Después de convertirse en la primera mujer en dirigir una película en Arabia Saudí Haifaa Al-Mansour ha presentado en el Soho House de Barcelona su nuevo filme. Se trata de 'Mary Shelley', el biopic sobre la autora de 'Frankenstein' que narra su relación con el poeta romántico Percy Bysshe Shelley y cómo ésta influyó en su obra.
Al-Mansour se ha mostrado contenta por la experiencia, reconociendo que, cuando le mandaron el guión, se sorprendió. "Me pareció raro que me enviaran a mí este proyecto siendo de Arabia Saudí pero, al leerlo, me di cuenta de que, realmente, había una conexión muy fuerte conmigo. Yo era capaz de sentir el dolor de este personaje porque no fue muy bien tratada cuando intentó desarrollar su faceta artística. Una situación muy similar a la que he podido vivir yo misma en mi país de origen".
La directora se dio a conocer con 'La bicicleta verde'. Por su condición de mujer, para poder dirigir ese primer largometraje, tuvo que rodarlo desde una caravana con un monitor y un walkie-talkie, ya que no se le permitía salir al exterior y ser vista en compañía de hombres. Es por eso que con 'Mary Shelly' se ha sentido, por primera vez, totalmente libre rodando: "Es maravilloso solo tener que preocuparte por la parte artística, moverte por donde quisieras y, simplemente, acercarte y decirle a los actores lo que tienen que hacer".
Volver a rodar a Arabia Saudí
Sin embargo, en septiembre va a volver a rodar otra película a Arabia Saudí: 'The Perfect Candidate', una historia sobre el viaje político que hace una mujer para presentarse a un cargo. "En realidad, las cosas ya han cambiado en Arabia Saudí. De hecho, para esta nueva película me van a ayudar con la financiación y me darán apoyo logístico. Así que tengo la sensación que irá mejor que la primera vez", ha añadido.
La oportunidad de rodar 'Mary Shelley' surgió para Al-Mansour, en parte, gracias a haber sido seleccionada para competir como Mejor Película en Lengua Extranjera en los Oscars de 2013, siendo la primera vez que un filme de Arabia Saudí entraba en esta categoría. La cineasta ha declarado que el mayor reto al que se ha enfrentado con 'Mary Shelley' es "decidir qué momentos de la vida de la protagonista dejaba dentro de la película. Finalmente, para mantener una línea estructural coherente, aposté por mostrar el paralelismo que había entre su biografía y su novela. En definitiva, cómo su experiencia directa como mujer desemboca en la escritura de ese libro".
'Frankenstein' es todo un icono de la literatura y de la cultura, en general. La novela acaba de cumplir 200 años, por lo que, para Al-Mansour resulta muy adecuado aprovechar para reivindicar "la figura de la escritora que está detrás de toda esa historia y esos personajes. Una mujer que fue toda una pionera y, sin embargo, mucha gente desconoce".
Su visión del feminismo
Según explicó durante la rueda de prensa, "este desconocimiento de la escritora no hubiera sucedido si se hubiese tratado de un hombre blanco de mediana edad. Las mujeres, a lo largo de la historia, han sido rechazadas en términos creativos. Y eso es algo muy triste que sigue sucediendo. Yo misma tengo muchos obstáculos a los que enfrentarme por ser una mujer directora. También al dedicarme a un trabajo en el que hay mucha competencia masculina. Y, en el mundo angloparlante, además, soy no-nativa y de color, de manera que todo suma a que el reto sea mayor. En ese sentido, sí me siento una pionera igual que la protagonista de la película. Afortunadamente, las cosas están cambiando. Estamos viviendo unos tiempos fantásticos donde se está cuestionando el sistema y todo el tema de la discriminación se está tratando de evitar. El feminismo, en este aspecto, está teniendo mucho peso. Gracias al feminismo, principalmente, está habiendo un despertar en el mundo y una verdadera lucha por la igualdad".
La cinta está protagonizada por Elle Fanning, actriz para la que la directora solo tiene buenas palabras: "es fantástica. Siempre fue mi primera opción. Ha conseguido elevar la interpretación sin caer en un dramatismo excesivo. Creo que este papel ha llegado en el momento perfecto de su carrera".
Su proyecto con Netflix
En realidad, la próxima película que podremos ver de esta directora es un filme producido por Netflix que acaba de terminar de rodar titulado 'Nappily Ever After'. Según ha contado, "lo que más he disfrutado de trabajar con Netflix es cómo me han tratado. Cada vez que entraba al set de rodaje, todo el equipo se apresuraba a recibirme diciendo 'que viene la directora'. Me ha impresionado lo importante que me han hecho sentir. Creo que Netflix está haciendo una gran labor a la hora de dar oportunidades a voces diferentes como la mía pero, sobre todo, cuidándoles y dando la libertad creativa que, quizás, los grandes estudios no se pueden permitir".
