El cine siempre ha tenido el poder de trasladar al espectador a épocas anteriores de la historia, a conocer momentos y personajes que serían imposibles de conocer. Gonzalo Tapia con 'Neckan' lleva al público hasta la ciudad de Tetuán en el fin de la época del protectorado español para ahondar sobre los fantasmas del pasado de un joven abogado que va en busca de la verdad.
Nosotros hemos podido entrevistar al director para conocer más sobre este período histórico de España, como también conocer los entresijos del rodaje de la película protagonizado por Pablo Rivero, el popular Toni de 'Cuéntame cómo pasó'. Sin duda, un momento de la historia poco visto en cine y televisión. "Es curioso, cuando estábamos escribiendo el guion se publicó la novela de 'El tiempo entre costuras' y, después, se estrenó con éxito la serie de televisión. Fue un choque, porque pensábamos que era novedoso lo que estábamos haciendo. Pero también nos sirvió porque así estaba más presente en la sociedad la historia entre España y Marruecos", declara.
De hecho, el cineasta estaba interesado en sacar a la luz esta época de la historia contemporánea española porque, según él, no se habla del pasado en España. "Creo que el problema que tenemos es que abandonamos mucho nuestro pasado, nadie quiere saber qué ocurrió. Por ejemplo, el norte de Marruecos está muy españolizado [...] Tengo una anécdota, uno de los actores marroquíes me empezó a recitar un poema de Calderón. Me quedé impresionado, aquí caló muy hondo lo español", comenta.
"Pablo Rivero es un actor magnífico"
La película fue todo un desafío para Pablo Rivero, que se enfrenta a un protagonista muy distinto al de 'Cuéntame cómo pasó': "No había barajado ningún actor para el personaje de Santiago. Nos encontramos con Pablo Rivero y, es curioso, porque teníamos nuestras reticencias al venir de la televisión. Sin embargo, cuando hizo las pruebas, me di cuenta de que era un actor profundamente profesional. [...] Si, en un primer momento, pensé que Pablo era un actor bueno, tras la película pude afirmar que es un actor magnífico".
Protagonizada por Pablo Rivero, 'Neckan' ya puede verse en cines españoles.
Los debuts de 10 directores esenciales del cine español
'Acción mutante'
Tanto por su arriesgada apuesta por la ciencia ficción más delirante como por su resultado artístico final, 'Acción mutante' sigue siendo hoy, más de dos décadas después de su estreno, uno de los debuts más impactantes de la historia del cine español. Y, también, por lo inesperado, por la valentía de su director, Álex de la Iglesia, por su guión, firmado por él y Jorge Guerricaechevarria, compañeros inseparables desde los comienzos, y por un estupendo reparto comandado por unos sorprendente Antonio Resines y Álex Angulo, maravillosos ambos.
Ambientada en un Bilbao de 2012, no olvidemos que por aquel entonces aquello era el futuro, 'Acción mutante' nos presenta a un director con las ideas clarísimas, atrevido en cada una de sus decisiones visuales, respetuoso con el género al que rinde un apasionado homenaje, descubriéndose como una fuerza de la naturaleza cinematográfica que el paso del tiempo no ha hecho más que confirmar. Lo mejor de De la Iglesia ya está aquí. Y siempre es un placer volver a encontrarse con él.
'¡Bienvenido, Mister Marshall!'
Si Berlanga levantara la cabeza y observara la situación de nuestro país, lo primero que pediría sería una cámara para rodar y rodar y rodar. El guión viene dado. Sin embargo, en 1953 tuvo que echarle algo de imaginación al asunto, tampoco demasiada, para redondear el libreto de '¡Bienvenido, Mister Marshall!', obra maestra indiscutible de nuestro cine a la que siguieren un conjunto deslumbrante de joyas a lo largo de su imponente trayectoria. Y es que pocos directores, puede que ninguno, han sabido reflejar de una manera tan certeza la naturaleza interior de España, su filosofía e imperfección, su pasión y su incoherencia, su belleza y su miseria.
En el caso de la película que nos ocupa, hablamos de unos de esos debuts que ponen todas las cartas sobre la mesa, que consiguen certificar todo un universo cinematográfico, que son incapaces de envejecer. Diálogos memorables, escenas de planteamiento y ejecución maestra y un reparto en permanente estado de gracia hicieron y hacen el resto. Podría ser la película de madurez de cualquier director. Maravillosa.
