Entrevistamos a Marc Crehuet, que se estrena como director de cine con 'El rey tuerto', película que pasó por el Festival de Málaga cosechando muy buenos comentarios tanto entre la crítica como entre el público que la pudo ver.
'El rey tuerto' llega a nuestros cines el 20 de mayo, y no queríamos perder la oportunidad de charlar con su creador, que después de girar dos años con ella en forma de obra de teatro, se decidió a dar el salto a la gran pantalla.
eCartelera: ¿De dónde surgió la idea?
Marc Crehuet: Me basé en el caso de un chico italiano que perdió el ojo en una manifestación en Barcelona antes del caso de Esther Quintana que es el que ha armado revuelo. También recuerdo que en una comida familiar saqué el tema y me di cuenta de que las visiones eran sorprendentemente opuestas y distantes, entonces me dieron ganas de hablar sobre esto, y sobre todo para yo mismo aclararme un poco, porque veía que las cosas no eran tan claras como podía pensar a priori. Esto por un lado, y después a nivel creativo, hacía tiempo que tenía la idea de hacer la historia de un personaje que tiene unas seguridades absolutas y se derrumban de repente para ver qué pasa a partir de ahí. Tenía ganas de investigar sobre esa cuestión, de cómo a veces en la vida necesitas tener convicciones y ni te das cuenta que las tienes, ¿no? Qué pasaría si de repente te quitan esas gafas, ese filtro con el que ves las cosas, que es un poco lo que le pasa a David. Son esos dos ejes.
EC: ¿Cómo fue trabajar todo ese arco del personaje? Porque va de estar muy arriba a muy abajo.
MC: Costó porque recuerdo que la primera parte hasta la cena me salió casi del tirón y pensé "vale, ahora qué, ahora cómo hago que este personaje tenga un arco, cómo lo hago avanzar" porque es un personaje que si quiero ser coherente con la psicología que he definido en el primer acto, no es fácil que evolucione. Al final me vino a la cabeza que solo podía ser por amor, entonces en el fondo de la película hay una estructura bastante de comedia romántica que es lo que la sustenta, como el motor para conseguir una serie de cambios. Evidentemente hay otras muchas capas.
EC: Sin embargo, hacia el final de la película el discurso del personaje de Lidia habla de que en el fondo son todos egoístas que dicen moverse por amor y coherencia.
MC: Claro, es una duda que tengo yo a nivel personal de siempre y que no sé si algún día resolveré, pero creo que nos mueven las dos cosas, no sé. Hay una tendencia muy básica a la supervivencia personal, no sé si el altruismo es algo que se tiene que aprender, que se tiene educar. No sé si surge espontáneamente.
EC: ¿Cómo ha sido el paso de la adaptación a cine después de dos años y medio con la obra de teatro?
MC: Muy guay. Estoy muy contento porque me ha ayudado gente muy potente aparte de los actores, que además son productores de la película. Otros productores son el director de foto y la directora de arte, Xavi Giménez y Silvia Steinbrecht, que son maravillosos. Ha sido trabajar con unos profesionales como la copa de un pino con un talento increíble. Casi que Xavi ha ejercido de líder espiritual en algún momento, porque es un sabio. He podido ejercer por fin mi vocación de director de cine que es algo que llevo diciendo desde los nueve años. Me había dedicado a otras cosas con las que he disfrutado mucho, porque me gusta inventarme historias y entonces disfruto en todos los ámbitos, pero claro, necesitaba hacer mi película y estoy muy contento.
EC: Y bueno, esto de rodar dos películas (la versión en catalán y la versión en castellano)...
MC: Una locura. Esto es una locura que solo se ha podido hacer porque los actores llevaban el texto perfecto, pero realmente es muy difícil que eso se convierta en una fórmula de producción (risas).
EC: ¿Cómo lo habéis vivido desde dentro?
