Cuando 'Aquí no hay quien viva' comenzó su emisión en Antena 3 hace ya 20 años era conocida como "la serie de José Luis Moreno" o a lo sumo "la serie de los sobrinos de José Luis Moreno". Esos sobrinos ahora son los hermanos Caballero, creadores de algunas de las ficciones más exitosas de la televisión española, que fueron capaces de convertir una sitcom sobre un bloque de edificios en una revientaudiencias semanal, y en una de las series más influyentes de la historia.
Poco podíamos imaginar, al ver las desventuras de los Cuesta, de la "pija" o de las Supernenas, que detrás de las cámaras sucedía una producción caótica y a contrarreloj, con un productor y una cadena que solo pedían más, y dos hermanos que no podían hacer otra cosa que cumplir. Una historia sin duda delirante que desgrana nuestro querido Javier P. Martín en su primer libro, 'Aquí no hay quien viva - Detrás de las cámaras: La delirante historia de esta nuestra comunidad', editado por Plaza y Janés (Penguin Libros).
Este libro surge del encargo por parte de Icon de escribir una "historia oral" de 'Aquí no hay quien viva', es decir, reunir entrevistas del equipo para hacer un retrato del fenómeno desde dentro. "Me enamoré de la historia. No de la de 'Aquí no hay quien viva' sino de la que estaba contando el reportaje" nos explica sentado en ese plató en el que tantas críticas, podcast y eCatfights ha grabado. Convertir ese reportaje en un libro supuso "unas cincuenta entrevistas aproximadamente, algunas de una hora y otras de veinte minutos, no te sabría decir el total porque soy de letras" bromea el autor.
En el libro participan los creadores, guionistas, montadores, actores y muchos implicados más en la construcción de Desengaño 21 como el edificio más emblemático de nuestra televisión. Pero el encargado de abrirlo es Alberto Caballero, uno de los padres de la criatura, que abrazó por completo este proyecto: "A Alberto Caballero le enviaba al WhatsApp mensajes muy aleatorios. Preguntas súper random cualquier día o por la noche. La verdad es que ha estado muy entregado y ha colaborado mucho".
Esa es una de las razones por las que él y su hermana Laura son, para el escritor, los protagonistas obligados del relato: "No quería que en el reportaje estuviera toda la chicha y el libro fuera de relleno. Quería que el libro contara la historia más allá de anécdotas de 'Aquí no hay quien viva', y vi claro que la historia era que dos personas muy jóvenes habían tomado el control de una serie que podría haber sido un desastre y consiguieron que fuera historia de la televisión española".
Una historia marcada, claro, por el enchufe. Los Caballero se criaron entre platós y recibieron esta oportunidad de la mano de su tío. "Laura Caballero tenía 24 años y de repente estaba dirigiendo una serie de televisión para el prime time de Antena 3", recuerda Martín. "¿Fue nepotismo? Sí. Tuvieron una oportunidad increíble. Ahora, el talento está ahí. Olfato, visión, observación de la realidad y talento para plasmarlo. Saber cómo hacer reír al público". Las audiencias, el legado de la serie y que pudieran lograr el éxito una vez más con 'Aquí no hay quien viva' prueban que una cosa es entrar y otra muy distinta mantenerse.
Pero los Caballero no son los únicos creadores de 'Aquí no hay quien viva'. Iñaki Ariztimuño es el tercero en discordia en todo este relato, y aunque ha participado en las entrevistas, es el más crítico con los Caballero y con el libro: "Está muy dolido con esta historia y está muy dolido con cómo se refleja tanto en el reportaje como en el libro. En ese sentido momentos incómodos he vivido, pero también es a lo que me enfrentaba porque el libro tiene un punto de vista, el mío, como unas decisiones que he tomado conscientemente. Yo he decidido que los Caballero son los protagonistas de mi libro". Ariztimuño es de las pocas voces discordantes del libro, la que más, sin duda. Teddy Villalba, encargado de ficción de Antena 3 de aquella, también contradice ciertas palabras de los Caballero, como que la cadena no confiase al principio en la serie. "Me negó que Antena 3 tuviera dudas con la pareja homosexual, pero me lo dijo de una forma muy amable y sin entrar en conflictos" explica Martín.
Sin embargo, la tónica general que destila el libro es que se creó un equipo con muy buen rollo y remando todos para sacar adelante la serie en unas condiciones, digamos, para nada óptimas. "Hay una cosa que me repiten mucho, y que como todos me lo dijeron estoy seguro de que es verdad, que es que los actores se sentían como en una compañía de teatro, estaban hermanados. Seguro que había malos rollos y seguro que había alguno que era más diva que otro, otro que tenía malos días... Pero estaban hermanados y eran una familia. Todos están muy contentos de haber pasado por lo que han pasado a pesar de que ninguno de ellos lo repetiría por nada del mundo" dice el autor.
