No se puede hablar con humor de una tragedia hasta que no ha pasado el tiempo. Salvo si se habla del dolor que provoca. 'La Odisea de los Giles' está lejos de la pena, de la angustia y de la incertidumbre que provocó el corralito argentino de 2001. Sebastián Borensztein ha decidido utilizar la comedia para hablar de todo aquello, de cómo un grupo de "giles", de perdedores, afrontan la tiranía de la crisis. Ricardo y Chino Darín encabezan el reparto de la película que representará a Argentina en los próximos premios Oscar. Con la taquilla a sus pies en su país de origen, 'La Odisea de los Giles' llega este viernes a los cines españoles.
"Tuvimos la oportunidad de vivir una revancha ficticia con un monstruo del pasado" decía Chino Darín, productor y actor principal de la película, tomándose el proyecto como algo personal. Tanto fue así, que no eran capaces de desconectar en los descansos del rodaje: "Un día por la noche a Chino se le ocurrió una genialidad y fuimos al día siguiente a proponerlo", decía un emocionado Ricardo Darín sobre "esa sensación de irte a dormir con la maravillosa sensación del trabajo bien realizado". Dicen los actores que lo que tiene de especial esta película es la unión entre unos personajes muy distintos entre ellos: "Es una cuestión de prioridades: si el foco está puesto y la prioridad es las diferencias que nos separan o las cosas que tenemos en común y que nos unen. La prioridad es mantener la unión y preservar la fuerza".
Todos somos unos giles
Todo ello envuelto en la palabra "gil". Un gil, dicen los Darín, es aquella persona inocente, incauta, ingeniosa, que no tiene por qué ser un adjetivo despectivo, sino que "hay que abrazarlo y apropiarlo como una característica propia". Chino recalca que "hay algo de la temática de la película que funciona más allá del lugar donde se sitúe". No son los argentinos los únicos giles, sino que "todos podemos identificarnos" en esta "épica de unos perdedores". 'La Odisea de los Giles' llega a los cines el viernes 29 de noviembre.