El cineasta manchego, querido y odiado a partes iguales, regresa a las salas españolas para presentar su último proyecto, 'Julieta', un discreto pero intenso drama de mujeres protagonizado por dos actrices novatas en aquello que se conoce como universo almodovariano: Emma Suárez y Adriana Ugarte.
Todo parece apuntar a que su vigésimo largometraje incorpora los profundos cambios que ha experimentado el cineasta durante su madurez. Para muchos, se trata de la película menos Almódovar de Pedro Almodóvar. eCartelera entrevista a su protagonista y a Rossy de Palma, quien interpreta a una arisca y terca gobernanta llamada Marian.
"El rodaje fueron doce semanas, se ha rodado prácticamente en orden cronológico" señala Emma. Una estrategia que pocos directores españoles pueden permitirse, debido en parte, a las molestias y repercusiones que tal medida ocasiona en términos de producción. No obstante, está claro que un plan de rodaje de tales dimensiones facilita la labor interpretativa de los actores. En el caso de 'Julieta' implicó además, que se limitase el contacto entre Suárez y Ugarte, ya que ambas encarnaban a la misma persona en diferentes épocas de su vida. "El personaje sufre una grieta en la edad joven y esa grieta la transforma también en otra mujer" señala Suárez, con la intención de explicar por qué no fue impedimento, en términos actorales, la ausencia de contacto entre ambas.
En el caso de Rossy, el hecho de volver a trabajar con su querido Pedro eliminaba cualquier tipo de obstáculo o molestia respecto a su participación en la cinta. Adora sus películas, pero por supuesto, trabajar en ellas también. "Siempre te quedas con ganas de más porque crea adicción" señala la mallorquina. Y a continuación, remarca las facilidades que tiene Almodóvar para congeniar y llegar lejos con artistas femeninas: "La verdad que siempre ha tenido más suerte con las actrices que con los actores. Aunque ha tenido muy buenos actores la verdad que con las actrices ha habido químicas más fructíferas" añade.
"Marian es como el ama de llaves de 'Rebeca'"
Después de otorgarle el papel de la histérica Rosa en 'La flor de mi secreto' o de darle la oportunidad de encarnar a la salida Juana que aparecía en 'Kika' entre otras divas, Pedro le ha regalado en esta ocasión otro personaje con sustancia e identidad propia. "Cualquiera chocaría con mi personaje. Es muy territorial, es la gobernanta de una casa. No quiere figuras extrañas que aparezcan por allí" comenta Rossy sobre el lado oscuro de Marian, su personaje en 'Julieta'. Eso sí, que nadie se confunda, porque a pesar de que la intérprete adora a las figuras del cineasta, no ha tenido reparos a la hora de rechazar algún que otro proyecto."Hasta una vez le dije que no y todo" dice entre risas, "Chus parece ser que le dijo tres o cuatro veces que no, hasta que hizo la monjita".
El caso de Emma, el contacto con el reconocido director ha sido muy distinto ya que no ha tenido el placer de trabar con él antes. Eso sí, la magia y la casualidad siempre estuvieron presentes en su relación. "Curiosamente el libro que yo estaba leyendo era 'Escapada' de Alice Munro, así que cuando me leí el guión aluciné, porque había algo en el guión que me recordaba" comenta.
Otra despedida
Muy en la línea de los sentimientos experimentados por sus personajes en la ficción, Rossy y Emma han estado en contacto con la pérdida y la tristeza durante estos últimos días. Son muy conscientes de que la repentina y dolorosa muerte de su compañera de profesión Chus Lampreave será uno de esos sucesos que dejen huella."Con Chus tenías la sensación de que nunca tenías bastante" señala Rossy. Unas palabras de amor y cariño hacia la fallecida intérprete que también ha querido compartir Suárez: "Nos quedan sus películas y nos queda su genialidad" señala. Porque está claro que el sufrimiento intrínseco a la repentina despedida de un ser querido es un sentimiento universal. Y precisamente de ello nos habla 'Julieta', cuyo estreno en cines no te puedes perder este viernes 8 de abril.