Estamos hablando de un rodaje en el que nunca se sabía a qué hora se iba a salir, con muchas horas muertas esperando páginas de guion que se escribían al momento, a veces entregando el episodio completo a pocas horas de la emisión. Algo que Javier cree que puede ser un reflejo de una industria que, por suerte, ha mejorado mucho con el tiempo: "Este libro es una muestra de lo poco laxa que podemos decir que era la industria audiovisual española, y creo que en ese sentido, gracias a Dios y a la llegada de Netflix y todas las internacionales está mucho más profesionalizado. Pero es una muestra de cómo se trabajaba en un rincón de la televisión nacional hace 20 años, porque estoy seguro de que si te pones a preguntar a equipos de otras series del momento, seguro que te cuentan mil cosas, jornadas de rodaje pantagruélicas que no respetaban ningún tipo de derecho humano. Probablemente no era un caso aislado".
¿Cómo es posible que un ritmo así encajara con un testimonio tan positivo? "Para mí a veces era un poco frustrante, y de hecho hay veces que forcé y focense alguna entrevista a ver si por favor me contaban algo, y era muy difícil. Por lo general no me contaban nada que se saliera del 'fue difícil, pero éramos felices', pero a la vez vivo con la tranquilidad de que lo que he plasmado en el libro es lo suficientemente sincero. Es decir, faltan cosas, faltan anécdotas y faltan ciertos matices, pero estoy seguro de que el retrato que me han trasladado y que yo he plasmado de cariño y de querer recordar los buenos momentos es honesto y es real".
Los fans de la serie sí encontrarán salseos, como la marcha de Loles León, el cisma con Iñaki Ariztimuño o el enfrentamiento en audiencias con la otra serie del momento, 'Los Serrano'. Pero se encontrarán, sobre todo, con una carta de amor a esos vecinos que habitaron Desengaño 21.
Descubrirán cuánto de los actores había en esos personajes, y quizás se sorprenderán con los que eran justo lo contrario a ellos, en especial Emma Penella. Javier P. Martín ha conseguido hacer, precisamente, un retrato muy completo de ella y de Mariví Bilbao, tristemente fallecidas. Las hijas de Emma Penella han colaborado con entrevistas en el libro, y el equipo de la serie la tiene en un altar. Lo mismo ocurre con José Luis Gil, que no ha podido participar por su estado de salud, y que también está muy presente en el relato gracias a las palabras de sus compañeros y compañeras. A Mariví Bilbao le llega a dedicar el epílogo por una muy buena razón: "No tiene nada que ver con la serie, pero me parecía tan maravilloso que dije 'esto tiene que quedar plasmado'. Y refleja mucho cómo era Mariví Bilbao".
Aunque Alberto Caballero no se atreve a analizar la vigencia de la serie dos décadas después, Javier sí nos da una teoría del éxito de 'Aquí no hay quien viva' más allá de los memes: "Las problemáticas de los jóvenes que se ven en la serie siguen vigentes, y tristemente incluso creo que han empeorado. Vemos a una generación que está perdida, que tiene trabajos precarios, que vive en pisos compartidos, que no se pueden independizar y que sus padres pagan el aval, que creo que es intergeneracional. Todos esos problemas los tienen los jóvenes de 'Aquí no hay quien viva', tirados en el videoclub comiendo panchitos, bebiendo cerveza y hablando de la nada. La generación Z no solo los siguen sufriendo, sino que han empeorado y tienen problemas nuevos porque el mundo se está yendo a la mierda alrededor. Por eso la generación Z ha conectado con la serie, y quién sabe si las nuevas generaciones seguirán conectando con ella porque sigan existiendo tristemente los mismos problemas. Hasta que no solucionemos los problemas de la juventud, 'Aquí no hay quien viva' seguirá estando vigente".
De Desengaño... ¿a San Genaro?
Empezar por una de las series más icónicas pone el listón muy alto, pero al autor le viene a la cabeza otra serie muy mítica que le pica la curiosidad, y que buenos titulares ha dado a lo largo de su longeva historia: "Tengo que ponerme a investigar y ver si dentro de 'Cuéntame cómo pasó' hay cosas interesantes, que con todas las polémicas que ha habido a lo largo de los años y con toda la gente que ha pasado por ahí, seguro. Pero tendría que ver qué serie de televisión o fenómeno de la cultura popular... Bucear por nuestro pasado y por nuestra cultura popular, seguro que hay muchas historias interesantes que contar. Lo que tengo clarísimo es que me encanta buscar el reportaje y contar esas historias, es cuestión de seguir buscando" admite. Y aunque le echamos de menos cada día en esta redacción, estaremos esperando ansiosos su regreso como invitado para relatarnos otra historia tan intensa, divertida y apasionante como la de Emilio, Belén, Mauri y los demás.
'Aquí no hay quien viva - Detrás de las cámaras: la delirante historia de esta nuestra comunidad' ya está a la venta.