Después de debutar por todo lo alto con 'Las niñas', la directora zaragozana Pilar Palomero regresa a los cines este 18 de noviembre con su segundo filme, 'La maternal', con el que explora la realidad de las madres adolescentes. Un fenómeno del que no se habla en la ficción española y que existe. Concha de Plata a la mejor actriz en la pasada 70ª edición del Festival de San Sebastián, la cineasta muestra su lado más social con un largometraje que "busca abrir un debate sobre una situación de la que debe hablarse". "Es un tema que, como sociedad, desconocemos", señala la cineasta.
Carla (Carla Quílez) tiene 14 años y es una joven desafiante y rebelde. Vive en un viejo restaurante de carretera en las afueras de un pueblo con su joven madre soltera, Penélope (Ángela Cervantes), mientras falta a clase y pasa las horas con su amigo Efraín (Jordan Ángel Dumes). Cuando la asistente social se da cuenta de que está embarazada de cinco meses, Carla ingresa en La Maternal, un centro para madres menores de edad donde comparte su día a día con otras jóvenes como ella. Juntas con sus bebés, se enfrentarán a este nuevo mundo de adultos para el que no les ha dado tiempo a prepararse.
Después de dirigir un proyecto personal y autorreferencial como fue 'Las niñas', Palomero realiza un largometraje completamente opuesto, algo que no fue intencionado. "No me lo planteé así, sí que es verdad que venía de 'Las niñas', venía de muchos años mirándome para dentro, rebuscando en mis recuerdos. Cuando comencé a documentarme para 'La maternal', sí que me sentí que tenía ganas de hacer todo lo contrario, de mirar hacia afuera, de nutrirme con las historias de otras personas. No me lo planteé en términos de que quería hacer algo diferente a posta, simplemente, lo sentí", señala Palomero en una entrevista concedida a eCartelera en Madrid.
Palomero, eso sí, recalca que 'La maternal' fue un proyecto que terminó por hacer suyo, llevándolo a su terreno y a su mirada como directora. "Aunque no me haya inspirado en mis propias vivencias, siento a 'La maternal' como un proyecto mío. Hubo un momento en el que lo comencé a desarrollar que si no hubiera sentido a la película mía, creo que no la hubiera podido hacer. Es un tema tan complejo, que para hacer un encargo, hubiera hecho algo muy distinto. Aquí, en el momento en el que me documenté, en el que hablé con mujeres que habían sido madres en la adolescencia, esas charlas fueron derivando poco a poco en amistades y, claro, ya se convirtió en algo personal", comparte.
"Queríamos que la película se sienta veraz y realista"
Uno de los aspectos esenciales de 'La maternal' es su enfoque cercano al cine de denuncia social, siendo una película que evoca el espíritu del cine social de cineastas como los hermanos Dardenne o Sean Baker. Para Palomero, se trata de plasmar el poder del cine "como eje transformador". "Sueño que, al igual que a mí me ha transformado realizarla, la película también transforme al público sobre su mirada en un tema que, como sociedad, desconocemos. También nuestro posicionamiento sobre este tema importante, como es la educación sexual", argumenta. De ahí, que el proyecto tenga cierto estilo que recuerde al cine documental. "Buscábamos que la película se sienta como algo veraz y realista, pero no es un documental, sino ficción. Para mí, era muy importante plasmar cómo he trabajado con el elenco, tanto con las actrices con experiencia como las que ha sido su primera vez, porque buscaba que se sintiera su forma de ser de ellas, con lo bueno y con lo malo. Esa luz que tiene la contradicción misma", explica.
La propia Palomero admite que la maternidad adolescente es una realidad que existe pero muy desconocida y que, a la hora de abordarla para la cinta, se dio cuenta de lo poco que, realmente, conocía sobre el tema. "Fue el motivo por el que quise hacer la película. Cuando comencé a documentarme, me di cuenta de que no sabía realmente nada del tema y de lo poco que tenía conocimiento, estaba filtrado por mis propios prejuicios. Como punto de partida, tuve una mirada prejuiciosa, al charlar con las chicas, todas esas ideas preconcebidas se fueron desmontando", manifiesta.
"La maternidad en la adolescencia existe y, además, lo que quería transmitir con la película es que no es una lección generalmente, casi en el 100% de los casos. Son situaciones a las que se ven abocadas porque no hay otra solución, cuando se enteran de que están embarazadas, muchas de ellas están de cinco, seis o siete meses o viven en un entorno familiar que las lleva a eso", continúa.
