Directora de comedias de éxito como 'A mi madre le gustan las mujeres' o 'Semen, una historia de amor', la creativa guionista Inés París acaba de estrenar 'La noche que mi madre mató a mi padre' en el Festival de Málaga después de ocho años alejada de la gran pantalla, y nos ha contado cómo fue el liderazgo de todo el proceso.
EC: Esta película la escribiste enteramente pensando en Belén Rueda, ¿por qué ella y por qué trasladarla a la comedia?
IP: Por un lado porque cuando una escribe y dirige siempre está pendiente de lo que está pasando en el panorama, y justo escuché a Belén Rueda decir que quería hacer una comedia. Yo soy claramente una directora de comedias, y además siempre hago personajes femeninos, entonces pensé: "A ver si tengo una buena idea para Belén". Pienso que los actores y actrices que son muy buenos no tienen por qué estar encasillados en un género... Esto del encasillamiento es una faena para todos. Creo que Belén estaba haciendo un tipo de películas en las que estaba muy bien, pero que también podía hacer más cosas. Además, yo creo que en la comedia es donde más se mide un actor, es una prueba de fuego para ellos, y en ese sentido me apetecía mucho ver cómo funcionaba ella. Por lo tanto, desde el primer momento pensé en esta historia, porque estaría genial para ella.
EC:La película habla de lo difícil que es el mundo de la interpretación, y de cómo la carrera de una actriz o actor se puede estancar porque nadie le llama... ¿En qué te basas para elegir a tu reparto?
IP: Hay veces que uno tiene ya en la cabeza para quién está escribiendo. Eso tiene ventajas e inconvenientes. Normalmente es más fácil aproximarlo a lo que es un actor y a lo que este te puede dar, pero luego está el inconveniente de que como no consiga hacerlo, es que la has fastidiado. Y luego está también algo muy peligroso que es cuando te pones a escribir (yo lo hacía más al principio, ahora no tanto, ya conozco más las claves de la industria), llevado por la historia y punto, y después piensas: "¿Esto quién lo podría hacer?". Lo que pasa es que cuando actúas así, a veces no encuentras la persona que te parezca ideal para un personaje, mientras que si los tienes en mente es muy bueno. Luego también pasa que a medida que pasan los años, creas un equipo de trabajo con actores, por ejemplo yo a María Pujalte la conozco desde mis cortos, y María para mí cuando escribo está muy presente, como vea un personaje que le pueda ir ya empiezo a ponerle su cara. Y con Eduard Fernández estuve a punto de hacer una comedia hace unos años, y desde que comencé a escribir esta película quería su intensidad y su implicación para este personaje.
EC: 'La noche que mi madre mató a mi padre' es una locura de película, ¿cómo hiciste en el rodaje para que no se te fuera de las manos?
IP: El tono de una película en gran parte está dado en el guion. Yo cuando escribo estoy visualizando la película, escribo los diálogos muy rápido, después los leo en voz alta y sé el ritmo que van a llevar, entonces esa parte está. Luego tuvimos que ensayar un montón, a mí me chifla ensayar con los actores porque vengo del teatro. Como no teníamos pasta nos encerramos durante una semana en mi casa y ensayamos allí, y fue buenísimo, porque ellos se conocieron y ganaron en complicidad, pero además trabajamos un montón. Primero realizamos un trabajo de mesa y a partir de ahí una lectura analizando los personajes. Después ya hubo que ponerlo todo en pie y todos comenzaron a aportar cosas al sentirse cómodos en sus personajes, por lo que ha sido un proceso muy creativo. El pijama de Eduard o la peluca de Patricia han sido cosas que se han incorporado tras los ensayos. Mi experiencia es que si en una película construyes bien los personajes y la situación es creíble, a partir de ahí puedes hacer lo que te dé la gana. Esto no se lo he contado a nadie pero para este proyecto yo me revisé la película 'Un funeral de muerte', en la que hay una situación con un muerto por en medio pero muy disparatada, y yo me troncho con esta película. Estamos ya acostumbrados a que en el cine se pueda llegar muy lejos para poder transgredir y dije vámonos, hay que ser un poco gamberros.
EC: Eres una experta en tu comedia y así lo muestra tu trayectoria, ¿te gustaría en algún momento probar un drama o algún otro género?
Totalmente. Lo que pasa es que no lo he conseguido levantar estos años. Un amigo muy cercano me trajo una película que se llamaba 'El club de los onironáutas', que es una historia sobre gente que se comunica cuando está dormida. Yo intenté levantar esta película durante mucho tiempo, porque además creo que es una oportunidad para crear un mundo unitario visual. Pero como me tienen clasificada como directora de comedia... Es verdad que sí he hecho en televisión como guionista algún thriller, por eso esto aparece también reflejado en esta película, entonces sí creo que voy a comenzar a dirigir algo de thriller en televisión, y a partir de ahí quizás consiga algo más. Yo ideas tengo muchísimas, un cajón entero lleno de ideas.
EC: Has estado unos cuantos años sin estrenar ninguna película, ¿qué has estado haciendo?
IP: Estaba intentando sacar una película, pero estos años han sido durísimos para todo el mundo. En esta industria hacemos tan pocas películas, que el resultado de una película es decisivo para tu carrera profesional. Yo tuve la suerte de hacer dos primeras películas que me fueron muy bien, y luego la tercera no fue bien, por lo que digamos que no todo el mundo estaba buscándome instantáneamente como directora. Además, pasaron un par de cosas más: la primera es que yo me empeñé en cambiar de género, porque me gustaba mucho una historia que yo escribí sobre la poeta Rosalía de Castro, una historia que me gustaría hacer en algún momento, muy muy bonita, que no conseguí levantar. ¿Qué hice mientras? Pues primero hice una serie documental para TVE que se llama 'Iguales', sobre mujeres en trabajos tradicionalmente masculinos; después hice un documental-largometraje que se llama 'Manzanas, pollos y quimeras', sobre las mujeres africanas en España, porque yo soy colaboradora de una fundación que trabaja con mujeres de África. También he dado clases en la ECAM, en universidades extranjeras de Estados Unidos, Harvard, Massachusetts... Y presidí CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales) durante esos siete años, que justo coincidieron con los que no hice película. Yo tengo una vocación muy política y social, y entonces por ejemplo mi implicación para sacar adelante la asociación CIMA es verdad que en un sentido me restó tiempo, pero también aprendí mucho. Es verdad que esta profesión es así, luego de pronto di con esta idea, a la productora le gustó mucho... Y aunque tardamos, conseguimos sacar la película. Ahora de pronto me están saliendo muchas cosas.
EC: ¿Qué tal fue el estreno en Málaga?
IP: En Málaga fue impresionante el pase. Risas, nos interrumpieron dos veces la película aplaudiendo, una ovación enorme al final... Fue el primer testado de que la gente disfruta viendo esta película. Ahora hay que conseguir meter a más gente en el cine, tenéis que ayudarnos a que se conozca la película. Yo sé que el boca a boca va a funcionar.
'La noche que mi madre mató a mi padre' se estrena este viernes 29 de abril en cines.