'Tesis'
¿La película española clave de los años 90? Una de ellas, sin duda. 'Tesis', la ópera prima de Alejandro Amenábar, se estrenó en 1996 y puso patas arriba el cine español. Galardonada con 7 premios Goya, incluyendo Mejor Película, Director y Guión Original, el director de 'Los Otros' y 'Mar adentro' entraba por la puerta grande de la industria facturando un thriller en el que el misterio, la tensión y la intriga se mantenían con sorprendente solvencia. En algunos detalles, los mínimos, se notaba la mano inexperta de su creador pero, el resultado global era de una contundencia admirable, un suspense magnífico que mantenía la atención del espectador de manera constante.
Protagonizada por una más que notable Ana Torrent, 'Tesis' suponía también la llegada de una nueva generación de directores que cambiarían para siempre las reglas, apostando por nuevos referentes, una mayor apuesta por el espectáculo y la ambición, destrozando prejuicios a cada nuevo paso y demostrando que, con debuts así, convenía apostar a su victoria.
'Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón'
Y llegó Almodóvar. ¿Podría haber sido otro? No creo, pero en cualquier caso fue el director manchego el que, tras un primer disparo directo al corazón de la movida madrileña y la España de los ochenta, transformó el cine de nuestro país para siempre. Por supuesto, 'Pepi, Luci, Bom y las chicas del montón' no recoge todo el universo del cineasta, hablamos del primer paso de una primera etapa, pero es un inicio más que prometedor de lo que, con el paso de las grandes películas que estaban a la vuelta de la esquina, se convertiría en una certeza.
Almodóvar no se dejaba nada en el tintero y volcaba todo su sentido del humor, su libertad, su manejo para el diálogo hilarante y su talento para crear personajes femeninos antológicos en una obra que sirve, además, como perfecto reflejo de un momento social y cultural clave en nuestra historia, para bien y para mal. El inicio de nuestro mejor y más relevante director. Mucho más que una simple curiosidad.
'Concursante'
Rodrigo Cortés no es un tipo con prisa, ni muchísimo menos. Su tercer y última película, la infravalorada 'Luces rojas', estupendo thriller de giros imposibles que mezclaba a Fincher, Lynch y el mejor Shyamalan, se estrenó en 2012 y, desde entonces, seguimos esperando su nuevo trabajo. Las razones por las que Cortés no ha vuelto a la gran pantalla son toda una incógnita pero, mientras seguimos poniendo a prueba nuestra paciencia, tenemos la oportunidad de volver y una y otra vez hacia 'Concursante', su arrasador debut.
Liderada por un Leonardo Sbaraglia que pocas veces ha estado mejor, esta comedia negra con mucho de suspense dramático supone un regalo para todos aquellos amantes de las historias bien construidas, que pisan el freno lo justo, de ritmo certero y golpes de genio visual inesperados. Una película de la que Martin Scorsese se sentiría plenamente orgulloso. Casi nada.
'Un perro andaluz'
Intentar describir lo que es, lo que cuenta y lo que ha supuesto para multitud de cineasta 'Un perro andaluz' es prácticamente imposible. Primero, porque la ópera prima de Luis Buñuel es uno de los más asombrosos ejemplos de la vanguardia y el surrealismo cinematográfico, un trabajo libre y completamente diferente a todo lo demás, indescriptible, indescifrable, siempre apasionante e hipnótico.
Sobre el guión, escrito entre el director y, nada más y nada menos, que el mismísimo Salvador Dalí, Buñuel afirmó que lo escribieron en menos de una semana y que siguieron una regla muy simple: no aceptar idea ni imagen que pudiera dar lugar a una explicación racional, psicológica o cultural. Y vaya si lo consiguieron. Con multitud de escenas antológicas, de una belleza extraña y un poder de conmoción latente, 'Un perro andaluz' es radicalismo y genialidad a partes iguales, la primera obra fascinante de uno de esos cineastas que engrandecen el séptimo arte.
'El orfanato'
La sensación de desasosiego, de tensión máxima en la butaca es aquella que se produce cuando un personaje, por poner un ejemplo, recorre un pasillo hasta una puerta donde se intuye un pequeño hilo de luz. El suspense, realmente, no está en que hay detrás, sino el camino que lleva hasta allí. Los pasos, el silencio, la oscuridad. Existe una regla no escrita en el género del thriller que subraya la necesidad de sugerir más que mostrar, de que menos, casi siempre, es más. La magia del momento se produce cuando ese 'algo' estalla, cuando nuestro protagonista abre esa puerta o cuando ese suceso se materializa. Sí, es efímero, pero la intriga que hemos sentido es lo que realmente buscamos. Y 'El orfanato' conseguía casi todos sus propósitos: angustiar, asustar, intrigar y emocionar.