Precisamente, Palomero busca abrir una conversación sobre el fenómeno y también de la responsabilidad que existe como sociedad. "Me gustaría que la película no solo nos hiciera reflexionar sobre la maternidad y la adolescencia, que es el tema principal sí, pero también cómo es esta sociedad en la que vivimos que, digamos, en la que esto sucede", argumenta. Algo que también apoyan sus actrices protagonistas, Carla Quílez y Ángela Cervantes.
"Es importantísimo que la educación sexual fuese obligatoria"
"La educación sexual es una responsabilidad de todos y todos tenemos a alguien cercano que es adolescente o que tiene a un pariente o familiar que está viviendo esa etapa. Nosotros también hemos sido adolescentes. Algo sí que se puede hacer y ojalá las instituciones invirtieran en que haya más educación sexual en las escuelas. Pero esto no depende de nosotros, pero sí que podemos generar conversación y esto puede ayudar. Creo que, incluso, a mí a nivel personal, me hubiera ayudado en mi adolescencia", expone Cervantes.
Precisamente, 'La maternal' expone no solo el déficit que existe en materia de educación sexual, sino cómo se olvida hablar de la responsabilidad de dicho acto. "A título personal, creo que es importantísimo que la educación sexual fuese obligatoria y no solo a raíz de la película. Creo que es un tema que también abordé en 'Las niñas' y no entiendo por qué no se habla más de ello, la sexualidad forma parte de nuestra realidad, está ahí", declara Palomero, quien incide en el factor de "responsabilidad afectiva" a la hora de abordar la sexualidad.
"Esto lo he hablado con las chicas, durante el casting, quienes se presentaban. Si sentían que la educación sexual que reciben es suficiente o no en el colegio o en sus casas. Claro, una cosa que hablé mucho con Carol [la coordinadora del centro de acogida, quien es educadora social y ha sido tutora de varias menores que fueron madres en esa etapa y estuvieron en el centro] y con ellas era que no solo era una cuestión de educación, sino que englobe también pues esa educación emocional y responsabilidad afectiva. Que no se limitara solo a métodos anticonceptivos o a infecciones de transmisión sexual, si no el de la responsabilidad afectiva, por ejemplo", detalla Palomero.
"Fue muy emocionante y las sentí, me marcó muchísimo. Conocer sus historias fue esencial tanto para mí como para la película, pues le daba fuerza a lo que queríamos narrar. Todas son historias completamente diferentes, pero tienen similitud entre ellas. Para mí, meterme en el papel de una niña de 14 años embarazada fue como un planteamiento difícil, pero conociendo a Pilar y a Irene, me lo hicieron entender todo muy bien, fue un aprendizaje impresionante", comparte Carla Quílez, sobre su experiencia de encarnar a un papel tan complejo.
"Los menores con 10 u 11 años tienen acceso al porno que quieran en su mano"
Y en este punto donde surge un tema que se plasma al inicio del film, la manera en la que Carla y su amigo Efraín interactúan con el sexo es a través de la pornografía, que se convierte en el primer referente de muchos adolescentes, convirtiéndose en un problema social. "Sí, todas esas preguntas quería plasmarlas en la película. Eso sí, como interrogantes, pues yo no tengo las respuestas, ojalá. Pero esto está sucediendo y dialogo un poco con 'Las niñas', que en esa época, los jóvenes veían porno de ese codificado. Es una realidad distinta, pero evidencia que los primeros conocimientos sobre el sexo tienen a la pornografía como referente y esto es grave. Tenemos que asumir que a los menores, con 10 u 11 años, tienen acceso, actualmente, a todo el porno que quieran en su mano. No es cuestión de censurar, sino de educar y acompañar, es un trabajo que, más que de prohibir, va de comprender", argumenta Palomero.
A ello, se suma que 'La maternal' plasma cómo dentro de la realidad de las madres adolescentes, existen diferentes antecedentes en los que el film deja en evidencia cómo muchas menores se enfrentan a situaciones de violencia machista, abusos sexuales y precariedad socioeconómica. "A mí me duele, durante este proceso, escuchar a chicas de 14 años que se habían enterado que estaban embarazadas estando de seis meses o una semana antes de dar a luz o, como ocurre en la película, con un testimonio de una chica que tuvo a su hijo para no estar sola. Esto es durísimo escucharlo y no es que sea una cosa individual como vivencia de ellas, es que ellas vivan eso tienen que ver con cómo somos nosotros", expone la directora.
