Está a punto de llegar a nuestras salas 'Hijo de Caín', una película española interpretada por José Coronado y dirigida por el debutante Jesús Monllaó. El filme es un thriller que gira en torno a Nico, un adolescente con una inteligencia excepcional y obsesionado con el ajedrez al que sus padres, preocupados por la actitud inquietante de su hijo, deciden enviarlo al psicólogo infantil. A partir de ese momento se empezarán a descubrir las estrategias personales de cada personaje y se desencadenarán una serie de intrigantes sucesos. eCartelera ha tenido la oportunidad de tener una charla con su director en la presentación de la película en Barcelona.
eC: ¿Cómo surgió la idea de 'Hijo de Caín'?
Jesús Monllaó: Realmente, 'Hijo de Caín' ha sido un regalo. La idea surgió de la lectura de la novela 'Querido Caín' de Ignacio García Valiño que me impactó de una manera especial. A raíz de esa lectura, me apeteció compartir con la gente ese placer que sentí leyendo y, como mi medio de expresión querría pensar que es el cine, me lancé de lleno.
eC: ¿Qué has querido explicar con esta película?
J.M.: Creo que dentro de una película hay muchos temas porque el cine es la vida y, la vida, es el cine, así que se replican constantemente. No me creo más que nadie a la hora de imponer una idea o un pensamiento, así que lo que he hecho con 'Hijo de Caín' es plantear una serie de preguntas sobre el modelo de sociedad en el que estamos viviendo, sobre el tipo de jóvenes que estamos educando y no sólo ellos, sino también qué ridículo modelo los adultos estamos proponiendo a nuestros hijos. Luego nos sorprendemos de ciertas actitudes de los jóvenes que, luego, vemos en los adultos y las consideramos como algo normal como, por ejemplo, las actitudes interesadas, los egoísmos o la corrupción. Por lo tanto, el joven que nos asusta, no deja de ser un mero reflejo de una edad adulta bastante podrida. Si algo he querido decir, es algo muy parecido a esto, aunque de todas maneras, he intentado hacer un thriller impactante, dramático y que lo planteo como un puñetazo en medio del pecho del espectador y me gustaría que lo recibieran de esta manera, por lo tanto, espero que el público me perdone y lo disfrute (risas).
eC: ¿Qué papel juega el ajedrez en la historia?
J.M.: En la novela, el ajedrez es el deporte favorito del chico protagonista. Cuando nos pusimos a estudiar la novela, nos planteamos cambiar el ajedrez por otro deporte más moderno o más "cool", pero Ignacio García Valiño es un tío muy listo. Esta no es una película sobre el ajedrez, sino que es un "background" sobre el cual nosotros construimos la historia y ello plantea ventajas e inconvenientes. Las ventaja es que no creo que haya ningún deporte que explique mejor la idiosincrasia del thriller. Su estrategia metaforiza muy bien la disposición de los personajes dentro de la historia y me gustaría imaginar que mi película es un gran tablero de ajedrez donde las piezas son seres humanos que tejen estrategias para sobrevivir. La desventaja es que el ajedrez no deja de ser un deporte muy estático donde los contrincantes establecen un campo de batalla intelectual pero que a nivel visual es muy poco atractivo. Aquí es donde nos esforzamos para crear un mundo, el de Jack Taylor (Andrew Holsteter en el filme), que rindiera un homenaje al ajedrez alejándolo de esa imagen de mundo friki que muchos le atribuyen. He pretendido, y no sé si lo he conseguido, que la gente que juega al ajedrez profesionalmente entendan y vean que dentro de este thriller he querido rendir un homenaje a un deporte tan apasionante que vivió grandes momentos de gloria en los 80.
eC: ¿Cómo te has sentido al debutar con un gran actor como es José Coronado y una leyenda viva del cine como es Jack Taylor?
J.M.: Está claro que lo de leyenda viva ha pesado (risas). Lo teníamos muy claro, sólo teníamos un guión que mostrar, ya que Jesús Monllaó y Sebastián Mery Díaz (el productor) no son unos nombres muy sexys dentro del mundo del cine (risas), así que la única herramienta que podíamos ofrecer era un buen guión que atrapase al leerlo. Lo conseguimos, y tanto José como Jack, se encargaron desde el primer momento de desmitificar esta leyenda y mostrarse como unos artesanos de este oficio que lo que buscan es encontrar un personaje que les haga vibrar. Ver a Jack Taylor con sus más de 70 años haciendo todo lo posible para complacerme y a un José Coronado con todos los exitazos que está viviendo esforzándose al máximo para crear un personaje creíble y gozar de cada minuto en el plató, es una lección de humildad de la que hemos aprendido todos.
"Una de las niñas me dijo, literalmente, que David le daba miedo"
eC: La trama gira en torno al personaje del adolescente Nico, interpretado por David Solans. ¿Fue muy complicado dar con el actor adecuado?
J.M.: El hecho de trabajar con niños es el riesgo más grande que asumí. Sobre todo cuando éstos no son profesionales. Yo tenía muy claro quién era Nico en su perfil psicológico pero no tenía claro si era rubio, moreno, más alto o más bajo. Hicimos un casting en el que se presentaron más de 500 chavales y cuando vi a David y su imagen en el casting me quedó grabada en la mente. Se realizó todo el proceso pero yo, desde el primer momento, ya supe que él era el elegido porque encontraba en él una fuerza interior muy grande. En la prueba final, hicimos interactuar a los 8 que quedaron para ver la química que había entre ellos y yo decidí que él era Nico cuando una de las niñas me dijo, literalmente, refiriéndose a David, "me ha dado miedo".
eC: Tal y como está el panorama ahora en la industria española, ¿tienes algún nuevo proyecto entre manos?
J.M.: Ahora estamos a tope con esta película y, lamentablemente, el sistema de producción no te permite tener dos o tres proyectos en marcha, es una utopía, ahora mismo, para un director, excepto para directores como Calparsoro que me parece que está rodando 3 películas a la vez (risas). Él es una excepción pero son directores que están en otro nivel y yo aún he de demostrar muchas cosas. Tengo un guión que es un drama familiar y otro que es un thriller y ya le he enseñado el primer guión a Sebastián, mi productor, y ya hay el planteamiento de rodarla fuera de España y en inglés porque el panorama está como está, pero mientras haya gente que quiere explicar historias y gente que quiere que se las expliquen, el cine nunca morirá. Me gustaría decir a todos aquellos que irán a ver 'Hijo de Caín' que, ahora más que nunca, más allá de temas políticos y de subvenciones, les diría que hay una cosa que es muy honesta como el hacer cine, explicar historias y emocionar a la gente y necesitamos que esa gente vaya a las salas.
