A la mayoría sorprenderá que Eli Roth, director de 'Hostel' y de algunas de las películas de terror gore más controvertidas y violentas de los últimos años, haya sido el elegido para llevar a la gran pantalla 'La casa del reloj en la pared', adaptación de la novela juvenil de John Bellairs. Pero la decisión no podía haber sido más acertada. Como cinéfilo y amante del género fantástico, aporta su macabra imaginación visual y dominio de la atmósfera para entregarse a la difícil tarea de rodar una película de miedo para todos los públicos, un reto del que sale airoso y sobre el que profundizó en nuestra entrevista.
Después de la muerte de sus padres, Lewis Barnavelt debe irse a la mansión de su tío Jonathan. Pronto comprobará que la casa cobra vida propia y que su tío y su vecina, la señora Zimmerman, no solo son un poco extraños, sino que además son magos. Pero aunque la dupla cómica formada por Cate Blanchett y Jack Black le roben protagonismo, la estrella de la función es el pequeño Owen Vaccaro, que debutó en el cine con 'Padres por desigual' y a quien para su primer papel principal no le han faltado buenos maestros.
Si en aquella ocasión Mark Wahlberg y Will Ferrell fueron sus padres, ahora Jack Black es su excéntrico tío, que le descubrirá el mundo de la brujería. ¿Qué ha aprendido de todos ellos? "Son muy graciosos, me han enseñado mucho sobre ser tú mismo. Y en esta ocasión a aceptar tus rarezas. Recuerdo que Will me habló mucho de improvisación, pero Jack también. Nos inventamos nuestro propio juego de improvisación al que jugamos durante el rodaje".
Cine de Amblin para una nueva generación
"Quería hacer una película que me recordara las películas que amaba cuando era un niño, ese logo de Amblin significa todo para mí", reconoce Eli Roth tras ser preguntado por el motivo de abrir la película con el icónico logo de los 80 de la productora de Steven Spielberg, que le recomendó que no dudara en hacer una película lo más terrorífica posible. Y eso hizo, aunque fuera cambiando cabezas descuartizadas por calabazas que explotan, su particular truco para dar rienda suelta a su estilo y acercar el cine de terror a toda la familia.
Al igual que la película es un ejercicio de transmisión de las artes oscuras, en el que late el mensaje de aceptarse a uno mismo, Eli Roth propone con sus imágenes una transmisión cinéfila, compartiendo su pasión por el género a una nueva generación. El director de 'Cabin Fever' insiste en la idea de que "si eres padre y quieres que tus hijos vean películas de terror, llévales a ver 'La casa del reloj en la pared' porque es una atracción divertida, pero no va a traumatizar a ningún niño, les va a asustar como una casa encantada". Distribuida por eOne Spain, 'La casa del reloj en la pared' se estrena en España el jueves 11 de octubre.
El cine de Eli Roth, de peor a mejor
'Toc toc'
Tomando como principal referente el cine de explotación de los setenta, en 2015 Eli Roth presentaba 'Toc toc', remake de 'Deah Game (Las sádicas)', título de 1977 dirigido por Peter S. Traynor.
En ella, Keanu Reeves encarnaba a un hombre felizmente casado que, estando solo en casa, recibe la visita de dos desconocidas que se presentan ante su puerta. Ellas, con los rostros de Ana de Armas y Lorenza Izzo, harán todo lo posible por seducirle en un peligroso juego que irá adquiriendo cada vez una serie de tintes más macabros.
El histrionismo con el que nos deleitaron los tres personajes acabó siendo un arma de doble filo, algo que hizo que la película acabase convertida en un claro reflejo de lo peor del cine exploit al que pretendía rendir tributo.
'El infierno verde'
En numerosas ocasiones, el propio Eli Roth ha dejado clara su admiración hacia la obra de Ruggero Deodato, y en concreto a su película cumbre, 'Holocausto caníbal'.
