La primera temporada de 'Vida perfecta' se estrenó en Movistar+ el pasado 2019 y llegó como una auténtica revolución. La ficción creada por Leticia Dolera se llevó dos premios en Canneseries: mejor serie y mejor interpretación femenina ex aequo a las tres protagonistas, Celia Freijeiro, Aixa Villagrán y la propia Dolera, dos Feroz, un Fotogramas y tres MiM, además de ganarse en reconocimiento de crítica y público. Esta historia de tres amigas que descubren que su vida no tiene porque ser lo que habían planeado ni lo que el mundo espera de ellas, fue renovada ese mismo año para una segunda y última temporada que llega a la plataforma de streaming este 19 de noviembre de golpe con 6 nuevos episodios. La última vez que vimos a María, Cris y Esther, la primera acababa de convertirse en madre soltera, la segunda estaba dispuesta a arreglar su vida de pareja y la tercera parecía que empezaba a aceptarse, ¿y que ahora qué? "La segunda temporada de 'Vida perfecta' nos viene a contar qué pasa cuando te das cuenta de que la vida no es perfecta", nos explica Dolera, "Cómo te repones de eso y de tu primera crisis personal".
Los nuevos capítulos dan un salto temporal de seis meses en el futuro, seis meses en los que María ha descubierto que la maternidad no es lo que soñaba y que es posible que ni siquiera le guste: "Cuando a mí Movistar me propone hacer la segunda temporada yo ya llevo un tiempo pensando qué hacer si me lo piden", nos cuenta Dolera sobre su fuente de inspiración, "Una muy buena amiga me contó que durante el primer año de vida de su hijo no había sentido ninguna conexión con él y de hecho se había arrepentido de ser madre. Me lo contó 3 años después y a mí eso me impactó mucho, sobre todo el hecho de que no lo compartiese con nadie porque le daba tanta vergüenza y tanta culpa que ni con sus amigas más intimas lo pudo compartir en su momento". Una vez que tuvo claro lo que quería contar, volvió a llamar a Manuel Burque para co-escribir juntos el guion y a Freijeiro, Villagrán, Enric Auquer, Font García y Carmen Machi para que retomasen sus papeles.
La depresión postparto, como el aborto, es todavía uno de los grandes tabúes de la maternidad y por supuesto Dolera tuvo que documentarse para retratar lo más fiel y justamente posible este proceso: "Lo que más me impactó está en la serie. Para empezar no sentir conexión con el niño y luego la otra cosa es el tema de no mirarse la vulva, de tener miedo de cómo te había quedado «eso»". Otro de los grandes temas de 'Vida perfecta' es la sexualidad femenina, algo tan importante y tan ignorada dentro y fuera de la ficción. En la serie sus tres protagonistas se van un poco confundidas a un retiro tántrico, trama que se inspiró en hechos reales y muy cercanos a las actrices: "Yo sabía que quería meter un retiro de sexualidad porque tenía una amiga que había dido a uno y me había contado un montón de cosas y me parecía super interesante hablar de esto en la segunda temporada. Me lleve a Aixa y a Celia a un retiro, de hecho me las llevé a dos, y en el segundo, al que Aixa no pudo venir, nos contaron ese cuento, y parte de lo que sucedió en el retiro está en la serie tal cual". Este cuento que menciona es una especie de fábula relacionada con un lobo salvaje, un concepto que ya aparecía en su episodio de 'En casa', la serie pandémica y confinada en la que Dolera participó para HBO.
Así es la segunda temporada
Como cualquier serie, una segunda temporada, especialmente cuando no se planeó desde el principio, conlleva el riesgo de repetirse, decepcionar o simplemente resultar innecesaria. Para evitar caer en todos estos términos tan negativos, Dolera y Burque realmente le han dado una vuelta de tuerca a la historia, en el sentido correcto de la expresión, y aunque lo personajes no han atravesado (todavía) nuestra pandemia, se han contagiado de ese aire de abatimiento, desconcierto y anhelo por un futuro mejor que nos lleva ahogando desde principios de 2020. 'Vida perfecta' abandona en los nuevos episodios gran parte de su característica comedia en pos de tramas más serias y arrolladoras, perdiendo en el camino gran parte de la frescura y originalidad que nos enamoraron la primera vez.
Lo que sí vuelve a hacer es poner sobre la palestra y sin prejuicios nuestros defectos, imperfecciones y errores como parte mucho más natural de la vida que los modelos en los que nos miramos. Esther parece dispuesta madurar e incluso casarse ahora que ha conocido a una mujer que la hace feliz, pero parece que se siente obligada a dejar parte de su esencia por el camino, como si no fuesen cosas compatibles, como si siempre tuviésemos que elegir. Cris ha llegado a un acuerdo con su marido para abrir la relación y resolver sus problemas juntos como prometieron en los votos, como un equipo del que quizá no quiere llevar la camiseta. María tiene que afrontar que ser madre no es el cuento que nos venden los anuncios de pañales y que a muchas mujeres no les llega una conexión inmediata y abrumadora con su hijo la primera vez que le escuchan llorar. Por otro lado está ellos: Xosé, el orientador, con miedo a convertirse en una figura paterna para la que no se siente preparado; Gari, que teme que no le dejen convertirse en el padre que sí quiere ser; y Pablo, que a pesar de hacerlo todo bien y estar dispuesto a todo por salvar su matrimonio, ve como su relación y el amor de su mujer se le escapan entre los dedos.
A pesar de que esta segunda temporada no sea tan redonda ni completa como la primera, es igual de necesaria. necesitamos más historias que vengan de la verdad, que vengan de dentro, de lo importante, que sean inclusivas, abiertas, inteligentes y valientes. Por lo que sabemos, 'Vida perfecta' termina aquí, con estos últimos 6 episodios, un viaje entero de menos de 8 horas con tres amigas a las que vamos a echar de menos. Tienes la serie completa ya disponible en Movistar+.