En ese sentido, hay una secuencia muy dura sobre los testimonios de las chicas que están en el centro, varios de ellos inspirados en casos reales. Un momento que Palomero sintió que "era esencial" y un "acto de militancia". "Fue una escena que debatimos mucho con los productores y la montadora, como también con conocidos que estuvieron presentes en las primeras proyecciones. Reflexionamos mucho sobre si debía estar o no esta escena, nos dimos cuenta que tenía que estar, que era prácticamente un acto de militancia, cómo no iba a estar", defiende.
"Porque, al final, es donde ellas cuentan sus realidades y vemos que esto va de la mano con problemas relacionados con la violencia machista, abusos y no quería dulcificar la realidad. También es verdad que Carla, nuestra protagonista, proviene de otro tipo de situación, ella se quedó embarazada de su mejor amigo porque estaban jugando, pero sentía que debía mostrar que el caso de Carla es propio y subjetivo, pero que hay otras realidades. Cada caso es único", añade.
"Como siempre digo, nunca tuve relación con la realidad de adolescentes embarazadas. En mi entorno, no había habido ningún caso. No sabía del tema, cuando las conocí por primera vez fue justo esa escena en la que Carla llega al centro de acogida, en la que sus compañeras cuentan sus testimonios", comparte Quílez.
"Es nuestra responsabilidad como sociedad acompañar y proteger a las madres adolescentes"
En ese ejercicio del complejo retrato de la maternidad en la adolescencia, Palomero también aborda cómo una joven que fue madre en la adolescencia puede tener una hija que le suceda lo mismo, como es el caso de Penélope, la madre de Carla. "Eso también lo he visto mucho en las entrevistas que hice y charlas, se repetía muchas veces. Quería mostrar en la relación de Carla y su madre es que la diferencia entre ellas dos, es que Carla tiene esa ayuda por parte de La Maternal, el centro de acogida y que eso permite que ella tenga una red de seguridad, que ella siga estudiando, que esté acompañada en esta maternidad precoz. Eso Penélope, su madre, no lo tuvo y se lo comenta en la película. Esa es la diferencia fundamental", detalla la cineasta.
'La maternal' también hace un ejercicio de reconocimiento a la labor de las instituciones que buscan ser una red de apoyo y protección de las menores que se quedan embarazadas, con el centro de acogida como el otro protagonista del relato. "Sí, es que cuando digo que es una responsabilidad de todos como sociedad, también me refiero a los centros de acogida. Además de ofrecer herramientas para evitar que un embarazo en la adolescencia suceda, también pues, por ejemplo, ofrecer acompañamiento a las jóvenes que se han quedado encinta", comenta.
"En el caso de La Maternal, el centro de acogida que nos inspiró para la película, es una cooperativa, que está financiada por la Generalidad de Cataluña y solo hay dos, a las que entra un grupo de chicas muy reducido, lo que implica que muchas se quedan sin poder acceder a ello, pero porque no hay plazas. Ojalá hubiera más plazas y ojalá fuese nuestra prioridad que las hubiese, de dar una red de seguridad pues a quien, injustamente, no la tiene por el mero hecho de haber nacido. Me gustaría que llegue ese mensaje a través de la película, de nuestra responsabilidad como sociedad", prosigue.
A su vez, en la ruptura de prejuicios sobre el retrato de las madres adolescentes, Cervantes y Quílez destacan cómo estas jóvenes se enfrentan a la adversidad con alegría y fuerza interior. "Tienen una vitalidad y una energía, un buen rollo. Nunca me había reído tanto como con ellas. Sí, viven una situación dramática y ves que está ahí, pero la manera de afrontar la vida que tienen es con mucha alegría y fuerza. Es lo que más me sorprendió y me ayudó", explica Cervantes. "Sus historias son muy duras y teníamos en cuenta lo que han pasado. Creo que, en rodaje, nos lo pasábamos muy bien, daban luz al rodaje. Creo que sin ellas, no hubiera sido posible. También, todo el equipo hizo lo posible por ayudarlas, en la escena que cuentan sus historias", comparte Quílez. "Había mucho amor y el equipo era muy consciente de lo que estaba contando, eran sus historias y había una sensibilidad y una profesionalidad que ayudó a que se generara todo eso", añade Cervantes.
