Sentados junto a ellos en un hotel de Madrid, los protagonistas del nuevo largometraje de Jorge Torregrossa nos dibujan con sus palabras el Nueva York de Juanito y su primo, el Manhattan de Jorge Torregrossa: "La riqueza étnica, cultural, la mezcla de razas y de culturas me fascina. Nueva York es un crisol y yo creo que es un laboratorio. Lo hn estudiado en el mundo entero, porque ha sido un crisol de muchas culturas", comenta Javier Cámara. No han podido tener un guía mejor que su director, que vivió diez años en la ciudad y estudió cine allí: "Torregrossa es un erudito de todas estas cosas y se conoce cada rincón de Nueva York. Es inevitable que estés allí y veas referencias cinematográficas todo el tiempo", dice Raúl Arévalo. "Nueva York es impresionante, bastante que hemos estado allí cuatro semanitas rodando", termina Javier Cámara.
Esas cuatro semanas surgieron a raíz de un viaje cuyos inicios se remontan al año 2003. Javier Cámara presentaba en el Lincoln Center de Nueva York 'Hable con ella', uno de sus primeros proyectos de calado internacional. Elvira Lindo estuvo presente, y le acogió, dispuesta a enseñarle la ciudad y lo que podía ofrecer. Poco a poco, la idea de rodar una película allí se fue haciendo más y más fuerte: "Es una especie de sueño. Por eso tiene este tono, esta comedia tan de sueños. Nos fascinaba rodar en Nueva York pero nunca lo imaginábamos. Yo creo que la tozuda aquí es Elvira, yo siempre decía 'dios mío, ¿qué vamos a hacer con este guión? Esto es una pasta, rodar en Nueva York es carísimo'. Y la tía decía, 'lo vamos a conseguir'", comenta Cámara. Más de una década después, 'La vida inesperada' ya es una realidad, y eso que han tenido que luchar mucho por ella. Ya para empezar, con una historia que no pretende escudarse en un tono "made in Hollywood" y que cuenta con muchos momentos divertidos, pero también con sus situaciones tristes, además de un final que no dejará a nadie indiferente: "No es una película de moralejas, sí a lo mejor de preguntas, de hacerte preguntas y luego cada uno lo lee según le pilla. Pero es curioso de gente, de amiguetes que han visto pases y me han hecho esta pregunta, o de periodistas que nos han preguntado, creo que si nunca te has visto en una de esas, o no te has visto en una situación similar de su personaje o del mío, lo ves y ya está. Si te has visto reflejado, te duele. Yo por ejemplo lo veo desde un sitio como 'así es la vida', ni bonito ni feo. A mí me dan ganas de vivir en general. Pero es como cuando vas a ver 'Kill Bill' y ves que Uma Thurman revienta cabezas, tú nunca reventarías cabezas pero te encanta sentarte en la butaca y soltar la adrenalina que no sueltas a diario. Aquí pasa igual. Aquí te plantean unas preguntas que te hace juzgar al personaje pero depende de las vivencias o dónde estés tú, y es lo que me parece interesante. Si entrevistáramos a gente de todas las edades, cada una diría una cosa del final", explica Raúl Arévalo.