La cinta cuenta la historia de Venus Johnson, una mujer que, cansada de esperar a que su novio de toda la vida le proponga matrimonio, decide terminar con él. Sin embargo, viejos sentimientos, y muchos celos le empiezana a surgir cuando él comienza a salir con otra mujer.
'Mary Shelley' llega a los cines el 13 de julio.
Curiosidades de 'Frankenstein de Mary Shelley'
Los primeros nombres que sonaron
Antes de que 'Frankenstein de Mary Shelley' saliese adelante tal cual la conocemos hoy en día, hubo cierto vaivén de nombres de lo más interesantes, los cuales llegan a formar un nivel de hype equiparable al de aquel intento frustrado de 'Superman' protagonizado por Nicolas Cage y dirigido por Tim Burton.
Entendiendo que en los noventa todas las productores querían a Burton para que dirigiese sus proyectos, se dice que Columbia le propuso al director de 'Eduardo Manostijeras' que dirigiese él la adaptación de 'Frankenstein o el moderno Prometeo', quien pensó en Arnold Schwarzenegger como la Criatura, algo que muchos pagarían por ver hoy en día.
Una vez el proyecto llegó a manos de Kenneth Branagh, fueron pocos los nombres que se barajaron hasta llegar a Robert De Niro, habiendo sido considerados antes nombres que en aquel momento estaban en primera línea como bien eran Gérard Depardieu o Andy Garcia.
El espíritu de la Hammer
Habían pasado ya unas décadas desde que la gloria de la Hammer había convertido a Inglaterra en una de las cunas del cine fantástico, es por ello que el rodaje de 'Frankenstein de Mary Shelley' se llevó a cabo en los Shepperton Studios, enclave con larga historia de filmaciones donde en la década de los ochenta se llevaron a cabo títulos como 'En compañía de lobos' o 'El hombre elefante'.
Con un presupuesto de 45 millones de dólares, el cual distaba mucho de las producciones de serie B de la Hammer, Kenneth Branagh tuvo la oportunidad de codearse con una serie de profesionales que crearon unos impresionantes decorados que, pese a alejarse de la austeridad de los films de horror clásico, capturaban su esencia, tornándola mucho más preciosista y elegante.
Apuesta teatral
La familiarización de Kenneth Branagh con el mundo teatral, es algo que el realizador no pudo pasar por alto a la hora de insuflar vida a uno de los mitos más característicos de la novela gótica.
Así es como 'Frankenstein de Mary Shelley' va mucho más allá de querer ser un título de horror gótico, teniendo en su haber todas las de la ley para pasar como una superproducción de época en clave de oda al romanticismo.
Además, Branagh consiguió mantener una especie de carácter teatral para la planificación de las escenas, aspecto que se vio subrayado por el perfil puramente shakesperiano de los dos protagonistas: Victor Frankenstein y la Criatura.
A la sombra de Coppola
Dos años antes del estreno en Estados Unidos de 'Frankenstein de Mary Shelley', había visto la luz 'Drácula de Bram Stoker', que dirigida por Francis Ford Coppola logró alcanzar el reconocimiento de la Academia (Oscars al Mejor Vestuario, Mejor Maquillaje y Mejores Efectos de Sonido).
Intentando repetir la fórmula, para la adaptación que Kenneth Branagh llevó a cabo se optó también por mantener el nombre de la autora en el título, dejando claro que nos encontrábamos ante lo que pretendía ser la versión definitiva de la obra. Para más inri, cabe destacar que el propio Coppola figura en los créditos como productor.
Trío de expertos
Con el fin de otorgar a la criatura del realismo que Kenneth Branagh consideró, este confió en la labor de tres expertos en el departamento de maquillaje: Paul Engelen, Daniel Parker y Carol Hemming, quienes acabaron nominados al Oscar por su trabajo en 'Frankenstein de Mary Shelley' en 1995 (la única nominación para la película).
Engelen (nominado ya en 1984 por el maquillaje de 'Greystoke, la leyenda de Tarzán') tenía ya una larga trayectoria, habiendo trabajado en títulos como 'El hombre de la pistola de oro', 'Batman' o 'Robin Hood, príncipe de los ladrones'. Por su parte, en el currículum de Parker constaban experiencias que iban desde 'Lifeforce, fuerza vital' a 'El imperio del sol'; mientras que Hemmings ya tenía cierto nombre como estilista de cabello en títulos como 'Una habitación con vistas', 'Regreso a Howards End' y 'Lo que queda del día'.
El diseño de la criatura
Por orden del mismísimo Kenneth Branagh, el aspecto final de Robert De Niro no podría ser enseñado en el tráiler de 'Frankenstein de Mary Shelley', por eso tan solo aparece insinuado.
La finalidad era la de sorprender lo máximo posible al espectador, el cual tenía la idea preconcebida de la criatura de Frankenstein según el imaginario popular en el que habían tenido mucho que ver las encarnaciones del monstruo por parte de Boris Karloff y Christopher Lee.