Carla Quílez, el debut de "un ciclón" interpretativo
Uno de los elementos que más destaca de 'La maternal' fue la elección de la debutante Carla Quílez como la protagonista, quien también se llama Carla. "Una coincidencia", advierte Palomero. Un personaje que es un auténtico torbellino de emociones. "Sí, todo el mundo me dice que soy un ciclón", comenta Quílez con entusiasmo. Fue una elección que surgió gracias a las redes sociales. "Fue muy curioso, Irene Roque, la directora de casting, me dijo que había visto a una chica bailando reguetón en Instagram. Me envió el enlace y vi a Carla Quilez. Fue una coincidencia, pero justo su nombre coincidía con el que tenía nuestra protagonista y nos dio la idea de que el resto de personajes, salvo alguna excepción, se llamara igual", explica Palomero.
"Me llegó a través de Instagram. Muchas veces, la gente dice que mediante una plataforma o una red social no se va a llegar a ningún lado, yo también lo pensaba, pero, mirad, estoy aquí. Pues fue a través de mi cuenta, pues me dedico a subir vídeos de baile, pues el baile es mi vida, vivo por y para el baile. A partir de ahí, Irene Roque, que en tiempos de pandemia enfocó de manera virtual el casting, pues se orientó a lo que iba viendo", comparte Quílez. "Cuando me vio, se lo propuso a Pilar y me dijo que iba a hacer el casting a esta nena, me abrió por Instagram, me propuso el casting y me adjuntó un número de teléfono. Claro, yo en ese momento se lo comenté a mi madre, no sabíamos si era verdad, si podía ser un perfil falso. Entonces, nos lo tomamos con cierto escepticismo y prudencia. Nos lo pensamos varias veces, le insistí a mi madre, por si era verdad. Entonces, llamamos a Irene y nos propuso el casting y fui con mi madre", agrega.
Precisamente, el baile fue un elemento que se introdujo para que haya una conexión más cercana entre la actriz y su personaje. "En el guion original, Carla no bailaba, pero cuando me conocieron, Pilar dijo que el baile tenía que estar sí o sí. En cada prueba, tuve un momento de baile y, rodando, las secuencias me baile me encantaba, me lo pasaba genial. Encima, cuando me dijeron que habían introducido el baile por mí, me sentí muy agradecida, porque durante el rodaje y los ensayos, no tenía tiempo apenas de bailar. Esos momentos los disfruté mucho", comparte Quílez.
Para Palomero, era esencial que Carla reflejase los 14 años que tiene, de ahí que la elección de Quílez fuese imprescindible. "Cuando la vi, vi a la protagonista a nivel físico, tenía muy claro que tenía que aparentar tener la edad que tenía, 14 años, no quería que nadie, viendo la película, se pudiera abstraer con una chica mayor de edad interpretando a una menor y pensando, justo que la actriz tiene 18 o 19 años. No, son niñas que están siendo madres. A partir de ahí, hicimos un montón de pruebas, era consciente de que era un papel complicadísimo, que debía pasar por una serie de emociones extremas y ya Carla, en el casting, nos demostró que podía hacerlo", revela Palomero.
"Además, es una currante increíble, no solamente hizo sus pruebas, sino la de también a la hora de elegir a parte del elenco como, por ejemplo, cuando tuvimos que seleccionar al actor que iba a hacer de Efraín, estuvo haciendo las pruebas con los finalistas. Además, en el rodaje, fue creciendo y creciendo", continúa.
Precisamente, Quílez fue una de las revelaciones del 70 Festival de San Sebastián, alzándose con la Concha de Plata a la mejor actriz. "Siempre me gusta decir que, aunque el premio me lo lleve yo, se lo lleve Ángela o alguien del equipo. Creo que sin todo el apoyo que hay detrás, esto no hubiera sido posible. El apoyo de Pilar es muy cercano, ayuda muchísimo. De verdad, creo que hemos de un rodaje, una familia. Para San Sebastián, no sabía que podía aspirar a premio, porque la edad en algunos temas influye. Yo fui por y para la película. Por eso, si me dan un premio, no dudo en nombrar al equipo. Sin ellos, no hubiera sido posible. El galardón es mío, pero lo comparto. El aprender es de todos y no hubiéramos sido una piña, no hubiéramos llegado a esto", concluye Quílez.
'La maternal' está dirigida y escrita por Pilar Palomero. Protagonizada por Carla Quílez y Ángela Cervantes, completan el reparto Jordan Ángel Dumes, Pepe Lorente, Olga Hueso, Rubén Martínez, Gal-la Sabaté y Neus Pàmies. Una producción de Inicia Films, Bteam Prods y Barrixica AIE, conel apoyo de RTVE, TV3, Aragon TV y Movistar Plus+. En salas desde este 18 de noviembre, de la mano de BTeam Pictures.