Tras convertirse en una de las series sensación de Atresplayer Premium, 'Heridas' salta a Antena 3. La adaptación española de la ficción japonesa 'Madre', creada por Yuji Sakamoto, se estrena en el canal principal de Atresmedia a las 22:45 este jueves 13 de abril. Una ficción que profundiza en la complejidad que existe detrás del instinto maternal y cómo este tiene diferentes rostros. "Mi personaje se presenta como si fuera un verdugo, pero su trasfondo es más el de una víctima", defiende María León.
'Heridas' es un intenso drama que aborda el tema del abandono infantil y la búsqueda de la propia identidad a través de las vivencias presentes y pasadas de sus dos protagonistas. Manuela (Adriana Ugarte) es una joven que vive sola en una cabaña donde estudia los humedales andaluces. A los 28 años, su vida gira en torno a las aves, las que viven allí y las que están de paso como ella.
A pocos kilómetros vive Alba (Cosette Silguero), una niña de siete años que nunca tiene quién le haga el desayuno. Su madre, Yolanda (María León), trabaja de noche como pole dancer y duerme de día. El novio de ella, Lucho (Javier Collado), no está por la labor de cuidar a una niña que no es suya. El día en el que Manuela encuentra a la pequeña Alba, comenzarán un viaje que obligará a Manuela a enfrentarse a los demonios de su pasado y a cuestionarse los pilares de su vida.
Un relato que tiene a María León como principal antagonista. Una mujer que, conforme irán viéndose los episodios, mostrará cómo, en realidad, se trata de alguien herido que no ha sabido gestionar su propio destino.
eCartelera (EC): ¿Cómo ha sido encarnar un personaje tan complejo como el de Yolanda?
María León (ML): Meterme en la piel de Yolanda fue como tomar un baño en el mar con la marea alta, porque entrar en este personaje, acompañarla ha sido uno de los procesos más complejos que he tenido como actriz. Es un personaje que, desde el inicio, es un verdugo. Yo cuando leí el guion, decidí que tenía que mostrar toda la humanidad, la fragilidad y la vulnerabilidad que puede tener cualquier ser humano, sea hombre o mujer, a la hora de desarrollarse en el mundo y en la vida. Lo primero que hice fue verla, entenderla, escucharla y componer una vida en la que no ha nacido con unas herramientas.
Yolanda viene de un sitio muy concreto, como si de un animal enjaulado se tratase, solo ha conocido las rejas. Ella ha vivido con ciertas limitaciones que le han hecho estar desconectada de ella y de su hija. Se narra una relación de maltrato, de insidia y cómo eso le ha llevado a abandonar lo que más quiere. El abandonar así a su hija es un efecto que tiene el haberse abandonado a sí misma.
EC: Yolanda, realmente, es también una víctima, es una mujer herida. Resulta interesante cómo la serie muestra la transformación de una víctima en verdugo.
ML: Claro y también en cómo responsabilizamos a las víctimas de que tienen que estar bien. Cómo, en seguida, la culpabilizamos por lo que le sucede al inicio a la hija. Nadie le ha preguntado cómo ha podido llegar eso, nadie se pregunta los motivos ni dice por qué está tan desconectada. Al final, te das cuenta de que la hija y la madre no son tan diferentes, están más unidas de lo que uno cree. La niña es casi una tercera pierna de ella, cómo el ser víctima, que te señalen, que te juzguen, cómo solo es echar por tierra a alguien que está sufriendo.
EC: También muestra gran parte de la realidad. Existen tanto madres como padres que tienen hijos pero no les han dado las herramientas para educarlos, para saber estar con ellos. No hay un manual de instrucciones y, en muchas ocasiones, se reproduce lo que se ha vivido y, en casos de malos tratos, suelen también producirse.
ML: Por supuesto, no es fácil. Inclusive, individualmente, para una persona que esté formada es muy difícil criar a sus hijos. Muchas familias cuando tienen hijos, copian los mecanismos que han vivido, pero no sabemos realmente las consecuencias y lo que conlleva. De esto no puedo hablar a ciencia cierta porque no tengo hijos, pero cuando tienes uno, te das cuenta que es como tener un espejo tuyo, porque te das cuenta de tu propia vulnerabilidad y de las pocas herramientas que tienes o que sientes a la hora de hacerte cargo una criatura que acaba de nacer, que es como tú pero también diferente.
