'El año de la furia' ya está en cines. Se trata un thriller sobre los albores de la dictadura militar de Uruguay en los años 70, dirigido por Rafa Russo y con un reparto con nombres como los de Alberto Ammann o Daniel Grao, con los que hemos tenido ocasión de hablar.
El director expresa que con esta película le interesaba contar "la antesala del horror", lo que considera "mucho más interesante que contar el horror en sí". "Me interesaba contar cómo un país como este se fue despeñando poco a poco hacia el precipicio de la dictadura militar. Y contarlo desde un punto diferente a lo que es habitual en las películas de este estilo", declaraba el cineasta a eCartelera.
"El fascismo y la intolerancia es un virus que va mutando y se va manifestando de formas diferentes hoy en día. Y está ahí acechando de todas las maneras. Yo creo que está bien echar una mirada al pasado, a la antesala del horror, para encontrar las claves de lo que ocurrió entonces y tratar de evitar que vuelva a ocurrir", continúa Russo. "En ese sentido pienso que la libertad de expresión, que es un poco de lo que habla también la película, vuelve a estar amenazada con, digamos que los mismos enemigos de antes y unos nuevos que acechan hoy en día también. Y creo que no estamos sabiendo defenderla del todo bien", matiza sus palabras.
Sobre la libertad de expresión también habló Alberto Mann, quien se muestra muy convencido de que la censura sigue muy presente en los medios de comunicación. "Siempre hay una violación de la libertad expresión, en mayor o menor medida. Yo creo que eso es una asignatura pendiente y va a serlo durante bastante tiempo. Entonces también es una de las cosas que me parece muy interesante de la película", explica en relación a su personaje de 'El año de la furia', un guionista de televisión que ve cómo su programa es censurado tras el estallido del golpe de Estado militar.
Un personaje con muchos claro-oscuros
Daniel Grao nos habló de la preparación de su personaje, uno de los más complejos de 'El año de la furia'. Interpreta a Rojas, un militar presionado para cometer torturas que trata de exorcizar sus demonios y frenar su sentimiento de culpabilidad.
"Todo trabajo se parece mucho. Creo que se trata de elegir lo más certerametne posible en qué está pensando y qué está sintiendo. Luego el material está allí, está en el guion y te toca contar eso, el personaje, lo que hace. Yo me lo leí y lo agradecí que me haya tocado este caramelo", explica sobre su trabajo tras las cámaras. "La amoralidad es lo que todo actor necesita para meterse en el personaje, no juzgarlo, intentar entenderlo y desde allí acometer", concluye.