Daniel Brühl salta a la dirección. El actor alemán estrena 'La puerta de al lado', un thriller con tintes de comedia negra que está disponible en salas españolas desde este 19 de noviembre, tras su paso por los festivales de Berlín y Sevilla. Un filme que critica "la superficialidad de la fama", a través de un protagonista que aparenta ser muy similar al propio intérprete. "Lo que quería compartir, aunque parezca una propuesta demasiado personal, era una historia sobre trivial y lo frívolo", declara.
La sinopsis oficial de 'La puerta de al lado' es la siguiente: "Daniel es un conocido actor que una mañana deja atrás su elegante ático en Berlín, su preciosa esposa y a la niñera que cuida de sus dos hijos pequeños para volar a Londres para el casting de una película de superhéroes. De camino al aeropuerto se acerca al bar de siempre para repasar el texto y tomar un café tranquilamente sin darse cuenta de que su vecino Bruno, al que nunca antes había visto, viene siguiéndole de cerca. En el bar, Bruno comienza a conversar con Daniel en lo que queda claro que no es un encuentro casual. El vecino de la puerta de al lado tiene información íntima sobre la vida de Daniel y su familia que hace que el encuentro se convierta en una incómoda experiencia".
Aunque de apariencia autobiográfica, Brühl incide que es una mirada crítica tanto a su oficio como a la gestión de la fama, tanto propia como ajena. "Realmente no estamos hablando de mi profesión, sino de la superficialidad de la fama. Esto aumenta con las redes sociales. A mí, me resulta un poco raro. A ver, yo también tengo redes sociales, pero creo que hay que guardar cierto misterio, no es bueno exponerlo todo o dar la sensación de que estás contándolo todo", declara en una entrevista para eCartelera en Madrid.
"También me fascinan las ganas de muchos de querer saberlo todo y llegar a acosar a la gente. Yo no soy Johnny Depp o Brad Pitt, pero me han pasado esas cosas, aunque por suerte no tengo ningún vecino como Bruno, pero he vivido alguna situación violenta, y si esto lo tienes permanentemente es difícil mantener tu salud y tu normalidad", continúa.
Una mirada crítica hacia la gentrificación de Berlín
Por ello, Brühl quiso que su protagonista fuese actor, porque es un mundo que conoce de primera mano. "Buscaba dos personajes que representan parte de esto. En un principio, tenía la idea de inventarme a un protagonista muy alejado de mí y que simbolizase lo que he comentado, un político, un arquitecto o un músico, que representan la actitud del éxito del oeste", detalla. "Pero era mi primer proyecto y necesitaba pisar sobre seguro, saber de lo que estaba hablando, así surgió que fuera actor. Es mi oficio y lo conozco, lo que me va a facilitar el mensaje que tenía en mente", agrega.
"El guionista siempre me preguntaba si ciertas situaciones eran demasiado vergonzosas o dolorosas para mí. Yo le decía que cuanto más doliese, mejor. Pero nunca hemos entrado en un lugar privado o íntimo", argumenta el artista, dejando que no es "un ajuste de cuentas". "Ni para aquella gente que no me ha apreciado, ni siquiera para mí mismo", recalca.
Brühl señala también como la profesión del actor ha marcado la imagen que se tiene de la interpretación desde la perspectiva de los alemanes de la antigua RDA. "Era el terreno perfecto para los ataques de un vecino como Bruno, proveniente del Este, porque, sobre todo hoy en día, la vida de los actores está muy expuesta, todos muestran una vida idílica en redes", manifiesta.
Otro aspecto que quería dejar en evidencia es retratar las consecuencias de la gentrificación. "Esa es la parte más personal, porque me afecta directamente. Llevo viviendo en Berlín desde hace 22 años y aún me siento de fuera. Con mis vecinos del Este siempre busco la cercanía y la amabilidad, me siento como un privilegiado, que ha tenido suerte viviendo en este mundo donde se ha impuesto el oeste. Además de formar parte de esta vida rápida, moderna que me ha beneficiado mucho y viviendo con gente enfrente o al lado que se siente engañada por el sistema, por los cambios tan radicales que ha habido en la vida, en la economía, en la política", confiesa.
"Dirigir ha sido una experiencia inspiradora, todo un aprendizaje"
De ahí, que también 'La puerta de al lado' sea un toque de atención. "Estamos en un ambiente muy envenenado. A nivel mundial aumentan los conflictos locales y los mensajes facilones populistas agrandan esa atmósfera xenófoba y hostil, y eso también ha causado el hecho de que, tras tanto tiempo de la caída del muro, estamos más divididos que nunca", expone preocupado.
El actor también comparte que ha sido "una experiencia muy inspiradora", que ha sido "todo un aprendizaje". "Aunque sea una película intimista y pequeña, me concentré fundamentalmente en la actuación y el reparto, también tuvo sus dificultades, y eso que buscaba evitar una gran producción para no meterme en un jardín. Pero, resumiento, me ha llenado completamente", comenta.
Es más, aunque 'La puerta de al lado' termina tornándose en un thriller, no descarta que su próximo proyecto como director sea una película de terror. "Me fascina ese lado oscuro que plasma. Todos lo tenemos, aunque muchas veces nos neguemos a admitirlo y solemos a ocultarlo. A mí eso me hipnotiza, por eso me gustaría ahondar más en ello. Por otro lado, me gusta combinar con una ácida mirada humorística, algo más cercano al cine austríaco que al alemán", declara.
Dirigida y protagonizada por Daniel Brühl, 'La puerta de al lado' está escrita por Daniel Kehlmann. Peter Kurth, Aenne Schwarz y Rike Eckermann completan el reparto. Producida por Amusement Park Films, Erfttal Film y Warner Bros. Film Productions Germany, la película está disponible en salas de cine españolas de la mano de Karma Films.