La educación es difícil, ser madre o padre no es fácil, para nada. Se ve como parte del desarrollo de la vida, pero eso no implica que sea sencillo. También influyen en qué ciudad o pueblo vivas, es muy complicado.
EC: 'Heridas' también busca desmitificar a la maternidad. Socialmente, a las mujeres cuando son madres, se les impone una serie de cánones o niveles imposibles de abordar.
ML: Claro que sí. Es también interesante en que se hagan series que aborden este tipo de historias. Así desdibujamos un poco la imagen que tenemos de la madre como esa superheroína. Es verdad que venimos de un concepto sobre las madres que proviene de la Transición, en el que ellas estaban completamente opacadas y en un segundo plano, en las que su función fue la de salvar esas familia. Pero eso fue un tipo de madre que se desarrolló, pero eso no impidió que cada una, individualmente, tuviera sus propias inquietudes.
Al final, muchas aceptaron un destino castrante para sacar a sus familias adelante. Creo que hablamos de un país y de un momento muy concreto, que fue la Transición. Por suerte, todo cambia y evolucionamos en muchos aspectos. Y en ese punto también, tenemos que darnos cuenta que el hecho de ser madre no significa que tengas que ser un tipo de persona concretamente o una heroína. El ser madre te da derecho a equivocarte, porque tú no dejas de ser mujer, con sus virtudes y defectos.
También ahí te das cuenta de por el hecho de que aceptes tener esa responsabilidad, el de poder hacer una vida, no implica que te dejes de querer a ti misma. Creo que es importante que no nos olvidemos que no dejamos de ser mujeres por convertirnos en madres.
EC: Cada madre es un mundo. Toca darse cuenta que una madre es un ser humano, con sus partes buenas y sus partes malas.
ML: Efectivamente, hay cada tipo de madre como mujer en el mundo, cada una con su propia perspectiva. Cada madre da su cariño de una forma u otra. Por la experiencia que me ha dado este personaje, Yolanda es incapaz de dar, porque ha perdido esa habilidad, no sabe cómo ofrecerla. Hay adolescentes de 14 años que se convierten en madres, a pesar de ser aún niñas y la sociedad no se para a pensar en que hay están madurando, que apenas saben de la vida.
Se las juzga y se las mira como unas irresponsables, en plan 'tú lo hiciste, hazte responsable', cuando todavía son menores. En estos casos, la sociedad tiene la responsabilidad de acompañar a estas madres, de ayudarles a ser responsables y mirarlas sin prejuicios.
EC: También es verdad que hay una tendencia por parte de la sociedad juzgar desde fuera y sin conocimiento de causa.
ML: Sí, creo que el ver la vulnerabilidad del otro hace que te des cuenta de tu propia vulnerabilidad. Eso a la gente no le gusta. ¿Qué es lo que hace? Directamente, te coloca la etiqueta de verdugo. La gente que no está en primera línea, a la gente invisible, digamos. Son los personajes que más me atraen a mí, aparentemente nadie los ve porque son reales, como la vida misma. Eso me parece interesantísimo.
Vivimos en una sociedad en la que todo va en alto volumen, en la que tenemos que mostrarnos guapos, ideales, a full, pendientes de las redes, como si viviésemos a través de la pantalla de Instagram. La vida no es eso, son muchas cosas. Es más interesante la vulnerabilidad, que te enseña mucho más. A todos nos duele la barriga y todos hemos pasado por momentos malos. Entonces, es verdad que la vulnerabilidad es algo de lo que cuesta hablar abiertamente y cuesta reconocer que 'olemos mal'. Sí, podemos oler muy bien, maravillosamente, pero el humano también desprende aromas que no son tan gustosos.
'Heridas' se estrena este 13 de abril a las 22:45 horas en Antena 3 y está disponible en Atresplayer Premium.
