Después de ganar premios en otros festivales de categoría internacional como Sitges o Toronto con su primera entrega, el director bilbaíno Galder Gaztelu-Urrutia ha vuelto a su tierra para estrenar 'El hoyo 2', la película de clausura en la sección Culinary Zinema del 72 Festival de Cine de San Sebastián. Hasta allí nos hemos trasladado para hablar con sus nuevos dos protagonistas, Milena Smit ('Madres paralelas') y Hovik Keuchkerian ('Un amor'), sobre la intensidad de sus transformaciones físicas y del mensaje de la película que está disponible en Netflix desde el viernes 4 de octubre.
Milena Smit toma el relevo a Iván Massagué como el último recluso voluntario que se despierta cada mes en un nivel distinto de esta pirámide social literal. Ese descenso a los infiernos en su caso es tan literal como el de las grandes final girls a lo Sigourney Weaver en 'Alien'. Como ya demostró saber hacer (y gritar) en la reciente 'Tin & Tina', Smit pasa de bordar un personaje críptico a desmelenarse (literal y metafóricamente) en una salvaje montaña rusa de maltrato físico con peleas bien sangrientas. Y todo, según ella, para que cada secuencia "tuviera la energía que se ve en la película".
"Yo me desgasté mucho rodando la película, fue una película muy sufrida. Hay mucha más acción que en la primera película, por lo que estás soltando energía durante 3 meses. Acabé muy saturada física y emocionalmente. Rodamos en un set donde no había luz natural. Tras estar 3 meses sin apenas ver el sol, hasta la piel se me puso amarillenta, adelgacé mucho... Pero se utilizaba todo de cara al personaje, y las últimas semanas sacabas fuerza de donde no las había".
Con un personaje tan sufrido no es de extrañar que su compañero de reparto y nivel del hoyo avise enseguida que "la que lleva toda la película es Milena". Pero él también abre la película, "y el arranque tenía que funcionar. Si no, no ibas a ver el resto". Aunque tenga menos tiempo de metraje (apenas media hora), el actor que debutó con la serie 'Hispania' se atrevió a sugerirle al director esta apariencia gigantesca y rasurada de su personaje. "Se lo consulté a Galder y me dijo que ya no lo veía de otra forma, que lo veía como un bebé grande".
Un mensaje igual de intenso
Pasando de lo físico a lo intelectual, el mensaje de 'El hoyo 2' es tan directo como su violencia: los riesgos de todo tipo de fanatismo. Ambos actores nos han contado su relación con este peligro al que pueden verse expuestos por estar en ese hoyo piramidal que es la fama. Cuando pasamos a comentar el fanatismo ultraconservador y liberal que tan bien refleja el líder de Óscar Jaenada en la película, Milena le pasa el micro a Hovik: "tú contestas muy bien estas preguntas". Y así fue como lo hizo, destacando la relevancia de esta secuela que también se estrena en Netflix el viernes 4 de octubre.
"Estamos en un tiempo en el que yo no escucho al otro. Primero quiero saber si es del PP, del PSOE, de Podemos o de Vox. En función de donde venga, le escucho de una manera u otra. Podríamos hacer un experimento social muy curioso que es escuchar lo que alguien diga sin posicionarle en ningún lado, a ver cuanta gente está de acuerdo. Nos llevaríamos una sorpresa. Gente con sentido común y que quiera hacer las cosas bien las hay en ambos extremos. Eso lo pone 'El hoyo 2'. En los extremos se aprende mucho, pero te queman igual".