å

ENTREVISTA ECARTELERA

Eduardo Casanova ('La piedad'): "No soy ese artista atormentado que solo escribe cuando está inspirado"

Entrevista a Eduardo Casanova, quien dirige 'La piedad', en cines desde este 13 de enero. Protagonizada por Ángela Molina y Manel Llunell y Premio Especial del Jurado en Karlovy Vary 2022.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 15 de Enero 2023 | 13:30
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

Comparte:

¡Comenta!
Eduardo Casanova ('La piedad'): "No soy ese artista atormentado que solo escribe cuando está inspirado"

Cinco años después de dirigir 'Pieles', con la que mostró su carta de presentación más radical, vuelve a salas comerciales Eduardo Casanova con su segundo largometraje como director. 'La piedad', en cines desde este 13 de enero, que se estrena tras su exitoso paso por el 56 Festival de Karlovy Vary, donde obtuvo el Premio Especial del Jurado; además de haberse visto en el 55 Festival de Sitges y aspirar a tres Premios Goya y al galardón Arrebato de ficción en los Premios Feroz. "No quiero tener esa imagen de artista atormentado que solo escribe cuando está inspirado", comparte.

La piedad

'La piedad' es una historia de un extraño amor incondicional, el que tienen Libertad (Ángela Molina) y Mateo (Manel Llunell), madre e hijo. Ella es una antigua bailarina quien tiene una relación de total dependencia emocional con su vástago, hasta el punto de que le obliga a acompañarle a todos sitios, vigila estrechamente lo que come, le baña y acicala e, incluso, duerme con él en la misma cama. A la par, un matrimonio norcoreano (Alberto Jo Lee y Songa Park) vive un momento delicado después de que el régimen al que idolatran ha matado a sus dos únicas hijas. Una historia de terror, un melodrama enfermizo con tintes de thriller, donde la obsesión, la ambivalencia, la maternidad, el control, el miedo y el poder componen a protagonistas muy oscuros que aparentan ser todo lo contrario.

El segundo largometraje del artista madrileño surge de su fascinación por las relaciones materno-filiales, una temática que ha sido constante en su carrera, aunque con 'La piedad' se muestra como trama central. "La idea de la película surgió, por como he hecho en mis anteriores trabajos, por mi fascinación sobre las relaciones madre e hijo, puesto que son vínculos con muchas complejidades. Ese tipo de amor, el de una madre hacia un hijo y viceversa. Es un vínculo diferente a cualquier otro. Es un tema que ha estado muy presente en mi filmografía, pero sentía que debía ser la trama central de mi segunda película como director", expone Casanova en una entrevista concedida a eCartelera en Madrid.

La piedad

Y es en ese tipo de vínculos donde vio ciertos paralelismos con el régimen de Corea del Norte, ambientando la cinta en 2011, coincidiendo así con la muerte de Kim Jong-il, segundo líder supremo de la dictadura comunista. "Me puse a investigar y encontré un artículo que hablaba sobre los desertores de Corea del Norte que narraba cómo un alto porcentaje de personas que había huido del régimen, cuando llegaban a Corea del Sur u otro país democrático, se deprimían o sentían que no era su lugar, que no podían vivir si no se sentían sometidos a la opresión de un dictador", expone, señalando que ahí vio las semejanzas.

"Hay muchos tipos de relaciones y varias de ellas pueden resultar complicadas. Este vínculo materno-filial es opresor, donde cada uno de los dos intenta buscar la libertad a su manera. [...] Es como si, a pesar del deseo de libertad, se hubiera creado la necesidad de tener al dictador. Está la historia de Lim Ji-hyun, quien se convirtió en una figura reconocida en televisión tras huir a Corea del Sur y volvió a Corea del Norte, diciendo que su vida en el exterior había sido un error, aunque también está la otra teoría expuesta por los medios, que fue llevada a la fuerza, nunca se sabe. Me parecía que el paralelismo era muy claro y en la película lo hago de manera explícito", argumenta.

"Ya no me imagino a otra actriz en el papel de la madre. Ángela Molina es magnífica

Aunque Ángela Molina ha hecho suyo completamente el papel, "no me imagino a otra actriz en él", expone el propio Casanova; lo cierto es que, originalmente, iba a ser Ana Belén la protagonista de 'La piedad'. "La película tenía previsto rodarse el 28 de mayo, pero llegó la pandemia. El rodaje se canceló y llegó la incertidumbre. Es verdad que la vida de todos cambió. Nos obligó, en todos los sentidos, a reestructurarnos completamente. Tuvimos que modificar nuestras agendas, repensar nuestras vidas. En lo referente a la película, la pandemia hizo que las fechas de inicio de rodaje, de preparación, de ensayos, de localizaciones, todo tuviera que moverse. Y, claro, a Ana Belén le surgió un problema de fechas, ya que le coincidía el rodaje con otros compromisos laborales que también tuvieron que retrasarse a causa del covid. Nos fue imposible coordinarlo y fue doloroso y triste", explica detalladamente.