En 2013, presentaba al mundo 'El infierno verde', el título con el que el realizador firmaba su carta de amor al cine de caníbales y en la que, con la mala leche típica de su filmografía, nos presentaba a un grupo de activistas viajando hasta el Amazonas peruano con el fin de parar la tala indiscriminada de árboles. Después de que su avioneta sufra un accidente, el grupo de supervivientes será tomado por una tribu de caníbales.
Pese a que estemos ante una muestra solvente de recuperación de los ideales del cine mondo, el principal problema al que tuvo que enfrentarse 'El infierno verde' fue el hype alimentado por el propio Roth, quien había estado asegurando que estábamos ante la película de caníbales más fuerte de todos los tiempos y que la censura le pisaba los talones de forma indiscriminada. Finalmente, el título no acababa siendo todo lo tosco que se suponía ni tan siquiera lograba destacar por su gore. Entretenida, sí. Salvaje, no tanto.
'Cabin Fever'
Era el año 2002 cuando conocimos el nombre de Eli Roth gracias a su ópera prima: 'Cabin Fever'. El título servía como genial carta de presentación para descubrir a un hombre cuyo amor hacia el terror de serie B quedaba absolutamente reflejado en este cruce entre el cine de pandemias con tintes apocalípticos y el horror teen.
En ella, conocíamos a cinco jóvenes dispuestos a pasar un fin de semana en una remota cabaña, lugar en el que ha empezado a expandirse un virus mortal y altamente contagioso que consume la carne de quienes infecta. La paranoia se apoderará de todos ellos a medida que intenten hacer todo lo posible por salvarse, aunque ello signifique que deban matarse entre ellos.
Con guion escrito por el propio Roth, el film ya dejaba claro el sello con el que el realizador iría trabajando a lo largo de los años: la perfecta mezcla entre gore, ambiente malsano y un característico humor negro.
'Hostel 2'
Dos años después de la primera entrega, en 2007 llegaba 'Hostel 2', con la que Eli Roth repetía los esquemas de su predecesora y los tergiversaba con una fórmula tan simple como la de cambiar el sexo de los protagonistas.
Así pues, si en la primera 'Hostel' los protagonistas eran tres chicos de viaje por Europa, en este segundo capítulo son tres universitarias estadounidenses que estudian en Roma las que deciden embarcarse en un viaje de fin de semana que les llevará hasta Eslovaquia, donde se convertirán en nuevas víctimas potencias del hostal que esconde al temible Club de Caza.
Por aquello de que cualquier secuela de terror debe cumplir lo de "más sangre y más gore", 'Hostel 2' nos dejaba algunas memorables secuencias como la que homenajeaba a Erzsébet Báthory y el sangriento baño de sangre post degollamiento.
'El justiciero'
El sexto largometraje en la carrera de Eli Roth es también su segundo remake, esta vez de un título de culto de los setenta, 'El justiciero de la ciudad'.
En el original, Charles Bronson era Paul Kersey, un ciudadano corriente que después de que su mujer e hija sean brutalmente atacadas, decide tomarse la justicia por su mano y perseguir personalmente a todos los delincuentes de la ciudad. En esta, el rol de Kersey recae sobre Bruce Willis, quien hace a su medida el arquetipo de vigilante en una cinta que no solo pasa a ser una nueva carta de amor al cine de explotación setentero, sino que es funciona como nueva presentación de Roth ante Hollywood tras la fría acogida de sus dos anteriores títulos.
'Hostel'
Tres años después de su debut con 'Cabin Fever', Eli Roth dirigía uno de los títulos que pasaron a ser clave en las nuevas tendencias del cine de terror de nuevo siglo: 'Hostel'.
Junto a 'Saw', estrenada un año antes, se implantaba la tendencia que sería harto explotada en un sinfín de títulos que imitarían sus fórmulas (la del film de Roth y la de la ópera prima de James Wan), las del conocido como torture porn.
Riéndose del estereotipo de personaje estadounidense de película de horror, la cinta nos presentaba a tres jóvenes de viaje por Europa que, con la intención de encontrarse con las mujeres más bellas del mundo, llegarán hasta un recóndito lugar de Eslovaquia cuya realidad es mucho más oscura que lo que jamás pudieron imaginar.