No hay que profundizar demasiado en las redes para descubrir el compromiso social de Gorka Otxoa. Tras varios años sin ponerse al frente de un largometraje como protagonista absoluto, regresa con 'Igelak (Ranas)', una versión actualizada de la fábula del escorpión y la rana. Con banqueros y un colectivo alternativo como protagonistas de esta nueva versión. Otxoa es el despiadado jefe de una sucursal bancaria que no tiene ningún interés en las desgracias que se sientan al otro lado de su mesa, pero un giro del destino le llevará a integrarse en ese colectivo. Con motivo del estreno de la película de Patxo Tellería, hablamos con el actor vasco acerca de este interesante proyecto.
eCartelera: ¿Confías en el poder del cine como medio para agitar conciencias?
Gorka Otxoa: Sí, sin duda. No sé si para agitar, pero sí para recordar lo que está ahí. El cine también tiene el fin comercial y de entretenimiento, obviamente, pero si aparte de ser entretenida, como creo y dice la gente de esta película, trata de unos temas serios y preocupantes, como los desahuciados, los banqueros corruptos... Todo lo que desgraciadamente nos rodea, pues todavía mejor. No tiene por qué ser siempre así, tiene que haber cine de todo tipo, pero si se confía en los dos elementos creo que es más interesante y más enriquecedor.
eC: ¿Sientes algo de temor a que la película sea rechazada por algún sector debido a su carácter abiertamente reivindicativo y político?
GO: No creo que sea para tanto. Ni me lo había planteado la verdad. Habla de los temas que están en la calle. No se intenta nada, ni se lleva a ningún extremo, ni es un panfleto. El canal además es el entretenimiento y la comedia en muchos momentos, así que creo que no. No creo que estemos en un terreno tan peligroso como para ello solo por hablar de esos temas. Y si es así, muy mal está la cosa.
eC: ¿Cómo ha afectado al mundo del cine ese capitalismo salvaje que exponéis en la película?
GO: Cada uno lo ha vivido de forma totalmente distinta. Habrá gente a la que le interese más, otros que pasen más del tema, o que estén más preocupados... Nos han afectado directamente decisiones políticas como la del 21% del IVA, que es otro tema distinto y muy grave también, en mi opinión. Un IVA de los más altos del mundo, y estamos rodeados de países con impuestos mucho más bajos. Es una cosa absolutamente tremenda que tengamos este IVA, pero cada uno lo habrá vivido de una forma.
eC: ¿Y crees que la situación ya está remontando?
GO: No creo, la verdad. Aunque se quiera pintar un poco de que se está empezando a salir de la crisis y que se ha generado empleo... Obviamente el empleo que se ha generado está demostrado cómo es. Está troceado, con una persona con varios contratos o varias personas con un mismo contrato, y en vez de contar con una persona de forma medio digna, se tiene a cinco personas con sueldos mucho más bajos. Hay menos gente que tiene para vivir. El nivel de pobreza de España supera todos los récords de la mayor parte de Europa. Y es verdad que los ricos son más ricos, las estadísticas dicen que la gente de mucho dinero tiene aún más con la crisis. Una crisis que para mí no lo es tanto, es más una estafa que una crisis. Pero desde luego la clase baja, la pobreza energética, los desahuciados... Sigue igual, no sé si peor. Mejor solo para los que han generado riqueza en este tiempo, que los hay. Por lo que no creo que esté la cosa para tirar cohetes.
eC: Al estar más acostumbrado al mundo de la comedia, ¿cuál ha sido el principal reto de meterte en la piel de este personaje más cabrón y serio?
GO: Meterme en alguien tan alejado a mí, que es un banquero sin escrúpulos, dispuesto a hacer lo que sea para conseguir sus objetivos... Está bastante lejos de mi persona. Otros personajes han podido estar más cerca. Pero a la vez como actor es una gozada y muy divertido hacer de malos y de gente muy distinta a nosotros mismos. El reto sobre todo es la evolución que tiene el personaje, las idas y venidas, las dudas, los cambios físicos y de pensamiento. Era un reto, pero era un caramelo como actor. Cuando leí el guion me pareció un regalo de Patxo Tellería y traté de disfrutarlo mucho.
eC: ¿Qué consideras más didáctico de la evolución de tu personaje?
