François Ozon sigue demostrando ser uno de los cineastas más prolíficos de la industria audiovisual francesa. Antaño conocido como el 'enfant terrible' del cine galo, el parisino tiene ya en salas comerciales española su vigésimo tercer largometraje: 'Cuando cae el otoño'. Galardonada con el premio al mejor guion y a la mejor interpretación masculina de reparto para Pierre Lottin en la pasada 72 edición del Festival de San Sebastián, se trata de uno de sus títulos más alabados. "Cada vez se ven más historias protagonizadas por mujeres mayores en el cine porque la industria se ha dado cuenta de que sus historias son interesantes", expresa en una entrevista para eCartelera.
Michelle (Hélène Vincent), una abuela enérgica, vive una jubilación tranquila en un pueblecito de Borgoña. Su vida cambia cuando, estresada por la visita de su hija Valérie (Ludivine Sagnier), le cocina unas setas silvestres que resultan ser tóxicas. Todo lo que acontece después parece fruto del infortunio, pero la sombra de la duda crece cuando reencuentra con Vincent (Pierre Lottin), hijo de su mejor amiga Marie-Claude (Josiane Balasko), que acaba de salir de prisión.
Un largometraje que parte de una anécdota real. El cineasta recuerda que, en su infancia, una de sus tías abuelas intoxicó sin querer a la familia tras cocinar unas setas que resultaron ser venenosas. "Después de 'Mi crimen', protagonizada por unas mujeres jóvenes que buscaban sobrevivir en una sociedad patriarcal en los años 30, buscaba algo diferente. Fue una película también muy artificiosa, teatral. De ahí, que mi siguiente proyecto quería que fuese en la naturaleza, apostando por lo sencillo y por protagonistas mayores, mujeres de 70 y 81 años", explica Ozon.
"Quise poner en primera línea a mujeres de cierta edad"
Ozon señala cómo faltan más historias lideradas por mujeres mayores y como, poco a poco, estos relatos van calando en el cine. "Las mujeres mayores de 70 u 80 años están particularmente invisibilizadas en la sociedad. En el cine, suelen tener papeles caricaturizados o se quedan en el rol secundario de madres o abuelas. Quise darle la vuelta, poner en primera línea a estas mujeres y mostrar que, aunque están cercanas a la muerte, siguen queriendo disfrutar de la vida, están llenas de vitalidad, deseos y que quieren aprovechar sus últimos días", manifiesta.
"Fue a raíz de esto cuando recordé una anécdota de mi infancia. Una de mis tías abuelas preparó una comida con setas tóxicas. Toda la familia comió menos ella y todos enfermaron, salvo ella. Me pareció interesante combinar ambas cosas para construir un relato", reconoce Ozon, quien ha mostrado ser muy ecléctico en su filmografía. Aunque suele estrenar un film cada uno o dos años, cada propuesta es muy distinta a la anterior.
"Siento mucho placer a la hora de realizar películas. Es un trabajo en equipo, colectivo. Me encanta cada parte del proceso, desde la escritura, el montaje, el rodaje, la posproducción. Adoro narrar historias, es como comenzar una nueva aventura en cada momento. Eso implica también es contar con nuevos géneros, nuevos tonos de narración y nuevos actores para cada proyecto. Muchas veces, los periodistas me comentan que no tengo tiempo para vivir porque hago películas. No estoy de acuerdo, cuando realizo películas, más vivo me siento", manifiesta.
"Las emociones son mucho más fuertes cuando estoy rodando que cuando vivo el día a día", agrega Ozon, quien reconoce que son sus historias las que le obligan a hacer un género u otro. "Lo que me gusta del cine es su diversidad, que toca muchos géneros y palos. Me gustan tanto las comedias como los dramas, el cine de autor o las propuestas comerciales. Digamos que no es el género lo que elijo, sino que son las historias las que demandan un género u otro", argumenta.
"La propia vida es una combinación de distintos géneros
"Encuentro una buena historia y después veo cuál es el género que mejor le encaja. En este caso, comienzo con un relato aparentemente familiar. Sin embargo, poco a poco, conforme van sucedediendo las tramas, éstas van volviéndose más oscuras. Se pasa al drama y luego nos acercamos al thriller. Es algo que me gusta, porque la propia vida son distintos géneros que vivimos cada día", expone.
Para esta producción, se inspiró en el estilo literario del escritor belga Georges Simenon, especialmente a la hora de ahondar en la psique de sus personajes. "Mientras trabajaba en el guion, pensé en las atmósferas que suele plasmar Simenon en sus libros. No sé si es conocido en España, pero en Francia es muy reconocido. A menudo, ambienta sus relatos en pequeños pueblos de provincia, en los que sus personajes tienen secretos escondidos tras los visillos de sus casas. No se sabe qué sucede, pero algo pasa. Es un ambiente que evoca a la Francia de la posguerra", comparte.
"También está el romper con la imagen de la abuela perfecta. Michelle y Marie-Claude tienen sus propios secretos, su pasado. Poco a poco, se van descubriendo asuntos sobre ambas. Me gusta también el tema de que el bien o mal no tienen por qué ir de la mano de lo forzosamente moral. Al final, la ley impone unas reglas, pero la realidad resulta ser contradictoria y ambigua", señala.
'Cuando cae el otoño' está dirigida y escrita por François Ozon. Protagonizada por Hélène Vincent y Josiane Balasko, con Ludivine Sagnier, Pierre Lottin, Garlan Erlos, Malik Zidi, Sophie Guillemin y Paul Beaurepaire. Producida también por Ozon, se trata de una producción de Foz y Mandarin & Compagnie en coproducción con France 2 Cinema, Films Distribution, Canal+, CNC, Ciné+, OCS. Ya disponible en cines de la mano de Caramel Films y La Zona Films.