MC: Con mucho estrés, porque te quitaba tiempo de hacer otras cosas. Por ejemplo, a nivel de realizador yo casi no me podía cubrir, yo no hacía planos extras. Está montado todo lo que está grabado, o sea yo tenía que pensar muy bien dónde colocaba la cámara, porque no había tiempo de ponerla en otro lugar. Pero claro, hubo un momento que ya habíamos empezado y era una pena no acabarlo (risas). Ahora tenemos dos pelis.
EC: ¿Crees que hay alguna diferencia notoria de una a otra?
MC: Hombre, son distintas. Casi se podría hacer un "descubre las diferencias", que alguien tuviese paciencia y ganas de hacer eso (risas), porque hay diferencias, incluso de montaje. Pero creo que es sutil, esencialmente es lo mismo. Hay algunos que dicen que es más divertida la catalana.
EC: Hablando con Alain me decía que su personaje es más divertido en catalán.
MC: Sí, pero esto son percepciones bastante personales, lo que pasa es que a la que se corre un poco el rumor son cosas que quedan.
EC: Claro, ahora todos queremos ver la otra versión. Podríais promocionarla así: "Dos películas, una sensación"
MC: ¿Te imaginas? (Risas). O dar algún premio para quien acierte las diferencias. Hay una secuencia que cuando Miki se enfrenta al antidisturbios, y no sé por qué en la catalana no nos dio tiempo a hacer el contraplano de Alain, bueno sí, porque estaba en silencio y claro, es verdad que había planos que no repetíamos porque un contraplano no tienes por qué, pero aquí nos equivocamos y no tuvimos en cuenta que las labiales se veían y no cuadraba del todo. Entonces en la catalana está en plano secuencia y en la otra está montada con las dos reacciones. En este caso no sé cual me gusta más, las dos tienen su gracia.
EC: ¿Por qué decidisteis hacer las dos versiones en vez de doblar una de ellas?
MC: Porque no me gusta nada el doblaje de entrada, y porque ya que se podía hacer, era una pena no intentarlo y porque estamos locos (risas).
EC: Totalmente. Hay películas que se ruedan en tres meses o...
MC: Es un poco para que se pudiese comentar algo en las entrevistas (risas). Si no salía bien nada, al menos que alguien diga "vamos a valorarle esto, pobres".
EC: ¿Y qué tal el paso por el Festival de Málaga?
MC: Muy bien, me encantó. Además no conocía ni la ciudad y me encantó. No pude ver pelis, que fue lo más decepcionante porque tenía muchas ganas de verlas todas. Me parece que este año la selección fue brutal. Y me encantó la reacción de la gente, las críticas, las fiestas... todo, excepto que nos hubiese gustado ganar algo, pero también entendemos que el jurado son ocho personas concretas con un criterio.
EC: Les tendríais que haber dicho que habíais rodado dos películas.
MC: Claro, se lo tendríamos que haber dicho a ver si se apiadaban un poco de nosotros. Pero no, muy bien, muy contento.
EC: Y la reacción que estáis viviendo con las diferentes proyecciones por parte del público...
MC: También muy bien. Hemos hecho dos preestrenos en Madrid, hoy tenemos otro en Barcelona, y el de antes de ayer fue brutal. Ayer yo no me quedé, pero Alain tuvo aventuras en él. Al final del pase se le acercó un chico y le dijo: "Mira, es que no me puedo aguantar, te lo tengo que decir", y le enseñó una foto de él con sus compañeros antidisturbios, y le dijo "me ha encantado y me he reído con lo de garrulo...". Y por lo visto unas señoras se indignaron también y empezaron a decir: "No sé por qué os reís", y esto es bueno. Yo creo que es una película que no te deja indiferente y genera debate y da ganas de hablar. Esa es un poco la intención. No es que lo haya planteado en plan "voy a hacer una película para que la gente hable", pero ha salido.
