¿Alguna vez has hablado con tu reflejo? Seguro que sí. ¿Pero te imaginas que te respondiera y que tuviera conciencia propia? Pues de eso va 'Espejo, espejo', la nueva película de Marc Crehuet ('El rey tuerto'). El cineasta dirige y escribe una comedia con tintes fantásticos que en realidad toca temas mucho más serios y profundos de los que podría aparentar en la superficie. La película se estrena en cines el próximo 20 de mayo de la mano de Filmax.
El reparto de la película es estelar, con varios nombres de primer nivel de nuestra industria. A saber: Natalia de Molina, Santi Millán, Malena Alterio, Carlos Areces, Toni Acosta, Carlos Bardem, Loles León e incluso la recientemente fallecida Verónica Forqué. En eCartelera hemos podido hablar con la mayoría de ellos, y nos han contado muchas cosas tanto sobre la temática de 'Espejo, Espejo' como de la relación personal con sus reflejos.
La risa es la única salida
La película lo trata todo desde un punto de vista cómico. Algo en lo que todos coinciden que es fundamental para transmitir un mensaje serio y que cale en el espectador. "El humor salva y es muy necesario. Te permite distanciarte de ti mismo y destensar, no tomarte tan enserio. A partir de ahí me parece un género magnífico para hablar de cosas tan profundas como el drama. Lo que pasa es que está desprestigiado o infravalorado", explica el director. Una reflexión a la que se une Millán argumentando que "este tipo de comedia es la forma más inteligente para hablar de estos temas. La gente no tiene tantos prejuicios y no está tan a la defensiva".
"Sin sentido del humor la vida es insoportable", añade de Molina, "Si yo no me riera, no estaría aquí". Acosta opina como sus compañeros, asegurando que "el humor es terapéutico y creo que es la única manera -no la mejor, la única- de lanzar determinados mensajes en los tiempos que vivimos. Porque si no la gente no los escucha. En cuanto empieza a ser un discurso... la gente desconecta". En el caso de 'Espejo, Espejo', estos mensajes y temas son la aceptación de uno mismo, nuestra imagen pública, las inseguridades internas e incluso la transexualidad. "Marc insistía en el respeto desde la primera lectura de guion, porque es muy fácil pasar la línea y convertirlo en un gag o en un chiste, en una parodia quizá. Esta comedia tiene comedia y tiene respeto. Y creo que es la única salida, la única manera didáctica a día de hoy de enseñar determinadas realidades que existen", concluye la propia Acosta.
Miedo a encontrarse
En 'Espejo, Espejo', la línea argumental pasa por unos personajes que, como tanta gente, tienen miedo a enfrentarse a sí mismos. Sobre ese miedo a descubrir facetas ocultas, Crehuet cree que "a lo que se tiene miedo es a desmontarse. Tú tienes un personaje, que tenemos varios, pero uno de tus roles en la vida lo tienes muy asentado. Y de repente hablar abiertamente con otra faceta de tu personalidad da miedo". Aun así, también opina que "no se puede evitar ese diálogo, que es lo que se ve en la peli. Ese diálogo interno que tenemos con nosotros mismos a través de la metáfora de los espejos".
Alterio pone como ejemplo a su personaje de 'Espejo, Espejo', Cristina. "Para mi personaje, dar un paso como el que da, a cierta edad y que aparentemente es sorpresivo, que se encuentra un reflejo hombre delante de elle... Es muy difícil de gestionar porque cuando uno toma una decisión y está en crisis también tienes que dejar otras cosas. Y eso cuesta", dice la actriz. Acosta, por su lado, culpa a la sociedad actual de esos temores, "hay miedo porque yo creo que nos hemos acostumbrado a mentir, con los filtros, el Instagram... Nos hemos acostumbrado a que es muy fácil inventar una realidad que no es verdadera y venderla al resto del mundo", indicando también que "es muy bueno pararse y saberse mirar". Areces finaliza las reflexiones sobre nuestros diálogos internos analizando que "es imposible no juzgarse a sí mismo, pero hay gente que debería hacer más autocrítica. Y si no ya se la hago yo, ya voy yo y le digo 'mira, a ti lo que te pasa es que eres imbécil, que a lo mejor no te habías dado cuenta'", acaba entre risas.