La piedad

A pesar del duro momento que Casanova vivió con la baja de Ana Belén, quien ya había hecho imágenes promocionales, el proyecto continuó gracias a que recayó en Ángela Molina. "Pero, al final, fíjate cómo es la vida. Al igual que tuve que mirar a fondo el significado de la palabra 'cuarentena', también lo hice con el de 'crisis', que puede ser también una oportunidad. Al final, las cosas suceden por algo y apareció Ángela Molina. Hablamos y entendí que ella era la indicada para hacerla y, visto resultado, solo puede estar agradecido y contento. Está espectacular, ya no me imagino a otra persona en el papel de la madre. Libertad es Ángela Molina", sentencia.

Eso sí, Casanova afirma que tiene la esperanza de rodar en un futuro con Ana Belén y 'quitarse la espinita'. "Sigo admirando a Ana Belén y, sin duda, quiere trabajar con ella lo antes posible. Rezo para que coincidamos de nuevo", expone. A diferencia del personaje materno, para el papel del hijo, Casanova quiso contar con un actor principiante y completamente desconocido para el público, siendo Manel Llunell el elegido -quien aún no había estrenado 'Malnazidos' en el momento del rodaje-.

La piedad

"Una cosa que tenía clara con el actor que debía interpretar al hijo es que no fuese alguien reconocido. Costó encontrar el perfil de la madre, pero algo que era evidente es que tenía que ser un gran nombre del cine español, puesto que el personaje busca ser icónico. La madre debe transmitir sensación de poder, de respeto excesivo. Por el contrario, el hijo tenía que ser prácticamente desconocido, novel. Es ahí donde entra en escena Manel Llunell. Así también se refuerza el paralelismo entre Corea del Norte y la madre y el hijo. El líder, el dictador es un icono, alguien reconocido; mientras que el pueblo es anónimo. Además, él es fabuloso. Es un actor increíble, con una sensibilidad único", justifica el cineasta, quien también señala que esta reflexión no solo es suya, sino de todo el equipo de la cinta.

"También digo que esto no es solo una reflexión mía, sino de equipo. Le debo mucho a la directora de casting, Carmen Utrilla. Ella fue la que encontró a Manel y la que apostó por él. No tuve dudas en cuanto me lo propuso, pero fue ella la que lo planteó inicialmente. Ha hecho un elenco fabuloso. Fue fundamental con la parte coreana, con Alberto Jo Lee y Songa Park. A Alberto le hemos visto más, pero Songa no había hecho cine hasta el momento. También es verdad que papeles coreanos no abundan en el cine español", agrega.

"No quería una villana Disney"

A pesar de narrar una relación materno-filial digna de Norman Bates, Casanova deja claro que la madre protagonista no es una villana y que no le gusta la acepción "propia de las villanas Disney". "No considero que la madre interpretada por Ángela Molina sea una villana, no es mala. Para mí, es una obligación, cuando escribo un personaje que puede entenderse como el antagonista de la historia, siento la obligación de entender por qué actúa de esa manera. Sobre todo, para que no quede una villana de Disney y punto. Busco humanizarla, comprender una persona puede hacer ese tipo de cosas", manifiesta.

La piedad

"Para mí, era muy importante que esa madre cometiese errores, pero también el hijo. Aunque tiene graves defectos, es consciente de que está actuando mal, tiene autocrítica e intenta cambiar, pero, a veces, cambiar no es tan fácil y resulta una tarea imposible. Al final, la ficción es un reflejo de la vida real. Mis películas hablan sobre seres humanos y estos no se pueden catalogar solo como buenas o malas personas, es una mezcla de todo. Al final, todos intentamos ser felices y vivir en paz. Por eso, era esencial que la madre tuviera luces y sombras", continúa.

De ahí, que opte por crear universos con diferentes tonalidades, que, tanto a nivel estético como narrativo, reflejan las contradicciones de personajes que pueden entender el amor de manera constructiva o dañina. "A nadie nos enseñan a ser padres, madres o hijos. Nadie nos educa a cómo hacer las cosas bien, a no hacer daño, eso lo vamos aprendiendo con la vida, vas creciendo y aprendes con ello. Sí creo en la buena intención de la gente, en que intentan hacer las cosas. Sin embargo, hay personas que, a pesar de que buscan obrar bien, terminan haciendo daño. Me gusta pensar así, me hace vivir más en paz. No creo en los absolutismos, nadie es 100% bueno o 100% malo. La única verdad es que somos 100% humanos", comparte.