Para que esta nueva versión fuese lo más realista posible, Paul Engelen y Daniel Parker realizaron una ardua tarea de investigación sobre enfermedades cutáneas en el siglo XVIII, practicando diferentes cicatrices sobre pieles reales de origen animal. Finalmente, y tras varias decenas de prótesis y máscaras, idearon una que, además de pelo, contenía lo que imitaba al sistema de músculos faciales por dentro del falso rostro, haciendo que cuando De Niro gesticulaba (quien se sometió a sesiones de más de ocho horas para cuando tenía que mostrar el cuerpo entero), lo hiciera con él su cara postiza.
Diseño de vestuario
Siguiendo en la línea de formar un equipo con los mejores jefes de equipo posibles, Kenneth Branagh fichó a James Acheson para que se encargase del diseño de vestuario de 'Frankenstein de Mary Shelley'.
Este, ganador ya dos Oscar al Mejor Vestuario por 'El último emperador' y 'Las amistades peligrosas' en 1988 y 1989 (consiguió el tercero en 1995 gracias a 'Restauración'), puso toda la carne en el asador y diseñó el más de un centenar de diferentes trajes que se pueden ver en la escena del baile.
Para vestir a la Criatura que interpretó De Niro, la principal inspiración para ese abrigo que porta está en el título de la Hammer 'La maldición de Frankenstein' y la indumentaria que porta Christopher Lee, siendo ese el homenaje a la leyenda que quiso hacer Acheson.
Viejos colaboradores
Si para el maquillaje y el vestuario Kenneth Branagh había apostado por formar equipo con grandes profesionales, para llevar a cabo el diseño de producción y el de arte de 'Frankenstein de Mary Shelley', prefirió optar por la confianza que le daban dos antiguos compañeros (sin que eso signifique que se tratase de profesionales menos cualificados).
Quién sabe, pero puede que el éxito de sus anteriores films, en los cuales ya había contado con ellos en el mismo cargo, hiciese que Branagh confiase plenamente en Martin Childs, responsable de arte, y Tim Harvey, del diseño de producción. Ambos ya habían trabajado junto al director en sus anteriores films, 'Enrique V', 'Morir todavía', 'Los amigos de Peter' y 'Mucho ruido y pocas nueces'.
A ellos (y al visto bueno de Branagh, evidentemente) les debemos que la película respire un aire de film de época que, en ciertos momentos, parece querer desligarse del terror gótico.
Frank Darabont, enfadado
El guion corrió a cargo de Frank Darabont, quien ese mismo año había firmado el de 'Cadena perpetua' y que ya había visto como se habían adaptado otros dos trabajos suyos: 'Pesadilla en Elm Street 3, guerreros de los sueños', 'El terror no tiene forma' y 'La mosca II'.
Habían pasado ya muchos años (nos plantamos en 2016, para ser exactos) cuando el guionista realizó unas declaraciones que debieron sentar como un jarro de agua fría al mismísmo Kenneth Branagh, ya que durante una extensa entrevista para Creative Screenwriting, Darabont afirmó que "'Frankenstein de Mary Shelley' era a la vez el mejor guion que había escrito y la peor película que había visto nunca", definiendo la experiencia como "la vez en la que realmente me patearon el culo como guionista".
Con tales declaraciones, corroboraba el hecho de que Branagh había querido dotar de demasiada grandilocuencia a la película, diciendo que todos los errores de guion y asuntos que chirrían en la película, no estaban presentes en el libreto original. Entre ellos, se sospecha la inclusión de una resucitada Helena Bonham Carter, añadida por parte del director como guiño a 'La novia de Frankenstein' (y un elemento que no aparece en la novela original de Shelley).
Parte del ciclo gótico noventero
Propiciado también por el éxito de 'Drácula de Bram Stoker', a mediados de los noventa 'Frankenstein de Mary Shelley' se conviritió en uno de los ejemplos clave de un breve pero fructífero movimiento que intentó revitalizar el cine de terror gótico. Para ello, y recuperando los viejos éxitos de la Universal y la Hammer, se tomaron las obras clásicas con iconos del terror y se pusieron de renuevo con estrellas de primera fila.
Mientras que Robert De Niro y Gary Oldman se convertían en el nuevo monstruo de Frankenstein y Drácula, a Jack Nicholson y John Malkovich les tocaba ser el licántropo de 'Lobo' y el Dr. Jekyll y Mr. Hyde de 'Mary Reilly', la visión del mito de Stevenson que dirigió Stephen Frears en 1996. Dos años más tarde, Dario Argento realizaba su propia versión de 'El fantasma de la ópera' con Julian Sands como protagonista.
Cabe decir que, pese a que ninguna de ellas lograse el éxito (tanto de crítica como de público) de la obra de Francis Ford Coppola, todas sirvieron para acercar el gótico al público de los noventa.