Javier Cámara defiende a capa y espada el tono de la película, y nos cuenta que había una microtrama de su personaje que no ha llegado a la versión final, y que mostraba un panorama mucho más cruel, con su personaje haciendo cosas de las que no se sentía orgulloso. Ese pasaje más oscuro no se verá en el montaje final, pero la película no esconde en ningún momento su objetivo de mostrar las luces y las sombras de las decisiones vitales: "Sí es verdad que es muy difícil tomar decisiones en la vida, y la vida te ofrece pocos días para tomarlas. Todos venimos con una mochila, y te das cuenta de que la vida no es como la habías soñado tú, es como viene y a veces se junta todo". Lo que tiene claro es que Elvira Lindo lo ha echado todo en este libreto: "Se deja llevar exclusivamente por el corazón. Luego lo vertebra muy bien, sabe escribir muy bien y sabe disimular con muchos mimbres. Pero es una mujer absolutamente de corazonadas y de impulsos, y creo que esta película lo es. Luego, creo que sabe escribir muy bien la comedia, los momentos divertidos son muy divertidos, y podían haber sido mucho más. Pero es una comedia madura, una comedia de desesperanzas y de esperanzas, de amor. No solamente están Nueva York y el amor a la familia y al teatro, sino a tomar decisiones y las decisiones a algunos les salen bien y a otros les salen mal. No sabes los que va a pasar el mes que viene". La película muestra, a través de estos dos primos, cómo puede reaccionar el ser humano ante un cambio o un imprevisto importante en su vida: "Hay gente que es muy previsora y muy pragmática que siempre tiene un plan B con el miedo de quedarse con el culo al aire, diciendo: 'Yo, por si acaso, tengo esto, tengo esta carrera, el negocio de mi padre no lo suelto...'. Y luego hay otros que ven la vida de otra forma y el plan B les surge, como es el caso de su personaje o del mío en otro sentido, pero sí, creo que eso a uno le llega cuando le llega, si es que le llega", argumenta Raúl Arévalo. "Hay veces que abres la puerta y el plan B está ahí. En ti está cerrar la puerta o traspasarla de verdad. Yo creo que esta película va de eso. El mundo es de los valientes, de los que se atreven. Las historias cambian o por Abraham Lincoln, o por un señor que se mete en un coche para ir a ver a John Lennon, o por un tío que se atreve a buscarse su vida en Nueva York, la ciudad más difícil para buscarse la vida como actor, cuando encima no tienes ni idea de inglés. Hace falta una mezcla de idealismo y de tozudez que los héroes que caben en el mundo la tienen", comenta Javier Cámara.
Es la cuarta vez que trabajan juntos, aunque Arévalo le eche a Cámara en cara que no se acuerde que la primera vez fue en 'Los abajo firmantes', donde Arévalo recitó sus primeras tres frases para la gran pantalla. Después de otras tres ocasiones compartidas, los actores son casi de la familia: "Hacer de primos en un momento en el que ya tenemos relación suficiente, casi familiar, es un trabajo que ya teníamos hecho", dice Raúl Arévalo. Su compañero de reparto dice que el cansancio no ha llegado todavía, y que su relación está, convenientemente, en el "top of the roof (tocando techo)". Ellos dos y Carmen Ruiz vivían en un mismo bloque de apartamentos, lo que hizo que fuese casi como una excursión: "Nos pasó lo mismo que en una gira teatral, pero en Nueva York. Viviendo juntos, desayunábamos, comíamos, cenábamos, disfrutábamos... Salvo acostarnos juntos... que podría haber sido perfectamente", bromea el riojano. De España, Arévalo cree que lo que más echaría de menos sería el "buen jamón", pero los dos recuerdan la experiencia con una sonrisa, sabiendo que disfrutaron de la mejor cara de Nueva York, con dos guías de excepción: "Vivíamos en un barrio de puta madre. Teníamos abajo un sitio que se llamaba Momofuku, que es un sitio súper chic con unas colas... Pero claro, nosotros llegábamos a unas horas donde ya no había colas. Nueva York es la ciudad donde mejor se come en el mundo. Además tienes una suerte que es que califican a los restaurantes en A, B y C. A los B no entres, en los C puedes pillarte el ébola, solo puedes entrar en los A. Jorge Torregrossa y Eliva Lindo se conocen Nueva York de pe a pa. Lo único que querías era dejarte las dietas en comer".
