor película internacional en la 96ª edición de los Premios Oscar. "Estoy muy contento, porque el proceso de selección es mediante votación popular, entre 400 y 500 profesionales de la industria. Así que hay bastante representación. Creo que es una película de temática universal, que invitar a la reflexión, a la crítica y a la autocrítica. Estamos trabajando para que sea vista por el mayor número de personas. Nuestro primer objetivo es ese y, luego, entrar en la shortlist y, finalmente, conseguir la nominación", concluye.
Dirigida por Felipe Gálvez, quien firma el guion junto con Antonia Girardi, entre el reparto de 'Los colonos' están Camilo Arancibia, Mark Stanley, Benjamin Westfall, Alfredo Castro, Marcelo Alonso, Sam Spruell, Mishell Guaña, Adriana Stuven, Mariano Llinás. Con fotografía de Simone d'Arcangelo, montaje de Mathieu Taponier y música de Harry Allouche. Producida por Stefano Centini, Santiago Galleli, Thierry Lenouvel, Emily Morgan, Giancarlo Nasi y Matías Roveda. Una coproducción entre Chile, Argentina, Reino Unido, Francia, Alemania, Dinamarca, Suecia y Taiwán. Una producción de Quijote Films, Rei Cine, Quiddity Films, Volos Films, Cine Sud Promotion, Snowglobe, Film I Väst, Finite Films y Sutor Kolonko. Disponible en cines desde el 11 de octubre, de la mano de Sideral Cinema.