Dos años después de ganar el Goya al mejor actor por 'No matarás', Mario Casas continúa afrontando nuevos retos profesionales. Ahora, da el salto al otro lado de la cámara para convertirse en director y guionista con su ópera prima, 'Mi soledad tiene alas', que se estrena en cines este 25 de agosto. Una película ambientada en los suburbios de Barcelona y Madrid y con cierto espíritu de cine quinqui con altas dosis de acción. "Muchos de los directores con los que he trabajado me han influido a la hora de dirigir mi propio proyecto", revela el intérprete, ahora también cineasta.
Una historia que surgió en la mente de Mario Casas durante la pandemia y que fue la que le dio el impulso definitivo de saltar tanto a la dirección como al guion. "Tenía la curiosidad desde hacía años. La gente que me conoce lo sabía, que siempre había soñado con dirigir mi propia película, de trabajar con los actores. Había escrito alguna cosa, algún corto, pero no me atrevía. Fue en la pandemia, cuando el mundo se detuvo, cuando decido intentarlo. Fue cuando pensé qué no había hecho y fue cuando comencé a escribir algo que tenía en mente. Yo sabía que lo iba a protagonizar Óscar [Casas, su hermano], porque siempre había pensado en él", explica Mario Casas en una entrevista concedida a eCartelera en Madrid.
"Quería que fuese una historia cercana a mí", explica, agradeciendo que Déborah François, con quien había coincidido rodando 'El practicante', estuviese implicada en el guion. "Ha trabajado con los Dardenne, viene de un cine independiente que me gusta mucho, y nos pusimos a escribir", relata Casas, señalando que el haber escrito el guion a cuatro manos le ha permitido ver la historia desde otra perspectiva. "Esa visión femenina ha sido fundamental. Sobre todo, a la hora de escribir un personaje como Vio, el que encarna Candela González. Era importante. Además, Déborah es una actriz que viene de trabajar con grandes directores y guionistas. Ella trabaja mucho desde la verdad", detalla.
"Quiero ser un director de actores"
Como ha comentado antes, Casas siempre pensó en su hermano Óscar para el papel protagonista. "De las cosas más importantes para mí, era poder trabajar con los actores. Dado que yo lo soy, quiero ser un director de intérpretes. Había algo que quería saber cómo es el viaje a la realización con ellos. Además, quería contar con actores no profesionales también. Ha sido lo que más he disfrutado de la película. Óscar me lo ha hecho muy fácil, también el resto. Han trabajado mucho. Tuve casi dos meses de ensayos con ellos. Con Óscar, fue casi quitarle casi todos sus mecanismos con los que ha trabajado como actor, quería sacar la verdad de él, que fuese honesto, que me regalase cosas que no había dado antes porque confía en mí y yo en él. Estoy muy orgulloso del trabajo de todos", comparte.
Para Casas, los directores con los que ha trabajado, así como su propia afición cinéfila, han sido sus referentes a la hora de dirigir su ópera prima. "He tenido muchas. Además, como espectador, que he vivido desde niño, parte de lo que he visto se me ha quedado grabado en la retina. También, mi carrera como actor ha sido con varios directores a los que admiro y con los que he disfrutado trabajando. Me he quedado con cosas con las que he trabajado con ellos. Al final, han sido mis maestros y hay guiños a ellos en mi película. Creo que como cineasta, tengo algo de cada uno", confiesa.
Ópera prima de Mario Casas, quien firma el guion junto con Déborah François, 'Mi soledad tiene alas' está protagonizada por Óscar Casas, Candela González y Farid Bechara, completan el reparto Fran Boira, Marta Bayarri y Gerard Oms. Con fotografía de Edu Canet. Producida por Adrián Guerra y Núria Valls. Con música de Zeltia Montes. Una producción de Nostromo Pictures, con el apoyo del ICAA y en colaboración con Netflix. Disponible en salas de cine desde este 25 de agosto, de la mano de Warner Bros España.
