Se acerca el buen tiempo, el verano y con ello también las preciadas vacaciones. Con ello también el cine más dramático y espeso empieza a dar cabida a películas más amables y comedias distendidas con las que poder pasar un buen rato acompañado y salir del cine con ganas de continuar con el buen ambiente. Una de ellas es 'Nuestro último verano en Escocia', una cinta donde el punto de vista recae en sus tres niños protagonistas, y que cuenta con un reparto encabezado por Rosamund Pike, David Tennant y Billy Connolly.
Para conocer mejor los entresijos de esta producción, hemos podido conversar con sus directores Guy Jenkin y Andy Hamilton, los cuales además de ser un equipo de trabajo ejemplar en la dirección, también han resultado ser dos personas encantadoras que aún con todo su trabajo a las espaldas, siguen amando el cine como el primer día, y tras años dirigiendo series de televisión británicas, han dado un nuevo paso en esta acertada producción de comedia.
¿Cómo surgió la idea para la película?
Guy Jenkin: No nos podemos acordar esa es la verdad, porque queríamos escribir sobre los problemas de una familia moderna. No se trata de una familia que se vuelve a juntar, sino que es sobre padre que llegan a una especie de acuerdo para dejar comportarse como niños cuando se separan y crear por lo menos un entorno civilizado para los niños. Y queríamos escribir sobre una familia que viaja a Escocia, pero de pronto la historia tomó vida propia y no puedo acordarme cuando la idea surgió realmente.
Andy Hamilton: Ocurrió de una manera orgánica, hubo muchas conversaciones y no se puede establecer realmente donde una idea en particular se hizo, pero como dice Guy, queríamos escribir una comedia desde el punto de vista de los niños, en una familia donde se separan los padres, porque ha habido muchos dramas y muchas series dramáticas sobre ello, y nosotros queríamos librar a los niños a través de una comedia.
Se suele decir que trabajar con niños y animales es de lo más difícil al hacer cine...
A. H.: Tengo que decir que solo hemos tenido buenas experiencias al trabajar con niños y en cierta manera el rodaje es más relajado porque trabajamos de una manera semi improvisada: nunca estás seguro de lo que vas a ver. Pero eso también relaja a todo el mundo y crea un ambiente de colaboración uy alegre. Y también hemos trabajado con muchos animales. Trabajar con los avestruces fue muy difícil.
G. J.: Los guardianes nos decían que los avestruces nos podían matar de un picotazo... Lo cual no es cierto con los niños.
¿Cómo consiguieron a su reparto adulto?
G. J.: Escribimos a Billy Connolly y le amenazamos con ir a su casa si se negaba. Hablamos con el agente de Rosamund Pike que es un hombre muy agradable, y dijo que no estaba seguro que Rosemund estuviera interesada. Pero le envió el guión y ella contestó muy rápidamente, estaba muy interesara.
A. H.: A David Tennant le enviamos el guión y dijo que sí. Fue un gran momento de impulso para el filme, estábamos muy contentos de tener este reparto.
¿Qué opinan sobre el cine actual?
G. J.: Hace dos años intenté vender una idea a una gran compañía, y tuvo un final bastante emotivo y la señora a la me dirigí estaba realmente llorando y decía que era una idea muy buena. Pero después de las lágrimas dijo que no era una secuela o una franquicia... Y eso resume lo que encontré, pero sabía que no lo podía llevar a una compañía porque lo único que hacían eran franquicias. Pero sí hay buenas y sorprendentes películas, y creo que una de las cosas importantes es que no se pueden encajar en una casilla, ponerles un género, así que te sorprenden porque no sabes como pueden acabar.
A. H.: Actualmente se es muy conservador en el mundo del cine, porque ahora hay muchas películas con el número siete tras su título... pero creo que en un momento dado habrá ese mismo cambio que ha habido en televisión, cuando de repente se han dado cuenta que a la audiencia le gusta proyectos ambiciosos.