Personajes apegados a la realidad
Pese al aspecto fantástico de los reflejos "cobrando vida", la personalidad de los personajes de 'Espejo, Espejo' intenta mantenerse cercana a la vida real. "Yo encontré una conexión muy rápida con él. Esos diálogos tóxicos yo los he tenido conmigo mismo", indica Areces, "tus inseguridades son también parte de ti mismo y te acompañan donde quiera que vayas". En el caso de Alterio, cuyo personaje es uno de los más complejos por el tema de la transexualidad, ella cuenta que "me sentía identificada en la medida de tener que hacer un cambio en tu vida, y también en hablar con una misma. La transexualidad no es algo que lleve dentro de mí pero sí es algo que ha pululado en estos años a mi alrededor porque soy muy amiga de Abril Zamora, y además para hacer este personaje estuvimos hablando con gente trans, investigando acerca de qué es lo que sucede en tu cuerpo para tomar una decisión así".
Natalia de Molina, por su lado, tiene en Paula uno de los personajes más cómicos, en quien se refleja a esa juventud necesitada de postulados superficiales: "Yo llegue a definir a Paula como un libro de autoayuda. Ella es la que dinamita la crisis en todos, la que tiene un discurso super aprendido, muy gustoso, de libertad, diversidad... Pero luego ella es la más normativa del mundo. Tiene mucha hipocresía".
Verónica Forqué, un mito extraordinario
'Espejo, Espejo' narra muchas cosas porque su elenco de personajes principales es amplio. Pero entre los secundarios se esconde uno muy especial, el de Verónica Forqué. Se trata de nada menos que el último papel de la legendaria actriz, que falleció hace unos meses. "Verónica en el rodaje era como la percibía la gente. Se distorsionó mucho su imagen por el paso en el reality, donde ahí se veía una Verónica desconocida, una Verónica que no reconocíamos la gente que sí la conocíamos", defiende Millán, que además reconoce que se emociona cada vez que ve la escena que comparten, la única de Forqué en toda la cinta.
"En el rodaje era un torbellino simpático", cuenta Crehuet, que se siente privilegiado por haberla tenido en su película. "Aportaba ideas. La última frase, 'nos ponemos un gintonic' es suya. Es muy Verónica y definía al personaje. Propuso también llevar unos pendientes que hacían mucho ruido y el de sonido estaba escandalizado. Pero en postproducción jugamos incluso a subir el volumen de los pendientes porque le daba un rollo. O se ponía a fumar. Muy libre pero a la vez te iba dando un personaje", desvela el director.
Para Acosta también fue muy especial que Forqué apareciera en 'Espejo, Espejo', pese a no coincidir con ella en rodaje. La define como su "mentora en el teatro" porque fue ella la encargada de dirigir su primer estreno en Madrid, considerándose a sí misma "un poco heredera de su manera de trabajar y de su legado". Por ello, Acosta externaliza que "verla en esta peli a mí sólo se me puede poner una sonrisa. Cuando pienso en Vero pienso en todo lo bueno. No me quedo con esa tristeza que arrastró sino en cómo ella era capaz de, cuando estaba con los demás, enseñarnos sus ojitos brillantes, su manera de hacer comedia, de hablar y gesticular. La adoro y me encanta verla en esta peli".
Rodaje pandémico
Por último, el equipo de 'Espejo, Espejo' también tiene tiempo para explicar lo duras que fueron las jornadas de rodaje debido en primer lugar a la "dificultad técnica de hacer los reflejos" según de Molina. "Hacer de dos personajes, que es uno más el reflejo, ahora lo veo y parece fácil pero allí fue una pesadilla", se suma Acosta a su compañera, "te vuelves loca tú hablando contigo misma. Haciendo la escena, cuando acababas un lado tenías que hacer el lado contrario y cambiar cosas: lo del brazo derecho lo haces con el izquierdo y cosas así. Yo creo que Malena, Natalia, Santi y Carlos se volvieron un poco locos, que son los que más escenas tienen".
Pero lo que más daño le hizo a 'Espejo, Espejo' fue la pandemia. Al tratarse de fechas justo posteriores al final del confinamiento en España, dos casos de COVID obligaron a detener el rodaje por completo. Millán lo resume en que "se paró y estuvimos dos semanas en los hoteles, cada uno en su habitación encerrados. Nos pasaban los tranchetes por debajo de la puerta y llegaron a un punto en el que dijeron 'es que no sabemos. Iros a vuestra casa y ya veremos que pasa'. Fue complicado". Crehuet indica que estuvieron cerca de cancelar la película y Alterio también reconoce que "cuando nos mandaron a Madrid yo no tenía nada claro que esto se fuera a retomar".
En cualquier caso, la película por suerte salió adelante y está a punto de llegar a los cines. Unos cines que para Areces son "el templo, el sitio donde verdaderamente hay que venir a ver los estrenos, con ese ritual y esa magia". Y cerramos con la reflexión final de Acosta: "Es tiempo para reír, para ir al cine y contagiarte de la risa, porque las comedias vistas con más gente son más comedias".
'Espejo, Espejo' se estrena en cines el 20 de mayo.