La piedad

En esa gama de colores, con un largometraje huye del rosa pastel como tono imperante y entremezclándose con otros más oscuros o austeros; Casanova refleja también su evolución como director desde que diese un golpe sobre la mesa con 'Pieles' en la industria española. "Siento que 'La piedad' ha sido un trabajo más profundo e introspectivo. Ha sido un trabajo que, evidentemente, se ha cocido a fuego lento y por eso tiene tanto sabor, especialmente para aquellos a los que les guste los sabores picantes e intensos. Es bastante distinta a 'Pieles'. La primera la escribí con 24 años y ahora tengo 31, momentos diferentes de mi vida en muchos sentidos", explica.

"Sé que no es mucha la diferencia de edad, pero son esos años en los que pases de la veintena a la treintena donde se notan más los cambios. También creo que 'La piedad' es mucho más personal. 'Pieles' era más inconsciente y juvenil. Pero, al final, también te digo que este segundo proyecto es más íntimo pero fue algo planeado, surgió así. El arte es algo que te sale de dentro e intentas realizarlo", añade.

"No creo mucho en la inspiración"

A pesar de su imagen de artista personal y 'enfant terrible', Casanova rechaza categóricamente ser etiquetado como un "director atormentado". "No creo mucho en la inspiración, intento que el arte sea constancia. Aunque ese día no esté inspirado, me levanto, escribo y busca la forma de sacar el proyecto hacia delante. No digo que no me pase que surja una idea a deshora y me levante a las cuatro de la mañana para escribirla antes de que se me olvide; pero intento mantener una constancia. El arte también es trabajo", espeta.

La piedad

"No quiero tener esa imagen de artista atormentado que solo escribe cuando está inspirado. Sobre todo, porque es poco productivo y nada profesional", agrega. "Producir una película es difícil per se. La pandemia solo añadió incertidumbre y más sobre títulos como 'La piedad', que no son pensados para las grandes masas. Sin embargo, me quedo con lo bueno", explica, sobre el hecho de que su película vaya a llegar a salas comerciales.

Además de 'La piedad', este 2023 será el año en el que pueda verse 'Nacho', serie producida por Bambú Producciones y en la que participa Casanova en calidad de director. La serie iba a ser la segunda producción española de Lionsgate+ y su estreno estuvo previsto para diciembre de 2022, hasta que se anunció la salida de la plataforma del territorio español y la ficción fue vendida a Atresplayer Premium, donde se verá en marzo de este año.

La piedad

"Roda 'Nacho' ha sido lo más importante que he vivido el año pasado"

"Rodar 'Nacho' ha sido lo más importante del año que hemos dejado y lo que mejor me ha hecho sentir. Para mí, ha sido superarme. Estaba acostumbrado a hacer mis películas de forma muy personal, incluso cuando he rodado anuncios, ha sido de manera personal y con un sello", comparta visiblemente ilusionado.

"Para mí, era un reto dirigir algo que no estaba escrito. Lo he disfrutado mucho, sentir que he aportado mi granito de arena y que le he dado parte de mi estilo a un proyecto pensado para un público más grande. También, sobre todo, hacer la serie sobre Nacho Vidal es volver a casa con una carga diferente, porque no es un proyecto personal. También me ha permitido conocer a Teresa Fernández-Valdés, la productora y creadora de la serie, de Bambú. Se ha convertido en una persona muy importante para mí, con un criterio increíble, me ha cambiado la vida. Me veo capaz de enfrentarme a proyectos por encargo", concluye.

'La piedad' está escrita y dirigida por Eduardo Casanova, con Luis Ángel Pérez como director de fotografía, Pedro Onetto en la música, cuenta con la producción de Álex de la Iglesia, Carolina Bang, Florencia Franco y Jimena Monteoliva. Protagonizada por Ángela Molina y Manel Llunell, cuenta también en el reparto con Ana Polvorosa, Antonio Durán 'Morris', María León, Daniel Freire, Songa Park, Alberto Jo Lee, Macarena Gómez y Meteora Fontana. Coproducción entre España y Argentina, una producción de Pokeepsie Films (Banijay Iberia), Gente Serie AIE, Spal Films, Link-up y Crudo Films, con la colaboración de Canal Sur, Programa Ibermedia, ICAA, INCAA y Netflix. Disponible en salas de cine desde este 13 de enero, de la mano de Barton Films.