Creo que el humor es un arma también para la reflexión, para al menos hacerte poner en duda las cosas. Lo hacen los grandes monologuistas como Louis C.K, jugando con la incorrección política como arma para poner en duda ideas preconcebidas que tienes sobre las cosas. El humor es pensamiento. Me decía Juan Ramón Bonet el día del preestreno "es que esta peli es como un caballo de Troya". Me gusta mucho la imagen. No es algo premeditado, escribes de una manera intuitiva sobre lo que te preocupa pero es bonito que te digan esto.
EC: Además empatizas con los dos personajes protagonistas
MC: Humanamente yo creo que podemos entender todos los puntos de vista, ¿no? Humanamente... La otra cosa es que si nos ponemos a hacer política o nos ponemos a pensar en cuestiones sociales haya que aplicar, según un punto de vista, una justicia social y haya que pensar de una manera lo más objetivamente posible pero, a nivel de entender al otro, yo creo que podemos hacerlo, de hecho tenemos todas las voces posibles en nuestra propia cabeza. Y para escribir, esto hay que explotarlo, es lo que te da la riqueza y lo que te da la comedia o el drama, por ejemplo. Intentar meterte en la piel de los demás personajes. En una entrevista el otro día una periodista me dijo una frase que me gustó y me pareció divertida: "Quieres decir que todos tenemos un pequeño antidisturbios dentro". Bueno, no lo quería decir así (risas), pero bueno.
EC: A mí por ejemplo me ha llamado la atención de el personaje de Alain, que es como el fuerte y de repente cuenta que lloró con 'Una pareja de tres'.
MC: Claro, pero es que ¿por qué no puede ser una persona sensible?, la otra cosa es que para hacer su trabajo seguro que necesita no pensar demasiado, o estar muy convencido casi como una fe ciega en que lo que hace tiene que ser así, porque si no no podría. Seguramente una persona que ejerce un trabajo que tiene esta parte de brutalidad, de ejercer una violencia legal pero ejercer una violencia según algunos necesaria, o no... Para eso no pueden haber muchas fisuras en su manera de pensar, no puede tener muchas dudas, pero eso no quiere decir que él después no tenga una vida de persona normal y se pueda emocionar con pelis de perritos. Yo creo que todos somos seres muy contradictorios.
EC: Es cierto. Estamos como muy plasmados en ese personaje, porque te dicen "A", y tú te lo crees, te dicen "B" y también, te dicen "C", y no lo entiendes pero da igual. Quizá por eso nos incomode y nos riamos en algunas partes de la película.
MC:David necesita una autoridad externa, unas órdenes de fuera que al principio es el cuerpo policial y después es un poco Nacho, ¿no?. Yo creo que todos un poco lo buscamos. Ojalá tuviésemos el Gran Otro del que habla el psicoanalista checo en 'Cómo leer a Lacan', que habla de este Gran Otro que necesitamos, esta construcción de alguien que sería como Dios o una autoridad moral que nos diga cómo se tienen que hacer las cosas, pero no existe (risas).
EC: Ahora que vais a estrenar y que habéis estado más de dos años con la obra de teatro, no me digas que no lo tienes pensado, ¿qué esperas de 'El rey tuerto'?
MC: Ojalá vaya muy bien, ojalá se vea, ojalá la gente vaya al cine y bueno, me doy cuenta de que, y esto sí que puedo hablar con cierta objetividad, ya no solo desde el deseo que tenga, sino que como tengo la experiencia del teatro y los pases que he ido viendo de la película, me doy cuenta de que gusta mucho y que a la gente le produce mucha satisfacción no sólo el poder reírse, sino el hecho de poder hablar sobre todas estas cuestiones, ¿no? Que esto mueva al debate es lo que me gustaría, y veo que la gente que entra en la peli, está muy satisfecha de haberla visto entonces bueno, me gustaría que pudiese llegar el mensaje de que esta película está en los cines para que la gente vaya a verla.
EC: Y para terminar, ¿tienes algún otro proyecto entre manos?
MC: Tengo un guión de largometraje que acabé la semana pasada, una primera versión y un texto teatral también empezado que a ver si lo acabo cuando termine la vorágine esta del estreno.