Con este buen rollo, parece que estos dos actores no le tengan miedo a nada, y Raúl Arévalo confirma que fue así, incluso a pesar de no tener ni idea de inglés: "Desde luego que el tema del inglés era el mayor reto para mí, pero también me he sentido muy arropado por Jorge, por Javier, tuve un profesor... por lo que no era una cosa que me quitara el sueño. Me parecía un reto pero no era como si de repente me fuera a hacer como nuestro amigo Álex González los 'X-Men' solo, sin saber inglés, con un equipo americano que no se enteraba de nada y nadie hablaba español. Eso sí me parece un reto", a lo que añade Javier Cámara: "Sí, eres muy conocido en España pero aquí no eres nadie, y nadie te conoce y no hablas el idioma. Dices 'qué difícil'. Las aventuras tanto de Penélope (Cruz) como de Antonio Banderas, de todos los valientes que se van para allá a intentarlo, todos los que están en nuestra película de secundarios me parecen...".El Goya que no pasaba frío
En Nueva York serán todavía unos desconocidos, pero estamos hablando ya de dos ganadores del Goya, a pesar de lo que le ha costado a Javier Cámara llevarse uno de las seis nominaciones que ha tenido. En el rodaje de 'La vida inesperada' todavía no lo tenía, y siempre se metía con Raúl Arévalo por la diferencia de edad y que él ya tuviera un Goya por 'Gordos'. Pero también recuerda lo bien que se lo pasaron él y David Trueba en el rodaje de 'Vivir es fácil con los ojos cerrados' y el tema de los "cabezones" de la Academia: "David me decía: 'Vamos a preguntarle al del Goya'. Entonces íbamos a Francesc Colomer, con quince años, y le preguntábamos: 'Oye Francesc, ¿dónde podemos poner la cámara?'. Era como la institución". ¿Dónde guarda Javier Cámara su Goya? "Lo tengo sobre el piano en mi casa y mi hermana le ha hecho un gorro. Lo que pasa es que me ha dado cosa ponerlo en Instagram porque parece que le estoy faltando al respeto al Goya. Es una foto que me niego todavía a hacer". En el rodaje de 'La vida inesperada' conoció a muchos aspirantes a actores que estaban inmersos en una espiral de "minijobs" para mantenerse en la Gran Manzana y cumplir su sueño, y se acuerda en concreto de uno de ellos, que se le acercó durante la grabación de las primeras escenas en el teatro en el que su personaje y el de Carmen Ruiz actúan, y le dijo emocionado que era su vida la que estaban retratando: "De repente empezó a estar Juanito dentro de mí". Este cazador de sueños tiene todos los ingredientes para convertirse en un personaje tan especial como lo fue el profesor de 'Vivir es fácil con los ojos cerrados'.
Pero volviendo a 'La vida inesperada', hablamos de una película que quiere romper barreras, acercar dos realidades separadas por un océano, pero perfectamente complementarias: "Yo creo que la frase 'el nacionalismo se cura viajando' es súper cierta. Esos tópicos de 'como en España no se vive en ningún sitio', mire usted, hay otros sitios fuera de España en los que se vive de puta madre. Y hay unos sitios en los que se come que te cagas, porque no podremos comer un jamón o un cocido montañés, porque un cocido montañés se come donde hay que comerlo. Pero te comes unas pizzas en algunos sitios y te vuelves loco. Creo que hay que derrumbar ciertos estándares turísticos que hemos creado y que hacen un mal bastante grande a que podamos abrirnos a otras culturas", opina Javier Cámara, que afirma que es "terrorífico" el auge de la extrema derecha en Europa. Sin embargo se alegra de que el mundo de la interpretación se haya visto tan beneficiado por este intercambio cultural: "Toda la inmigración de los últimos años ha enriquecido la cultura española. Sobre todo nosotros lo vemos en que las películas se enriquecen, las series se enriquecen de otras culturas. Cada vez hay más coproducciones, el cine es parte que valora eso y lo muestra en las pantallas. Yo lo único que quiero ahora es aprender, bien aquí o trabajando en otros sitios, porque no sabes lo que te enriquece".
'La vida inesperada' se estrena en cines el 25 de abril.