GO: Sobre todo de lo que habla la película. Ver si uno evoluciona o es como es y no cambia. Si eres escorpión eres escorpión para siempre, y las ranas, ranas para siempre. El final se queda un poco abierto. De hecho, hubo dudas acerca de cómo plantear el final, ya que Patxo tampoco quería entrar demasiado. Cada uno saca sus conclusiones de lo que nos afecta, del entorno, si podemos cambiar de pensamiento, de opiniones. Si podemos empatizar con gente que está muy alejada de nosotros y ver el mundo desde otro prisma. O si cada uno tiene su carácter y siempre es así. Es algo complicado, y creo que es lo más interesante del personaje, esa lucha entre sus ranas, que las está descubriendo, y que están luchando contra ese gran escorpión que siempre ha sido.
eC: ¿Te has inspirado en alguien real para darle vida a ese banquero sin escrúpulos?
GO: En alguien en concreto no, pero en demasiados, por desgracia, sí. Porque estamos acostumbrados a escuchar muchos casos de gente así, corrupta, que pasa por encima de la gente con tal de conseguir sus objetivos, el poder o el dinero. Pueden ser banqueros, políticos, empresarios... Estamos demasiado acostumbrados a ello. Pero vamos, ha sido una inspiración generalizada, no me he basado en Rodrigo Rato ni en nadie en concreto. [Risas]
eC: ¿Cómo promueven películas como 'Igelak', rodadas en euskera, la cultura vasca en el resto del territorio?
GO: El cine es un vehículo muy importante para cualquier lengua. Y para lenguas minoritarias que luchan contra grandes lenguas, como el euskera, creo que es un elemento muy importante, como es la música, la literatura... Por supuesto hay grandes literatos y literatura riquísima en euskera. No todos tenemos porqué acabar viendo cine solo en español o inglés porque no hay más idiomas, eso me parece mucho más pobre culturalmente hablando. También me he acostumbrado durante muchos años a ver las películas en versión original, me encanta escuchar los idiomas que no entiendo, cómo suenan, y ver los subtítulos y a los actores interpretando en su idioma. Yo como vasco estoy encantado de que se haga cine en euskera, como con 'Loreak' o 'Amama'. Y fuera de Euskadi se ha visto que existe y se ha abierto un poco la veda a que la gente se vaya acostumbrando a ver cine en euskera.
eC: ¿Cuánto tardaste en aceptar el papel?
GO: Siendo escrita la película por Patxo, ya casi dije que sí antes de leerlo. Porque me parece uno de los guionistas más brillantes casi de Europa. Cuando la leí me gustó la temática, el trasfondo, con entretenimiento. Me pareció una película muy interesante. El personaje tiene mucha evolución, vive una montaña rusa de emociones. Y con la mezcla de momentos más dramáticos con la comedia, que a mí ese terreno entre las dos aguas de la comedia y el drama me gusta mucho. Nada más leerlo lo tuve clarísimo, era un regalo como actor que me llegara ese guion.
eC: Hace poco leí en una novela de Álvaro Mutis que la solidaridad es el primer sentimiento que se embota, que pierde efecto en el ser humano. ¿Crees que la crisis ha contrastado esa reflexión?
GO: Quiero creer que no, que por un lado hay gente más egoísta, más centrada en lo suyo y en saquear y robar, muchas veces de dinero público, pero que al mismo tiempo hay un contramovimiento de solidaridad, conciencia social y de gente que ve los problemas y que intenta ayudar y solucionarlos en la medida que puede cada uno. Quiero creer que el ser humano lucha contra ello y que también hay ranas, y espero que cada vez más; que hay un cambio de chip y un pequeño despertar. Espero que así sea y que no me esté confundiendo.