Lo hacía gracias, principalmente, a Juan Antonio Bayona, un director debutante que agarraba al espectador y no lo soltaba a lo largo de cien minutos de puro suspense. Apadrinado por Guillermo del Toro, Bayona saltaba a la gran pantalla tras forjarse un nombre en los mundos de los cortometrajes y los videoclips y más de cuatro millones de personas validaron su atrevimiento. Taquillazo absoluto, siete Goyas, entre los cuales no se encuentra, de manera incomprensible, el de Mejor Película, y el respaldo de la crítica convierten a 'El orfanato' en un clásico del cine de terror español. El primer paso de un gigante.
'Familia'
Un mensaje para todos aquellos que no han visto 'Familia', el debut de Fernando León de Aranoa: esquivad spoilers, intentad llegar a ella con poca o nula información sobre su argumento. La principal razón para ello, más allá de la básica de descubrir todas las sorpresas que se esconden dentro de una película, son potenciar el alcance emocional de una ópera prima deslumbrante desde su guión, firmado por el mismo León de Aranoa, hasta su elegante, precisa dirección, merecedora indiscutible del Goya al Mejor Director Novel de 1996.
De forma clásica y alejada de cualquier impostura, 'Familia' se completaba con una reflexión cautivadora sobre la soledad, retratando los conflictos personales de sus inolvidables personajes con diálogos de oro interpretados por un reparto excelente en el que destacaban Juan Luis Galiardo y Ámparo Muñoz, soberbios. León de Aranoa iniciaba así una racha positiva que le ha abandonado en muy pocas ocasiones, aunque pocas veces haya brillado tanto como en este clásico de nuestro cine que conviene reivindicar con mucha intensidad.
'Los cronocrímenes'
Nacho Vigalondo es un director valiente. Un tipo arriesgado, amante de contar historias que sirvan, además, para sacudir al espectador, que sean evasión y, al mismo tiempo, contundente victoria para ambos, la persona que está detrás de la cámara y aquel que está frente a la pantalla. Tras ese compromiso se esconde una devoción por el clasicismo latente en cada una de sus películas. Y el cine de toda la vida vibra con fuerza tras lo extravagante y surrealista de una propuesta como 'Los Cronocrímenes', primer largometraje de una trayectoria siempre imprevisible e interesante. Una trama imposible en la que el costumbrismo rural y los viajes en el tiempo demuestran entenderse a la perfección y con la que Vigalondo consigue dar toda una lección de precisión narrativa, demostración poderosa de como unificar todas las piezas de un puzzle que parece imposible.
La crítica de todo el mundo se volvió loca con ella y el único 'pero' que se le puede poner a estas alturas es el efecto comparativo que se establece con cada una de las nuevas propuestas de su director. Poco importa, cada planeta de su universo cinematográfico brilla con una luz distinta y 'Los Cronocrímenes' siempre lo hará de manera especial. Hasta que Vigalondo entregue su mejor película, algo que ocurrirá más pronto que tarde. Y pongo la mano en el fuego por ello.
'Vacas'
Pocos, o nadie, podrían haber advertido en lo que ha terminado siendo el cine de Julio Medem tras el estreno, en 1992, de su ópera prima, 'Vacas'. Esta historia perturbadora, oscura y profundamente hipnótica presentaba a uno de esos debutantes que se les pedía el carnet para comprobar que no llevaba décadas dirigiendo. Porque todo en este debut es penetrante y fascinante, todo está planificado con una cantidad de riesgo y elegancia visual de primera categoría, repleto de detalles manejados y controlados sin el más mínimo titubeo.
El tiempo, por desgracia, no nos ha traído de vuelto a aquel cineasta que nos dejó boquiabiertos con sus cuatro primeros largometrajes pero, por alguna razón, no nos venimos abajo y seguimos esperándolo en cada uno de sus estrenos. Aunque nos esté costando más de un disgusto, abandonando la sala con ganas de regresar a casa y revisar por enésima vez 'Vacas'.