El cine paraguayo sigue buscando su hueco en el difícil mercado internacional. Poco a poco, pero con producciones que han logrado llamar la atención de la crítica, la cinematografía de este país sudamericano vuelve a coger impulso con 'Mangoré, por amor al arte', biopic centrado en la figura del mítico guitarrista Agustín Pío Barrios, dirigido por Luis R. Vera ('Fiesta patria') y protagonizado por la conocida estrella mexicana Damián Alcázar.
Su productor, el polifacético Leo Rubín, se encuentra promocionando la producción por nuestro país, viaje que ha concluido con la presentación de 'Mangoré' en el Festival Internacional de Guitarra José Tomás Villa de Petrer, que se celebra del 11 al 25 de julio. En la ciudad alicantina se ha podido ver los 22 primeros minutos del filme antes de su estreno mundial en Paraguay, oportunidad que hemos aprovechado para hablar con Rubín de este proyecto y de la cinematografía de su país.
eCartelera: ¿Qué tuvo Agustín Pío Barrios para que aún hoy en día siga siendo un guitarrista tan destacado?
Leo Rubín: Tuvo talento, mística y horas incansables de trabajo, fue un auténtico luchador para obtener su objetivo. Una persona que se recorrió toda Sudamérica y parte de Europa para intentar lograr lo más grande. Mucho trabajo, sin duda. No sé si sabría que iba a llegar tan lejos, porque no fue reconocido en su momento como ahora y como lo seguirá siendo, pero estoy seguro que hay una mezcla de esas tres constantes: mística, talento y trabajo.
eC: ¿Qué te motivó a producir esta película?
L.R.: Muchas circunstancias que se fueron dando a lo largo del tiempo. En los noventa fui a un concierto con mi madre de John Williams que me impactó mucho, no en ese momento, pero ahora haciendo una retrospectiva creo que sí. Más tarde, una obra de teatro, 'Las cartas de barrio', donde participó mi padre con Berta Rojas, nuestra gran guitarrista, y me parece que todo eso fue clavando cosas en mi espíritu, en el chip del ordenador que uno tiene en la mente. Todo ello me impulsó a defender que la vida de este personaje, más allá de su música, merecía ser conocida, porque es un ejemplo de los valores que tenemos que reivindicar como personas.
eC: ¿Qué dificultades has tenido a la hora de levantar el proyecto?
L.R.: La verdad, muchas. En mi caso, como productor, la parte más difícil ha sido conseguir fondos en un país como Paraguay, porque no tiene una cultura cinematográfica. Eso sí, en los últimos años ha habido un crecimiento de esta pequeña, no sé si industria, ya que yo la llamaría artesanía, pero que apunta alto. Nosotros con 'Mangoré' hemos trabajado con un equipo técnico de primera, con cámaras de la calidad con la que se trabaja en las grandes producciones de España o Estados Unidos. Tuvimos que parar la producción en 2013 porque nos quedamos sin fondos, volver a poner todo eso en pie no fue fácil... Pero había como una luz al final del túnel, el espíritu de Mangoré, que nos ha iluminado hasta ahora, que estamos muy cerca del estreno y absolutamente emocionados.
eC: ¿Por qué os decantasteis por la ficción en vez de por el cine documental?
L.R.: Para mí era muy importante hacerlo como ficción. El documental es un lenguaje maravilloso, pero era muy difícil hacerlo de esa manera sin tener a Barrios. De todas maneras, ya hay un documental excepcional que hizo el investigador paraguayo Carlos Salcedo y que aborda la obra de Mangoré. La ficción podía darnos más vuelo en términos creativos, la posibilidad de hacer cine a lo grande, mover actores, recrear espacios y lugares.
eC: En una época saturada de biopics, ¿qué puede aportar 'Mangoré' a este subgénero?
L.R.: Cada vez hay más biopics de todo tipo de personajes y me parece que es interesante porque a los seres humanos nos gusta vernos reflejados en las vidas reales de los demás, tanto en sus grandezas como en sus defectos. Por ejemplo, el otro día estuve viendo 'Lincoln' y me enteré de muchos datos que antes no conocía. Este subgénero ayuda mucho en este sentido.
eC: ¿Por qué has elegido el Festival de guitarra de Petrer para presentar la película?
L.R.: Primero de todo quiero decir que no creo en las casualidades, creo que todo está pautado por un poder supremo. Cuando me llamó Pepe Payá, el organizador del festival, dije que sí enseguida sin pensarlo mucho, aunque era una época difícil porque estamos todavía ultimando los últimos detalles de la postproducción. Era un homenaje a Barrios que no se me había pasado por la cabeza, porque la gente cuando hace cine solo piensa en festivales del sector, pero cuando estuve investigando las grandes figuras importantes que han pasado por este festival vi que no había lugar mejor para hacerlo.
eC: Eres un entusiasta del cine y la guitarra. ¿Qué referentes cinematográficos has tenido?
L.R.: Veo mucho cine desde pequeño y, como gran entusiasta, no quería enfocarme en una sola película porque me gustan muchas. Eso sí, cuando empecé a enfocarme en el mundo del cine, yo que he hecho radio y televisión, comencé a ver en él cosas que hasta entonces no había visto. Esto surgió como un impulso que venía de dentro y no por ver una obra en concreto. Si tuviera que elegir alguna, te diría que el tono de 'El pianista' me gustó mucho.
eC: El cine español lleva décadas atravesando una grave crisis. ¿Cuál es la situación del cine paraguayo?
L.R.: En Paraguay se está dando una situación a la inversa. Hace poco tuvimos una película muy importante llamada '7 Cajas', de Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori, que fue un auténtico boom y se convirtió en la película más vista del país, lo que generó un impulso de esta pequeña industria que está naciendo. También hay otros ejemplos, como 'La hamaca paraguaya', premiada en Cannes, o el documental 'Cuchillo de palo'. Paraguay está viviendo un buen momento, aunque estamos hablando de un par de estrenos al año. Distribuidores españoles me han hablado de la crisis, lo que me ha hecho ver que en Paraguay está ocurriendo lo contrario, pese a que es un país pequeño, está habiendo un gran crecimiento en el audiovisual.
eC: ¿Cuál crees que es el mayor impedimento para que el cine paraguayo no tenga una mayor repercusión internacional?
L.R.: Solo falta ir poco a poco transitando el camino, que se confíe en el producto, que se vea que hay talento y que los actores se vayan haciendo más conocidos. También hace falta un mayor número de películas. Ojalá 'Mangoré' forme parte de esta lista de producciones destacadas para conseguir dar visibilidad a nuestro cine y que el resto de países quieran trabajar con nosotros.
eC: Hay una gran expectación en Sudamérica por el estreno de 'Mangoré'. ¿Crees que logrará tener distribución en nuestro país?
L.R.: Me encantaría. Estoy seguro de que en Paraguay va a ser un éxito y tenemos muchas expectativas. En otros países, como Argentina o México, creemos que también podría funcionar al contar con un actor de gran proyección internacional como es Damián Alcázar, cuya última película, 'La dictadura perfecta', fue la más vista en Latinoamérica. Ojalá esta entrevista despierte el interés de los distribuidores españoles, pero tenemos otras posibilidades. Confío mucho en las plataformas digitales que, aunque no sea lo mismo que ir al cine, pueden permitir que 'Mangoré' sea vista en muchos más países.